—¿Cómo se ha portado nuestra gitanilla Sebastián?
—preguntaba Eriol revisando algunos papeles, pues se había ausentado algunos días del ducado, con el pasar de los dias había dado más libertades a la gitanilla. Le sorprendió lo diferente que lucía la chica con los vestidos que había escogido para ella, podría perfectamente pasar como una noble en más de una ocasión dudaba que la muchacha fuera una plebeya gitana incluso por su cabeza rondaba la vaga idea de que la chica fuera familiar de algún noble sobreviviente de Azrrahen y esa podría ser la razón del parecido con su Rosella.
—La jovencita se ha comportado bien, no me ha generado ningún inconveniente, desde que su excelencia le dió autorización de poder entrar a la biblioteca allí se la ha pasado, o en su habitación leyendo, para mí fué una sorpresa ver que esa joven supiera leer. Sobretodo que le gustase la lectura eso no es lo usual entre los grotescos e irreverentes gitanos todos son un montón de brutos, inadaptados no se como los tolera el rey Daríus, después del ataque a la reina Marion yo les habría exterminado, pero debo admitir que Melodía resultó ser una rosa en medio de tantas malas hierbas su excelencia. —Dijo el mayordomo poniendo un dedo en su barbilla de manera pensativa.
El duque quedó pensativo si le había dado permiso a la chiquilla de ir a la biblioteca; aunque le era extraño lo que el viejo mayordomo le contaba, no creía que esa chica supiese leer. Ahora el intrigado era él «¿Qué leerá esa la gitanilla?» Se cuestionaba, pues esa jovencita, no dejaba de sorprenderle —Sebastián, me gustaría saber bien que tipo de lectura es la que busca Melodía. —Ordenó el aristócrata a su sirviente.
El mayordomo conocía perfectamente a su amo, sabía que la curiosidad le dominaba y bueno para que negarlo a él también le generaba mucha curiosidad saber, ¿qué era lo que buscaba esa pequeña pilla en los libros?
—Si señor como ordene, hablaré con Dumah en cuanto tenga la respuesta, le notifcaré —el sirviente se disponía salir de la oficina, pero el duque volvió a llamarle—. ¿Qué se le ofrece amo Eriol? —arguyó el mayordomo volviendo con su señor.
—Sebastián necesito envíes una misiva a la mansión de Aldremir, en unos días nuestro príncipe cumplirá la mayoría de edad, yo como buen tío debo ir y festejar a mi “querido sobrino". No todos los días se celebra algo tan importante como un año mas de vida de nuestro futuro rey. —Eriol puso sus brazos sobre el escritorio haciendo garras con sus dedos juntando ambas manos.
Sabía lo que pensaba su amo y se atrevió a preguntar —amo Eriol ¿Llevará a la muchacha con usted a Aldremir?
El duque se levantó de su silla, para tomar un libro de la estantería —lo he estado pensando Sebastián, mi idea es hacer de Melodía mi esposa y, si ella debe ser instruida como tal, además no se cuánto tiempo estaré en Aldremir. —Eriol volvió a su escritorio junto al libro escogido.
—Estimo solo será el baile del principe Damián, bueno es lo que tengo entendido. —Eriol comenzó a reír ruidosamente, como si el viejo Mayordomo hubiese dicho, un chiste muy gracioso.
—Sebastián tú llevas mucho sin estar en las murallas del palacio, pero la verdad es que el consejo de ancianos junto al parlamento tienen a mi primo Darius presionado para que Damián asuma el trono aunque mi rebelde sobrino no muestra interés en la corona.
—¿Y el principe no está interesado? —cuestionaba el anciano con desconcierto, no entendía la negativa del joven principe a cumplir su deber asignado desde su nacimiento.
La verdad era que ese mocoso insolente, no mostraba interés en la corona cada vez que se le permitía asistir a una reunión, él no hacía más que declinar —no viejo amigo a mi estimado primo Darius se le salio de las manos, el control de su vástago la otra opción es la princesa Odette, pero es aún muy pequeña, y pesa sobre la princesa el impedimento a reinar, está la ley sálica en discusión de si ser eliminada o no, aunque el consejo no tiene intenciones de eliminar aquello y el parlamento mucho menos, una reina Alkarya siempre ha sido regida por los hombres Mountbatten, una mujer eso suena ridículo. —Eriol lo meditó un poco no había mucho tiempo Darius estaba presionando a Damián, pero el amuleto no funcionaría por siempre, el principe tenía una carrera contra el tiempo.
Tarde, o temprano el sello del amuleto de Hirios se perderá, no sabía si era una réplica, o la reliquia genuina de Azrrahen pero lo que si era seguro era que si no se purificaba el amuleto sería inservible en poco tiempo. Para Eriol Alkarya necesitaba un nuevo orden, y quien mejor para ese deber que él, quien era el siguiente en la línea de la familia real luego del rey Daríus y sus hijos los príncipes Damián t Odette.
..........
—Aquí dice que se le conoce como la ocarina del renacimiento, es una de las reliquias del reino de Azrrahen, está junto al amuleto de Hirios, fueron dados por los mismos dioses para así salvar tanto a humanos, como a las criaturas mágicas marginadas de la guerra de la luna negra.
—Es lo poco que pudimos leer de ese libro, Lilly necesito saber más, estoy segura de que esa ocarina del libro, es mi ocarina. —Insistí frustrada sabiendo que de ese libro no lograría sacar más información acerca de mi ocarina.
Lilly estaba cepillando la larga cabellera negra de Melodía —¿Tú crees Mel?, mira eso es muy poco probable que esa sea la misma ocarina, es decir Azrrahen está muy lejos. Además ambas reliquias eran custodiadas celosamente por la familia real de aquella nación.
Lo pensé y realmente lo que lilly había dicho tenía sentido, ambas habíamos leído y descubierto más del reino de Azrrahen entendiendo un poco mejor la razón de la caída de aquel reino — ¿Tú crees en los seres mágicos? Es decir hadas, unicornios y esos demonios y criaturas de las sombras que menciona el libro.
#656 en Fantasía
#2941 en Novela romántica
fantasia drama y amor, fantasia amistad romance odio, princesa reinos
Editado: 22.01.2024