De Cullen A Mikaelson | Elijah Mikaelson

Chapter 02

Después de unos minutos Jacob lo siguió, hasta que salieron de la casa quedando a unos cuantos metros de esta para que ninguno de los chicos los pudiera escuchar, ambos estaban completamente solos.

Jacob: Sabía que la destruirías— Reprochó enojado.

Edward: — Se voltea y lo mira —Ella cree que Carlisle puede convertirla en el último momento... como hizo conmigo y Esme.

Jacob: ¿Puede? — Preguntó serio.

Edward: Lo más probable... es que no— Bajó la mirada y volvió a levantarla observándolo —Y si su corazón falla...— Intentó buscar las palabras, pero no podía —Jacob necesito que hagas algo por mí... por ella...— Él mencionado lo pensó desviando la mirada y luego lo volvió a mirar —Tienes una conexión con ella que yo jamás entenderé... tal vez si tú le hablaras la convencerías... solo mantenla viva.

Jacob: ¿Y si no hace caso? — Lo observó serio.

Edward: Si ella muere...— Se quedó callado por unos momentos —Harás lo que siempre quisiste... matarme.

Después de decir eso Jake simplemente se dio la vuelta y caminó nuevamente hacia la casa, donde subió las escaleras encontrándose con Bella medio acostada en el sofá, con su mano en el vientre y a Rosalie quien en cuanto lo vio se colocó enfrente de él, dándole la espalda mientras observaba a Bella haciendo que se detuviera.

Bella: Rose— La mira —Estoy bien, enserio— Dijo tranquila, haciendo que Rose se retire chocando hombro con Jacob.

Jake la observó irse y miró a Bella mientras arqueaba la ceja y se acercaba a ella mientras se quitaba su chaqueta café, tomando asiento enfrente de ella.

Bella: Edward te mandó a que hablaras conmigo— Dijo tranquila mientras observaba a Jake.

Jacob: Mas o menos, aunque no sé porque cree que me harás más caso a mí, ya que jamás lo has hecho— Rio levemente —¿Desde cuándo son amiguitas tu y la rubia? — Preguntó con un poco de burla.

Bella: Extrañamente me entiende— Comentó con un poco de confusión.

Jacob: ¿Qué estás haciendo Bella? Enserio— Preguntó un poco serio, aunque intentando entenderla, pero le era imposible.

Bella: Se que es algo intimidante, pero... no lo es— Tocó su vientre —Esto es una especie de milagro, siento a mi hijo.

Jacob: — Rio sin ganas —Así que vas a tener un varoncito, de haber sabido hubiera traído globos azules— Comentó con ironía.

Bella: Eso es lo que creo... cuando lo imagino veo un niño... veremos— sonrió levemente.

Jacob: No lo verás— Mencionó serio mientras se inclinaba un poco hacia Bella.

Bella: Jake puedo hacerlo, tengo la fuerza— Comentó intentando convencerlo.

Jacob: Oh Bella— Negó con la cabeza y se levantó dándole la espalda —Tu dile eso a tu chupasangre, pero a mí no me engañas— Voltea a verla —Yo estoy viendo lo que esa cosa esta haciendo, es un asesino Bella.

Bella: — Observa su vientre mientras sonríe —No es cierto— Niega y levanta la mirada observándolo.

Jacob: ¿Y si mueres? — Inquirió un poco enojado —¿Qué caso tuvo? El que yo te ame, que tú lo ames ¿A quién le hace bien eso? Porque yo no lo sé — Se quedó callado por unos momentos y volvió a tomar asiento —Escúchame Bella, por favor— Suplicó mientras la miraba —No hagas esto... vive ¿Sí? — Bella estaba un poco desconcertada y negaba levemente —Vive...

Bella: Jake— Tomó su mano —Todo va a salir bien— Intentó calmarlo, él solo la miró y asintió mientras tomaba su chaqueta levantándose de donde estaba comenzando a caminar hacia la salida —Jacob no te vayas— Pidió mientras lo miraba.

Jacob: — La voltea a ver —Se cómo termina esto... y no me quedaré a verlo— Dijo mientras se daba nuevamente la vuelta caminando hacia la salida.

Bella observaba hacia donde había ido Jake, hasta que miró hacia un lado donde vio a Edward quien estaba observando todo desde afuera, trató de levantarse, pero comenzó a dolerle un costado haciendo que se quejara levemente.

Mientras tanto Jake salió de la casa de los Cullen, sacando su enojo tiró su chaqueta al suelo y pateó la motocicleta, corrió hacia el bosque mientras se trasformaba en un lobo gigante, pero lo que no había tomado en cuenta es que sus recuerdos podía verlos los de la manada, por lo que en su mente comenzaron a escucharse las voces del resto al enterarse de lo que había pasado.




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