De mí enamórate [1]

Capítulo 10

Una vez más, sentía que no tenía nada qué hacer aquí en el departamento ahora que las dos parejas están reunidas. Tenía que irme ya antes de volver a ser el mal tercio.

 

—Bueno ehmm... yo iré a ver si ya está listo el pay de manzana.

—¡Te acompaño! —Comenta Becca yendo detrás de mí.

 

Besa a Mike antes de salir del apartamento prometiendo volver pronto y me toma del brazo para salir.

 

Regresamos a mi apartamento, ella se encarga de cerrar la puerta y yo de revisar el horno para saber si el pay está listo por fin. Me puse los guantes de cocina y abrí la compuerta, saqué el molde y lo puse sobre la mesa, Becca y yo tuvimos un muy buen resultado y eso me provocó una sonrisa con cierto grado de satisfacción.

 

—Se ve delicioso, seguramente le va a gustar.

—Hacemos buen equipo, Becca.

—¡Un gran equipo! Honestamente, yo no sabría cómo hacerlo sola. Al igual que alguien más... —Dice con una mueca de desaprobación.

 

Me quito los guantes y los dejo a un lado, jalé una silla para sentarme y entonces cuestiono el último comentario de Becca.

 

—¿De quién hablas?

—De Rosalie, es mucha casualidad que tú le hayas dicho que comprara un disco de The Clash cuando hablaron por teléfono y que llegara a regalárselo una hora después. —Comenta, mirándome a los ojos—. ¿Sabes? Mike cree que esa playera de The Ramones que Rosalie le regaló a Nick en realidad la compraste tú pero aún no entiende por qué dejaste que se llevara todo el crédito. Creo que ahora le doy la razón.

—Sí la compré pero porque ella me la pidió, no conocía su talla. Rosalie tuvo la idea de todo, te lo juro. —Mentí, aun sosteniéndole la mirada.

—¿Por qué lo haces? No está bien que la ayudes a ser «la novia perfecta» Elisse, porque entonces no es de ella de quien Nick se está enamorando. —Me dice, con una mueca de desapruebo—. Es muy obvio que ella no es una chica The Clash y mucho menos The Ramones, es muy diferente a él. ¿Acaso te está pagando o algo?

—¡No! Lo estoy haciendo porque quiero que sea feliz. —Finalmente admito, sentándome en una de las sillas.

 

Becca imitó mi acción, se sentó a mi lado en una de las sillas, sabía que no iba a dejar en paz el tema.

 

—Nicholas siente que no es suficiente para nadie porque todo el mundo lo abandona. —Le digo, antes de que comience a preguntar más cosas—. Su papá se fue y se casó con otra mujer, su hermano Martin se fue a Madrid y ya no volvió, su ex novia Amanda lo dejó con una carta y se fue del país un tiempo y cuando por fin consiguió enamorarse de nuevo, Lorene se fue a Virginia. Solo quiero que Rosalie rompa ese patrón y que lo haga feliz, por eso la ayudo.

—No sabía eso, Mike realmente nunca me contó bien de Amanda y por supuesto que no tenía ni idea de la familia de Nicholas.

—Nick no tiene una buena relación con su familia, no le gusta hablar de eso. ¿De Amanda? Mucho menos.

 

Sonríe, sin mostrar los dientes y por su forma de mirarme sabía que no buscaría más explicaciones. Ya le he dicho mucho y no me corresponde a mí hablar de esos temas con ella.

 

—Gracias por el pay Ely y por contarme eso. —Me dice, tomando una de las manzanas que quedaron sin utilizar—. ¿Te lo puedo dejar? Si me lo llevo al departamento de los chicos se lo van a comer.

—Sí, sí, aquí déjalo.

—Bueno, yo voy a regresar con Mike, ¿no vienes? —Pregunta amable.

—No. —Respondo—. Me acordé que tengo cosas que hacer.

 

En realidad era mentira, no tenía nada mejor que hacer pero no quiero ser el mal quinteto... Otra vez. Acompaño a Becca hasta la puerta, ella sale prometiendo que regresará más tarde a recoger su postre y justo cuando estoy por cerrar, Rosalie empuja la puerta, entra sin permiso alguno.

 

—No me siento cómoda hablando de bandas que no conozco, ni siquiera sé de las canciones de las que Nick habla y aghh... Ya me aburrí de estar ahí.

—Claro, pasa.

 

Se sienta en el sofá, estira las piernas y las coloca sobre la mesa de cristal que está al centro haciendo a un lado el adorno que me regaló mamá. Tenía que ser paciente, quité aquella figura de porcelana antes de que sus pies la llevaran directo al piso.

 

—Elle tengo que confesarte algo.

 

Yo también tengo que confesarte algo Rosalie, odio que me digan Elle.

 

—Ahmm claro, dime.

—Esto de ser la novia perfecta de Nick comienza a cansarme, no sé qué hacer para agradarle más.

—Si lo dices por el álbum, quedo bastante claro que le encantó.




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