Los días después de su cumpleaños Eira tuvo que aprender unas cuantas cosas para poder liderar la tribu.
Una de sus ayudantes fue hacia Eira - Señorita Eira, las lideres o los lideres llevan una calavera de un animal en la cabeza para ocultar su identidad, su padre usó la calavera de una cabra -
Eira con una sonrisa dijo - Usaré la de mi padre -
La ayudante sonriendo hizo una reverencia - Se la ajustaré a su cabeza y ahora la traigo -
Elisabeth miró orgullosa a Eira - Te veo un poco confundida -
Eira asintió - Ha dicho de ajustar la calavera como si se tratase de tela -
Elisabeth le explicó - Lo ajusta con magia, nuestra magia puede alterar la naturaleza a nuestro antojo -
Se pasaron todo el día cambiando cosas para que Eira pudiera liderar agusto. A la noche Eira se estaba preparando para dormir cuando de repente escuchó voces, salió despacio de su choza, se alejó un poco de la tribu hasta llegar más cerca de las voces.
- Tenemos que encontrar a la princesa, sino, nuestro pueblo va a quedar destruido por culpa del rey que tenemos ahora - dijo una voz preocupada
- Lo sé, tendremos que seguir buscando a primera hora de la mañana con el plano que nos dio nuestra antigua reina - dijo otra voz más grave
Se escucharon como los pasos y los ruidos metálicos se alejaban.
- Tendrán que ser caballeros del reino que está aquí cerca - dijo Eira en su cabeza
Volvió a su choza, se acostó y estuvo un tiempo largo pensando en la conversación que tuvieron esos caballeros hasta que se durmió. A la mañana siguiente ya tenía la calavera preparada, la dejó encima de su cama, salió y se bañó en el lago que tenía al lado de su choza, al terminar de vestirse vio a su tía hablando con dos caballeros.
- Esos serán los caballeros que escuché anoche - pensó Eira
Se acercó a ellos - Hola, tía - se fijó en uno de los caballeros
- ¿Es ella? Me la imaginaba más alta - dijo el otro caballero
El caballero que miró Eira le dio un golpe en el brazo a su compañero - Bueno, nosotros nos vamos, estaremos por aquí cerca - se le quedó mirando a Eira
Eira miró a su tía -¿Quienes eran? -
- Unos soldados que nos han propuesto protegernos - sonrió nerviosa
***
Los caballeros volvieron a su sitio donde pasaron la noche.
- La niña se te quedó mirando - dijo el más bajito de los dos en tono de burla
- Se sorprendió al ver caballeros ya que como dijo su tía hace años que no ve ninguno, ni se acordará de como éramos - dijo el de la voz grave
- Lyonel, ¿quieres cerveza? - dijo el más bajito
Negó con la cabeza - Tomaré solo un poco de hidromiel. Oye Beltrán, ¿qué opinas que tengamos que esperar un año más aguantando al rey que tenemos? - dijo mientras tomaba un buen trago
Beltrán se rio - Pues lo mismo que cuando entró ese rey, un suicidio para nuestro pueblo -
***
Cuando anocheció Eira esperó a que todos se durmieran, se aseguró que no hubiera nadie levantado, cuando se aseguró fue hacia las voces de los caballeros.
- Bien, explicadme ahora a que os referíais con el: ¿es ella? - dijo Eira asustando a los caballeros
- Que susto nos diste - dijo Beltrán
- ¿Qué haces con esa calavera? - dijo Lyonel
- Es tradición de mi tribu, la líder o el líder tiene que llevar la calavera del animal que elija para proteger su identidad cuando sale del bosque - dijo Eira mientras se sentaba - Bueno, ¿me explicáis de una vez? -
Los dos caballeros se miraron - A ver, ahora no estamos para explicar nada - dijo Beltrán
- Ya veo, huelo la cerveza y la hidromiel desde aquí - dijo con cara de asco
- ¿Quieres un poco? - preguntó Lyonel
Eira se quitó la calavera y miró curiosa la bebida.
Beltrán le quitó la bebida de la mano a Lyonel - ¿Estás loco? Su tía nos podría matar -
- De todos modos no quería - dijo Eira seria - ¿Me explicáis ya o me vais a tener que hacer que os obligue a hablar ? -
- ¿Qué va a hacer una niña cómo tú? - dijo en tono de burla Lyonel
- ¿Seguro que lo queréis ver? - empezó a hacer viento y a crujir los árboles
- Lyonel, acuérdate que es nuestra futura reina - le susurró Beltrán
Paró de crujir los árboles y de hacer viento - ¿Qué acabas de decir? -
- ¿S-se escuchó? - dijo Beltrán nervioso
- A ver, no es asunto tuyo, a si que te recomiendo que vayas a dormir - dijo Lyonel
Eira se levantó y se puso de nuevo la calavera - Y yo os recomiendo que dejéis de beber si es cierto que queréis protegernos a mi y a mi tribu -
- Tienes que tener más cuidado con lo que dices, Beltrán -
- Y tú también, le querías dar alcohol a una bruja menor y encima casi la cabreas -