De mi a ti solo un paso, se interpone.

Capítulo 10: Lluvia de estrellas.

Hoy fue el segundo día de trabajo y durante todo el trayecto pude descubrir varios lugares de la ciudad que no había visto en el día anterior; estaba un campo completamente suspendido en el aire y donde por lo que me dijeron se practicaban deportes aéreos, mas delante estaba una torre de comunicación externa, que es el principal centro de radio del planeta y por curioso que parezca podemos escucharlos incluso en Marte.
Pero hubo algo que llamo mi atención más que lo demás y era que en un edificio estaba una propaganda holográfica enorme que decía: “26 de diciembre lluvia de estrellas fugaces.” En marte estos eventos suceden con frecuencia pero me intrigaba ver como se vería uno desde aquí.
- ¿Kolhun? – Hable rápidamente a través del chip. – Mira esto, y le mande una imagen visual de lo que mis ojos vieron.
- ¿Lluvia de estrellas fugaces? – Dijo él. – Supongo que me envías esta imagen porque deseas ir y que te acompañe… ¿no?
- Pues planeaba invitar a Ikoru al igual que tú, no solo a ti, pero. ¿Si vas o no? – Pregunté con una voz intentando que diga que sí.
- Por la hora a la que es no creo… Mi jefe me ha pedido que realice un encargo y no sé si podré llegar a tiempo para lo que me pide él y pues en lo que quieres que te acompañe, pero quizás sea lo mejor. – Respondió en un tono ligeramente burlón y algo sarcástico.
- ¿a qué te refieres? – Me daba una idea de lo que este tipo estaba pensando… Era bastante evidente.
- No te hagas el santo, sé que sabes de que hablo, pero en fin jaja, debo desconectarme, te veo más noche; si por suerte alcanzo a acompañarlos te avisaré antes de llegar. Adiós.
Con eso que dijo y aunque mis intenciones no eran esas… Me dio un poco de vergüenza hablarle a Ikoru, pues pensé que si Kolhun malinterpretó toda la situación, también podría hacerlo ella y no quería que pensara mal, entonces mejor decidí ir solo, de todas maneras probablemente ella estaría ocupada, pues a las 18:00 horas es común ver que aun haya mucha gente que labora.
Eran las 16:00 horas y aunque en la panadería ya no tenía trabajo decidí ir para estarme allí hasta que se llegara la hora del evento, yo soy el único que sale temprano, pues todos los pedidos se hacen un día antes y durante el día siguiente se entregan, entonces aun estarían todos aquellos maleantes metidos en la cocina con los hornos encendidos a tope; tras 30 minutos de camino llegué y justo como pensé la tienda estaba completamente abierta y repleta de gente que querían comprar y como fiel amante del pan casero solo basto acercarme unos metros para comenzar a babear, en cuanto Genaro me vio asomarme por la puerta rápidamente me grito: “¡Mete tu trasero en esta tienda, ahora!”, su voz parecía molesta y pues su rostro no ayuda mucho para pensar lo contrario; pensando que es lo que había hecho mal me metí entre las personas y una vez llegando al mostrador Genaro me agarró del brazo me jaló con fuerza y me dejo en la caja y el salió corriendo hacia el baño a toda velocidad, yo jamás había utilizado una caja registradora en mi vida por lo que no sabía qué demonios hacer y frente de mi estaban demasiados clientes esperando su turno, cargando charolas repletas, yo solo los veía sin saber qué hacer y de pronto una imagen se mostró en mi cabeza y decía: “Conexión completa, cajero: Javier Fernández” tal parece ser que la caja registradora funcionaba automáticamente respecto a mi vista pues apenas comencé a ver el pan en la charola de la persona delante, todo inició a anotarse en la caja marcando el precio, códigos y demás sin tener yo que hacer algo extra y aprovechando esta facilidad empecé a cobrarle a las personas esperando el momento en que Genaro regresara para regañarlo por haberme dejado aquí sin siquiera darme un pequeño aviso.
- ¿Y Genaro? – Dijo la voz de Fabiola asomándose por la parte de atrás, donde se encontraba la cocina.
- Tuvo una urgencia… - Dije yo avergonzado por la razón completa. – Supongo regresara cuando todo el mal que guarda en su cuerpo, abandone…
- Vale… - Respondió ella mirándome con sospecha por no haber entendido que sucedió.
Pasaron otros 30 minutos y Genaro aun no volvía, Fabiola se asomaba a mirarme frecuentemente para verificar que estuviera haciendo el trabajo bien y después se asomó también Hernán, completamente cubierto de harina en toda la cara y en su ropa, sacó aire por su boca denotando que incluso por el interior estaba completamente cubierto de harina y dijo:
- ¿Genaro? – Su voz parecía molesta, pero no era así, ya que su rostro reflejaba que estaba realmente calmado.
- En el trono. – Dije yo riéndome un poco.
Acto seguido, Hernán camino hacia donde se encontraban los baños y de una muy fuerte patada abrió la puerta, entró y se escucharon varios gritos de dolor, evidentemente todo el mundo se quedó volteando hacia ese lugar y olvidamos lo que hacíamos… Tras unos segundos salió Hernán arrastrando a Genaro de los pies, llegó a la caja registradora y lo soltó para después regresar a la cocina, Genaro solo me veía y después con completo descaro dijo:
- Ya no dejan dormir a la gente, en estos tiempos… ¿Para que fueron creados los baños si no es para dormir? – Nos decía convencido de lo que decía tanto a mí como a los clientes.
- Pues fueron creados para algo diferente a dormir… - Dije yo. – De eso estoy seguro. – Y varios clientes asintieron con la cabeza y algunos otros se reían.
- Me iré a lavar las manos, ya regreso. – Dijo Genaro avanzando sigilosamente hacia el baño.
- ¡Genaro! – Se escuchó la voz de Hernán de atrás.
- ¡está bien, está bien! – Dijo Genaro quitándome de la caja y colocándose él. – Ya las traía limpias…
Evidentemente todos los clientes estaban sospechando que se las hubiera lavado por lo que empezaron a retirarse algunos, y para salvarles el negocio le eche en una muy buena cantidad de Gel antibacterial en la mano a Genaro, demostrándole a los clientes que ahora si estaba limpio; en toda esta escena el tiempo se pasó volando y la hora de irme al evento había llegado.
- ¡Me voy! – Dije fuertemente, para que me escucharan Hernán y Fabiola, a lo que en mi mente solo apareció un pulgar arriba proveniente de ambos.
- Que suerte tienen algunos… - Dijo Genaro un poco celoso de que mi trabajo terminara antes.
Fui tan rápido como pude hacia el edificio donde sería el evento y al llegar había muchas más personas de las que esperé que hubiera, todos fuimos acomodados en un espacio hecho de Ketropita, un acero descubierto en Júpiter y que posee una resistencia a las temperaturas exageradamente elevada, así como una resistencia a los golpes exageradamente elevada, las plataformas con ayuda de la anti gravedad comenzaron a flotar y mientras flotaban iban aumentando el área de las mismas permitiendo que más personas pudieran subir. Al llegar a lo que yo considero era el límite que podían subirse (aproximadamente unas 200 personas por plataforma, siendo unas 8 plataformas en total) una capa de Vedro comenzó a cubrir toda el área y posteriormente otra capa más de Ketropita para reforzarlo, supongo yo. “Favor de recostarse dijo una voz artificial.” Y al todos hacerlo se pudo sentir como una fuerza magnética nos pegó por completo al suelo impidiéndonos mover, posteriormente esta plataforma comenzó a flotar hasta salir de la atmósfera del planeta y toda la Ketropita que recubría el vedro se redujo permitiéndonos ver, la gravedad que nos impedía movernos se desactivo haciéndonos flotar y por ultimo una especie de luz azul proveniente de un campo magnético de fuerza Z-4 cubrió todo el exterior del Vedro, un conteo comenzó del 20 hacia atrás, y al llegar a 0 el show comenzó.
Uno pensaría que los trozos de roca, meteoritos, restos de planeta, etc. pasaban a lo lejos, pero nada estaría más lejos de la realidad, casi todas esas estrellas se impactaban por completo en el Vedro siendo rechazadas por el campo magnético y causando un evento de luces en todo el Vedro y no solo eso sino que al ser rechazadas se impactaban entre ellas causando fuegos meteóricos de mostraban un evento realmente hermoso, y lo mejor de todo es que esto era completamente abierto al público y no cobraban un solo centavo, en Marte vemos eventos de estrellas fugaces con frecuencia, pero nunca de esta forma… Este planeta no deja de sorprenderme, y estoy feliz de haberlo hecho mi hogar.




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