De la realeza

Secretos del rey

Todo este tiempo estuve aprendiendo nuevos hechizos, nuevas pócimas y seguí aprendiendo más sobre el ser poderoso; vi un hechizo que podría utilizar para escuchas los planes del rey, procedía a prepararlo todo: huesos de algún animal (cogí los de un pájaro), hojas secas y fuego. Hice un círculo con las hojas secas, en medio puse los huesos y por último, invoqué un poco de fuego, se quemaron las hojas secas, ahora era un círculo de fuego, de repente el fuego se hizo más alto hasta que se escuchó el canto de un pájaro, cuando se extinguió el fuego vi a un pájaro.

Ahora lo único que tendría que hacer es mandar al pájaro al castillo a que escuchase la conversación del rey, vi como fue volando hacia el castillo y ya lo único que podría hacer es esperar.

 

Fui a la choza de mi tía pero no estaba, me acerqué a su mesa y vi unas cartas, miré que no viniera nadie y empecé a leer.

Elisabeth, agradezco este tiempo que hemos pasado pero, ya no siento lo mismo, lo siento por decírtelo en una carta pero ya sabes que estoy batallando por nuestro pueblo. Espero que lo entiendas.

Fred.

 

¿Mi tía tenía novio? Pero si ella desde siempre decía que odiaba las relaciones. Cogí otra carta.

 

No te vuelvas a acercar ni a mi y ni a mi familia, no me puedo creer que usaras tu magia conmigo sólo para estar contigo.

Como me entere que le haces algo a Ágata, no tendré piedad contigo.

Fred.

 

¿Mi tía entrometiéndose en una relación?

 

Elisabeth, ya que te perdoné lo que nos hiciste, nos tienes que ayudar. Cuando la luna se asome ven a la parte trasera del castillo y llévate a nuestra pequeña Eira, nos atacaran y no queremos perder a nuestra pequeña.

Fred.

 

Está claro que Fred y Ágata son mis padres pero, ¿cómo que Elisabeth quería estar con mi padre? ¿Entonces Elisabeth no es mi tía? ¿Y les hizo daño a mis padres? Aún más preguntas que responder, me levanté y salí corriendo fuera de la choza, me encontré con Lyonel.

- ¡Lyonel! -

- ¿Qué pasa brujita? -

- Necesito hablar contigo - le cogí de la mano

- ¿No estabas enfadada? -

- Si pero, sigues siendo con el único que tengo confianza - me paré y le abracé - A si que por favor, no me mientas más -

Me estrechó en sus brazos - No lo haré más, lo siento - se escuchaba realmente arrepentido

 

Llegamos a mi choza y le empecé a contar lo que vi:

- Creo que ya debería de contarte toda la verdad - suspiró - Elisabeth no es tu tía, era amiga de tu padre, ellos dos antes eran amantes hasta que tu padre vio a tu madre en una de las batallas, se la llevó a su casa para cuidar de ella, a medida que iba pasando el tiempo tu padre veía a Elisabeth distinta, como si su magia la corrompiera, y así fue, empezó a usar la magia de mala manera -

- ¿Cómo que de mala manera? - dije extrañada

Me miró a los ojos - Lo que se llama querer ser poderoso -

Me sorprendió lo que me dijo, pero aún así quería saber más.

- En ese momento Fred, tu padre, dejo de amarla y empezó a sentir cosas por Ágata, tu madre - suspiró - Y... Elisabeth engañó a Fred para que bebiera una pócima hecha por ella, tu padre volvió con Elisabeth por culpa de esa pócima. Luego de un tiempo Elisabeth fue hacia Ágata y la intentó matar, pero Fred se liberó del hechizo de Elisabeth y pudo impedir el asesinato -

Estaba asimilando todo lo que me contó - Pero, ¿entonces cómo mis padres se volvieron reyes? -

- Tu madre era la hija del rey que estaba en ese entonces, pero se escapó del castillo porque no se quería casar con un hombre que ella no conocía, al sitio donde ella se fue estaba en guerra, intentó huir pero le golpearon y la dejaron inconsciente, ahí fue el momento donde Fred la salvó y le dejó quedarse en su casa. El rey buscaba a su hija, y Fred como buen caballero, le dijo a su rey donde se hospedaba su hija, el rey le comentó a su hija que no habría boda y así Ágata podría volver al castillo pero... -

- ¿Pero qué? Sigue - dije intrigada

Se rio de mi reacción - Ágata volvería al castillo, pero con una condición, que tuviera más tiempo libre para poder salir del castillo, todo su tiempo libre se lo dedicaba a Fred, así fue como se enamoraron -

- ¿Y la magia? ¿De dónde venía? -

- Cuantas preguntas - se volvió a reír - De la tribu de tu padre, el rey los dejó quedarse en sus tierras mientras que ellos les ayudara a proteger su reino -

- Luego vinieron a conquistar el reino de mis padres y ahí fue cuando mi padre llamó a Elisabeth para que me llevase con ella y protegerme - dije más seria

Se sorprendió - ¿Te lo contó tu tía? -

Negué con la cabeza - Es el sueño que tengo cada noche, creo que es un mensaje que quisieron grabar en mi mis padres, y eso me encaja con las páginas del diario de mi padre - me levanté y cogí el libro, saqué las páginas - Estas son -

Lyonel leyó las páginas - Te tengo que preparar más para cuando tengas que reclamar tu trono -

Le miré extraña - ¿Sólo tú? -

Se levantó - Si, soy uno de los mejores caballeros, por eso el rey me deja desaparecer durante mucho tiempo, hasta que haya una guerra -

Escuché a un pájaro piar - Por fin llegaste - me levanté y fui hacia él

- ¿Hablas con animales? - dijo desconcertado

Me reí - No, hice uno de mis hechizos para escuchar los planes del rey - me giré ha mirar al pájaro - y aunque me digas de parar, no lo haré -

Lyonel no dijo nada.

Vi en las patas del pájaro un pergamino, lo abrí - Es el mejor hechizo que he hecho hasta ahora - dije sin dejar de mirar el pergamino

Lyonel se acercó - ¿Qué dice? -

Lo miré contenta - Es el plan del rey de como destronarme y sus estrategias de guerras - guardé en una pequeña puerta que tenía en el suelo, debajo de la alfombra



#9092 en Fantasía
#2014 en Magia

En el texto hay: amor, angel y demonio, magia brujas fantasia

Editado: 13.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.