Tras nuestra larga conversación con Ryan acordamos que ambos investigaríamos el asunto, con la ayuda de los chicos que nos brindarían una mano siempre que no alertemos a nadie más. No queríamos armar un escándalo sin razón, pero de que averiguaríamos quien nos hizo esto lo tenía muy seguro.
Al final, había decidido confiar en su palabra y en aquella pequeña punzada en mi interior que, aunque no era un presentimiento fuerte como el que siempre me ayudaba en mis casos, ahí estaba y por esta vez lo iba a seguir. No podía equivocarme tanto con él, me había tratado tan bien y me había hecho sentir realmente especial, sabía que nadie más lo iba hacer y no quería perder algo tan hermoso por culpa de alguien más.
Porque sí, después de que mencionara de que probablemente todo esto lo había hecho alguien que nos quería dañar, ese pensamiento se instaló en mi mente y no había logrado sacarlo. Hasta el momento no lo había creído, porque como principal culpable era Ryan, pero si aseguraba que había recibido un golpe y que jamás se había drogado por voluntad, entonces algo raro estaba ocurriendo.
Cuando las cosas estaban puestas sobre la mesa y Ryan no paraba de pedirme perdón y yo no paraba de decirle que le creía. El momento se solucionó con un beso apasionado y lleno de un fuego que nos consumía, ambos habíamos sufrido por todo esto a mí me seguía quemando el corazón, pero nuestra reconciliación estaba hecha.
Acudimos a la casa, le había mencionado que pedí expresamente a las chicas que inventaran una excusa para nosotros, pero que no dijeran nada de lo ocurrido porque no quería que nadie más se involucrara en nuestros asuntos.
Nos encontramos con todos quienes nos miraron interrogantes cuando nos vieron llegar, ambos hacíamos de cuenta que nada había ocurrido, estábamos tomados de la mano y sonriendo como siempre. Trataba de convencerme a mí misma de que nada pasaba para evitar sentirme por momentos triste y por otros enfurecida, pero Ryan también estaba tenso a mi lado y aquello no ayudaba con la ansiedad que me hacía sentir.
- Chicos que alegría verlos. Creí que les había ocurrido algo – Alicia nos abraza a ambos mientras nos estudiaba a cada uno el semblante, esta mujer era muy perceptiva – Xime nos dijo que estaban hablando y creí lo peor.
- Tranquila mamá, te dije que no porque hablen significa que ya estén peleando.
- Tranquila señora, tenemos una sorpresita para los novios que ambos como padrinos estábamos terminando de organizar.
- Ves mujer, haces una tormenta en un vaso de agua. - comenta el señor Reyes, mientras se acerca a Alicia y la abraza para que nos deje de insistir. No sabe cuánto se lo agradecemos, pensaba yo. - Bueno porque mejor no se sientan y toman algo. Xime estaba por darnos los horarios para hoy.
Habíamos llegado justo cuando los últimos rezagados como nosotros estaban terminando el desayuno. Por supuesto ninguno estaba realmente hambriento.
Para disimular tomé un poco más de café, realmente lo necesitaba ya que el dolor de cabeza iba en aumento. Mientras lo hacía todos nos observaban con mucho detenimiento, hasta incluso había captado miradas furtivas de Florencia y Esteban y eso me ponía aún más incómoda. Parecía que todos esperaban que algo ocurriese entre nosotros en cualquier momento, lo único que agradecía profundamente es que mis padres no estuvieran presenciando todo, al parecer habían dormido hasta tarde por el cansancio que sentía. Bendito Dios por eso o la tendría a mi madre haciendo mil preguntas.
Xime nos dio las actividades para el día y finalmente hoy era la excursión que tanto quería Mason para conocer un poco más la provincia, él y sus padres estaban felices por conocer nuevas culturas. Eso me alegraba, podríamos tener tiempo para pensar en las cosas sin que nadie se percate porque estarán concentrados mirando en todas partes.
Además, aprovechando el momento Xime anunció que el día de mañana sería exclusivamente día de chicas. Las flores llegarían, la modista vendría esa tarde para la última prueba y poder darles los últimos retoques a todos los vestidos y trajes con nuestras medidas justas. Nada más nos estaba haciendo falta el catering, pero para ello necesitábamos toda una tarde y la ayuda de todos para degustar los platillos.
Los hombres de la casa, sin embargo, estaban emocionados porque se percataron que al día siguiente disponían de todo el tiempo del mundo.
Ya todos estando al tanto con sus horarios para estos dos días, cada uno se retiró ya que debían prepararse para la excursión que tendríamos. Los padres fueron a reunirse en el patio bajo un gran árbol ya que jugarían un poco a las cartas hasta marcharnos ya que teníamos una o dos horas libres. Nosotros seis también nos retiramos y fuimos a la cabaña con la excusa de prepararnos, pero la verdad es que los chicos querían saber que pasó y nosotros queríamos pedirles el gran favor de apoyarnos en nuestra investigación.
- A ver, ahora sí. Queremos saber qué pasó - pregunta Daniela mirando a Ryan con la cara de pocos amigos.
- Daniela no seas tan ruda, no lo mires tan mal.
Ryan relata nuevamente todo lo que ocurrió o mejor dicho todo lo que recordaba desde el momento en el que tocaron la puerta hasta el momento en que perdió la conciencia hasta hoy. Cuando terminó Daniela y Ximena estaban con los ojos bien abiertos y en sus rostros estaba esa mirada, habían entrado en modo periodistas. La intriga que tenían la entendía muy bien, porque yo me encontraba de la misma manera.
- Miren, ambos pensamos en investigar todo sobre esta mujer. Y ¿Cómo fue que logró entrar a la casa?
- Tranquila ayudaremos, pero creo que no deberíamos ni mencionarlo por las dudas, así no alertamos a nadie de que estamos investigando.
- Eso justo lo estábamos pensando Jess. La primera cosa que deberíamos averiguar es, quién la dejó entrar a la propiedad.
Editado: 04.11.2021