El sábado por la noche pensamos en ir a Tom’s para que Becca conociera uno de los lugares que más nos gustan. Tom's era un lugar muy al estilo de los 50's, entre semana era un lugar en dónde podías ir a comer hamburguesas y malteadas mientras escuchas música buena en una rocola muy colorida y los sábados se convertía en un centro de baile, en dónde las parejas buscaban presumir sus mejores pasos de jive.
Conocimos Tom's gracias a Lorene, la ex de Nick que era aficionada al jive y a la escena pin-up. Su historia fue pasajera pero muy bonita, logramos ser buenas amigas y me caía bastante bien, es una chica muy dulce y agradable. Lamentablemente, tuvo que mudarse a Virginia y por lo tanto, terminaron su relación.
—¿Saben bailar jive entonces? —Pregunta Becca.
—Nick sabe, Lorene le enseñó.
Nick salió del baño y se acercó a nosotros para sentarse a mi lado en el sofá.
—¿Que Lorene qué?
—Que te enseñó a bailar jive.
—Ah sí, amaba hacerlo. Incluso daba clases de baile, se involucró muchísimo en la escena. —Comenta Nick—. Así como tú Becca que te esmeraste hoy con tu look.
Y vaya que Nicholas tenía razón, no sé qué le dijo Mike a Becca para que haya venido vestida con un vestido blanco de lunares negros estilo pin up con un gran cinta negra a la cintura y el cabello agarrado en una coleta con el flequillo enroscado.
—Te ves muy bonita. —Le digo—. Bueno vamos, que hoy en particular hay más gente de lo normal.
Nos pusimos de pie, Mike tomó las llaves de su viejo auto y salimos del departamento. Después, al estar en el auto nos acomodamos, Nick y yo en la parte trasera y Becca adelante con Michael, quien lo puso en marcha justo después de que Nicholas cerró la puerta.
—Espero alcanzar de esas hamburguesas Tender Grill tan buenas que hay ahí —Comenta Mike en voz alta.
—Comimos hamburguesas ayer —Le recuerda Nick.
—¡No importa!
[...]
Condujo hasta Tom's por un buen rato, había demasiado tráfico, algo tan común en una ciudad tan caótica como Los Ángeles. Una vez que llegamos a Tom’s el grupo se separó por un momento; Mike se dirigió a la barra a pedir su hamburguesa junto con Becca, Nick se fue a la rocola y yo a buscar a una mesa vacía.
—¡Esa canción es buenísima! —Exclama Mike, poniendo la hamburguesa sobre la mesa—. ¿De quién es?
—De Stray Cats —Le contesta Nick, robándole una papa.
—Becca, ¿bailamos?
Le ofrece la mano a Becca, quien en seguida la toma dispuesta para bailar con él un rato, uniéndose al grupo de personas que disfrutaban de la pista de baile. Por su parte, Nick intentó hacer lo mismo conmigo, me ofreció su mano pero lo rechacé, no quería hacerlo.
—No sé bailar.
—Vamos no seas aguafiestas.
—¡En verdad, Nicholas! No sé bailar y no quiero hacer el ridículo.
Me escudé entonces en la lata de Coca que me trajo Mike, limpiándola con una servilleta antes de abrirla.
—Solo quería que me aprovecharas.
—¿Aprovecharte?
—Sí, invité a venir a Rosalie. —Me dice, quitándome la lata para abrirla por mí—. ¿Con quién vas a bailar después?
—Con nadie, no necesito a nadie para divertirme.
Mike y Becca se unieron a nosotros después de que terminó la canción, tantas ganas tenía de bailar Michael que se le olvidó por completo la hamburguesa que tanto decía que se le antojaba cuando veníamos de camino para acá.
—Hola, ¿llego muy tarde?
El saludo de Rosalie llama nuestra atención por completo y quizás no solo el saludo. Hoy se veía impresionantemente guapa, el maquillaje que se ha hecho y la ropa que ha elegido usar la han hecho ver más bonita de lo normal. Ni que decir del jumpsuit blanco que está vistiendo, su figura luce asombrosa en él y los tacones la hacen lucir de la misma estatura de Nick, quien se apresuró a levantarse para saludarla con un beso en la mejilla.
—Siéntate aquí, voy a ir a buscar una silla.
Nicholas le cedió su lugar y comenzó a buscar entonces entre las mesas alguna silla que estuviese sin dueño. La consiguió, la cargó y la trajo para ponerla entre Mike y Rosalie.
—¿No nos vas a presentar? —Le cuestiona Rosalie a Nicholas.