Espero hayan tenido unas felices fiestas les deseo de todo ♡ un feliz y próspero año nuevo, ahora noticias volveré a las actualizaciones diarias hermosuras ya esté libro está por terminar y la continuación está en puerta; te agradecería mucho si compartes mi historia y si lees sin seguirme te invite a suscribirte, me ayudarías mucho a que mi libro llegue a más personas üwü ahora disfruten la lectura este es un capítulo lleno de recuerdos.
—Lilly, me estás diciendo que mi hermana se convirtió en princesa ¿Cómo ocurrió tal cosa?
—Bastián estaba atónito por lo que había dicho la muchacha, se llevó las manos a su castaña cabellera revolviendo los mechones, esto definitivamente no era fácil de tragar.
La pelinegra solo asintió como respuesta —al parecer tuvo su final de cuento y un principe la salvó joven bastián, Melodia fue afortunada, pasó de ser la gitana de Celestia a princesa y futura reina de Alkarya. —dijo la mucama, con una sonrisa dibujada en sus labios.
—Debo irme.
Lilly abrió sus ojos como platos, sabía que Bastián, en cualquier momento se iría, lo que no sabía era que ocurriese tan pronto y para que negarlo ese castaño de piel tostada se metió cada vez más profundo en su corazón.
—¿Crees que puedas abrir otro portal? —Lilly
había roto aquel sello que limitaba a Bastián, como un cuarto demonio con magia de vacío.
—Dijiste que quitaste el sello, sin eso podré irme, ya abrí un portal una vez, abrir otro sin ese estúpido sello no será problema. —Dijo el muchacho, muy seguro de si mismo, Bastian hizo puños sus manos, el solo recordar la revelación de su origen y saber que tenía un sello le hacía hervir la sangre en cuanto supo que su madre le estaba ocultando aquello.
——♡——
—¿Por qué tiene ese sello joven bastián? —preguntaba Lilly cambiando los vendajes del gitano.
Frunció el ceño confuso, no entendía de que narices hablaba esa mujer ¿Qué sello?
Lillyanne al ver la expresión del hosco gitano comprendió que él no tenía conocimiento de nada, lo que si era cierto era que si ese sello estaba ahí era por una razón.
Aquel sello no era cualquier cosa y de no estar debilitado ella no podría romperlo, aunque eso último no sabía si hacerlo, o no, no sabía las consecuencias de hacer eso.
—Quita aquel sello que según tú tengo mujer —exigió el airado gitano—, sin eso en mi, podré irme...
—N-no puedo —dijo temerosa la muchacha, la energía demoníaca era pesada, no quería saber de qué era capaz aquel sujeto vdi llegase a ser liberado de aquel sello.
—Joven Bastián no...
—¡Ahora! —exigió— vamos mujer quita ese sello. —Pedia el castaño con hostilidad tomando a Lilly del brazo apegandola a su cuerpo.
Se soltó del agarre del gitano luego de dar unos pasos hacía atrás apuntó a Bastian con su dedo y dijo:
—Quien puso ese sello en ti lo hizo por algo, la magia de vacío es peligrosa y desconocida...
—¡Hazlo ahora! —exigia Bastian acercándose demasiado a lillyanne.
Suspiró nerviosa sabía que podría ser peligroso, temía poco conocimiento usaba la magia más por instinto que conocimiento, no sabía si podría quitar algo tan fuerte y poderoso quien selló la sangre demoníaca y la magia de vacío en aquel chico sabía lo que hacía.
—Lo haré —tomó una pequeña daga algo oxidada de su delantal, el gitano de ojos negros miraba atento sus movimiento hizo un pequeño corte en su muñeca, recito el hechizo que usaba en ella misma para ocultar su magia y Liberla voluntad—, espero y funcione.
Lavanda y negro cruzaron miradas viéndose reflejados uno en los ojos del otro, los castaños cabellos de Bastián crecieron un poco cambiado su apariencia, sus ojos pasaron a ser de un gélido color gris.
Lillyanne no pudo mantenerse en pie hacer aquel hechizo dejó a la pelinegra sin energía; Bastián tomó a la joven desvanecida en sus brazos, estaba furioso con Lluvia, su madre seguía ocultando cosas y necesitaba saber la verdad.
Dejó a la inconsciente pelinegra en la cama, le tomó de la mano, se tranquilizó en cuanto notó la respiración de lillyanne, percibía todo de manera diferente la magia de la muchacha era tenue casi nula romper ese sello posiblemente la dejó sin nada.
——♡——
—Bastián no sabes a lo que te expones. —Advirtió la joven mucama notoriamente preocupes.
—¿Y acaso tú si lo sabes?
—preguntó molesto el castaño, soltandose del agarre de la muchacha.
—¡No lo sé y es por eso que temo! —Lilly al darse cuenta, de lo que había dicho, se llevó las manos a sus labios apenada, por aquel arrebato emocional que tuvo.
—Bastián yo este... —No sabía que decir, o hacer su rostro ensombrecio sus orbes lavanda no podían verse bajo su flequillo—. Solo no quiero, que te ocurra nada. —Dijo la pelinegra en apenas un susurro, que para Bastián fue audible, desde que Lilly había roto aquel sello todo era distinto.
Sus sentidos, se habían agudizado, sus rasgos también incluso sus manos ya no eran normales sus uñas, se habían vuelto garras, ahora tenia colmillos ¿Acaso él no era un simple chico humano? Su madre ciertamente era un hada, pero un hada no tenía ni colmillos, ni mucho menos garras ¿O Acaso si? Aunado a eso estaba el tema de la magia de vacío y no dejaba de preguntarse ¿Que rayos era esa magia de vacío para que servía? Y lo más importante ¿Por qué su madre no dijo nada? Estaba seguro había sido su madre quién había puesto; en él aquel sello.
Sabía que era un demonio, o bueno solo una cuarta parte, Lilly le explicó que su energía demoniaca era poca, en comparación a un híbrido, o un demonio completo, pero había mucha magia en él. Su mente en este momento era un quebradero de cabeza.
—Señorita Lilly creo que usted podría meterse en problemas, por tomarse tantas atribuciones conmigo. —Dijo de manera tajante, no quería que esa chica le ocurriese algo por su culpa, la verdad le había tomado aprecio más del que debería y eso no le gustaba.
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Editado: 22.01.2024