Caminó decidida por la empresa y todos los empleados estaban sorprendidos por su presencia, las miradas de indiferencia y juzgadoras, a ella no le importó. Espero unos segundos el ascensor y decidió abrir el portafolio para darle un último vistazo, entró una vez que se abrieron las puerta y segundos también alguien más entró, sin embargo, no desviaba la mirada.
-¿Vienes derrotada a entregar los documentos? O acaso ¿Vienes a suplicar a que no destruyan a tu esposo? Supongo que aparte de responder como cualquier callejera atacarás como una también.
Roxana dejó de leer el documento al escuchar esa voz, lo cerró de un solo golpe y observó a Miriam a su lado.
-¿Ahora eres la perra de Rodrigo? –preguntó con cierta dulzura –Como no pudiste con Axel, intentarás con su hermano, claro, es obvio que alguien como tú no olvide sus… hábitos de dama de compañía.
-Oh por dios –ella se rio –Roxana, amor, tú que eres un ángel, como puedes usar ese tono –dijo sarcástica –Cada vez rebajas tu nivel.
-Al menos yo no me rodeo de apariencias y no pago mis cosas lujosas en las cuatro paredes, quién sabe que harás ahí, tan solita –comentó con sarcasmo –Me da tanta pena porque solo puedo pensar de ti un asco de mujer, sin olvidar que soy una, pero en tu caso solo es soledad, material y sin cerebro.
-Cierra tu maldita boca –le amenazó.
-Bueno, que más se puede esperar de ti, Miriam, tan ilusa y poca dignidad, solo estancada como pocas, empleadas de gente poderosas que las utilizan como servidoras sexuales, caíste muy bajo…
-¡Calla la puta boca! –gritó enojada y dio una pisada fuerte con su taco, al mismo tiempo, las puertas se abrían –Carajo –murmuró.
Ambas salieron del ascensor, inconscientemente, Roxana estaba detrás de Miriam y al mismo tiempo, llegaron a una oficina.
-Veo que vienes por mí, después de todo ¿Te tragarás tus propias palabras o te las meterás por el trasero? –dijo tan bajo como para ellas dos –Por supuesto, puede pasar.
Roxana gruñó y entró.
-Vine hablar con Rodrigo.
-El señor Rodrigo Smith, no encuentra en este momento, se fue por temas de negocios, pero encantada de recibir yo, los documentos.
-Si no está él, no daré a nadie estos documentos y no es sobre la empresa de Axel, te equivocas –le corrigió y dio un rápido vistazo al collar que colgaba de su cuello de Miriam, cerró los ojos por un momento al sentir un mareo –Así que, si me disculpas.
-El señor Rodrigo Smith me autorizó para recibir esos documentos y su fecha de entrega es hoy, así que, Roxana, sé una persona de palabra.
-No confiaré en una perra y serpiente venenosa como tú para entregar estos papeles –dijo muy agresiva, se sintió exaltada haciendo reír a Miriam.
-Por favor, toma asiento –le pidió –Anda, no muerdo, ni asfixio –vaciló y acarició su collar -¿Y bien? ¿Cómo está mi Axel?
Roxana bufó, tomó asiento y dejó el portafolio sobre el escritorio.
-Bueno, Axel está muy bien, muy feliz y orgullo de tener dos hermosos hijos, que de hecho recientemente su querida hija está ejerciendo su carrera y al mismo tiempo obteniendo maravillosos logros, así que sí, está feliz, tranquilo y sobre todo consciente de que tiene una hermosa familia –comentó y Miriam giró sus ojos.
-Tal vez solo estás fantaseando eso, querida, lastimosamente se quedó contigo por razones muy notables –suspiró, cambio su rostro por uno de pena y se tocó el pecho –Axel se ocupó muy bien de ti, tuvo que cruzar momentos tan perturbadores y traumáticos como la extraña muerte de tu mamá –Roxana cambio su mirada mientras Miriam mantenía esa actitud –Él siempre tan atento por si cambiabas de ser una ovejita asustada a un lobo listo para atacar, con esas reacciones tan inquietantes y locas.
-Tienes razón –asintió –Lastimosamente, no se quedó contigo, yo gané –ambas se miraron fijamente –Por favor, Miriam, sabes que es mentira, yo jamás podría competir contigo –esta vez dijo con cierta seriedad mezclada con sinceridad, ella frunció el ceño ligeramente –Tú y yo venimos del mismo hueco de la pobreza, la hemos luchado hasta obtener este puesto que nos llega a enorgullecernos, más no puedo decir que somos iguales, una de nosotras perdió la dignidad o la cordura para lograr nuestras ambiciones y sobra decir que el camino nos llevó a varios obstáculos de las que no estamos orgullosas –se levantó y se apoyó sobre el escritorio con las manos –Yo la luche, día y noche, limpiando casas, literalmente restringiéndome de lo que me rodeaba y concentrarme solo en mí, me quedé sola hasta que conocí a Axel, yo me salí de ese hueco por mi cuenta más no abriendo mis piernas a hombres casados y destruyendo familias, más no arrodillándome y humillándome –suspiró y bajó un momento su rostro, vio la mano de Miriam acercándose a un lapicero, nuevamente lo levantó y vio el rostro de Miriam con los ojos rojos –Me lo conseguí por mi cuenta, empecé desde cero como una persona soñadora, tener a un hombre que de verdad me valora y una familia que amo con toda mi alma, y si tengo que hacer algo por ellos, lo haré cueste lo que cueste, no solo eres una zorra Miriam, eres una serpiente rastrera y mucho peor que eso, tu fama dura solo cortos momentos y tu presencia solo trae desgracias para todos ¿Crees que te llaman por tus habilidades? Te has detenido a pensar que solo te utilizan en una sola cosa y que tienes que rogar toda tu vida entera por un hombre que en ningún momento te abrirá su corazón, solo te arrastras y te contentas con las migajas, no eres más que una miserable y poca cosa que lamentable me das vergüenza.