Una niña reposando en su cama, a su lado su madre y su padre mirándola con amor.
Se abre la puerta - Majestad, ya está aquí -
Los reyes se miraron apenados, el rey pronunció unas palabras y le dio una señal a la reina para que empiece a hablarle a la niña - Pequeña Eira estarás un tiempo con tu tía adoptiva y con su tribu, son buenas amigas y amigos de tu padre. Recuerda que te amamos - al pronunciar las últimas palabras comenzó a llorar
El padre continuó - En tu cumpleaños 18 deberás de ir al lago de los deseos y allí os esperará una sorpresa. Te amamos pequeña - le dio un pequeño beso en la frente
Los reyes salieron por una de las puertas traseras del castillo, le dieron a la niña envuelta en una manta a una señora, esa señora llevaba un vestido hecho por plantas y hojas.
- Elisabeth, confío en ti después de todo lo que nos hiciste - dijo el rey molesto
- Lo haré, majestad - hizo una reverencia
Mientras la señora se alejaba del lugar, se veía a los reyes batallando contra sus enemigos. Elisabeth llegó al centro del bosque donde se encontraba un grupo gigante de personas, dejó a la niña en una pequeña cama hecha de hojas y enredaderas.
***
Eira se despertó atacada y sudando - Otra vez el mismo sueño - se dijo a si misma. Se levantó de la cama y empezó a saludar a todos - Buenos días - dijo con una gran sonrisa
- Buenos días - contestaron algunas personas
Eira se dirigió a un pequeño río, se quitó la ropa y se metió en el agua cristalina. Empezó a jugar, hizo bolas de agua y las elevaba, luego las explotaba para que pareciera que estuviera lloviendo por un momento. Seguía haciendo algunos de sus trucos hasta que apareció su tía adoptiva.
- ¿Amaneciste bien? - le dio una sonrisa
- Si, aunque tuve el mismo sueño de siempre. ¿Y tú? -
Elisabeth se sentó y suspiró - Pequeña, no te preocupes, tarde o temprano esos sueños desaparecerán y te relajaras - sonrió
- ¿Y por cuánto tiempo más tendré que esperar para que eso ocurra? - dijo mientras salía del río
Elisabeth se río - Tiempo al tiempo, pequeña -
Después de esa pequeña charla Eira se fue a preparar para su fiesta de cumpleaños 17. Eira se hizo un vestido con su magia.
Eira salió de su choza y toda la gente le aplaudió, ella feliz le agarró las manos a su tía. Bailaron, jugaron, hicieron hechizos y le dieron los regalos a Eira.
La gente hizo un círculo alrededor de Elisabeth y Eira, Elisabeth izo una señal y una señora se acercó a ella con una corona de flores.
- Hoy no es solo tu cumpleaños, hoy será el día en el que te conviertas en la líder de esta tribu - cogió la corona de flores y se la puso a Eira
La tribu junto con Elisabeth estaban murmurando unas palabras, justo empezó a hacer viento, un pequeño tornado de viento con hojas rodeó a Eira.
- Y con esta oración, ya eres oficialmente nuestra líder -
Todos se arrodillaron ante Eira.