Es septiembre del 2024 y en el centro de la ciudad existe un chico de 19 años,quien tiene problemas para estar vivo es decir que el cree que deberia estar muerto y no vivo una noche antes del 10 de septiembre tuvo uno de tantos bajones emocionales y en su estado de tristeza escribio.
Pasé casi la mitad de mi vida feliz, y aunque tuve un par de años difíciles, todos pasamos por eso. Siempre creí que cuando encontrara el amor sería feliz por completo, pero hoy me doy cuenta de que fue uno de los deseos más absurdos que tuve en el pasado.
Ahora he pasado toda la vida buscando a alguien que me complemente, pero la verdad es que todo sigue igual. Y es tonto, porque a pesar de que todo sigue igual, lo sigo intentando.
Si pudiera pedir algo justo ahora, sería morir. Pero después de tanto tiempo sin temerle a la muerte, hoy que anhelo morir, tengo miedo.
Mente y cerebro: a veces pienso que morir no es una opción, pero también creo que es la mejor opción.
Ojos y cejas: he observado cómo he arruinado todo lo bueno en mi vida, y he observado mucho a esa chica que me gusta.
Nariz y cejas: suspiro mientras levanto las cejas, haciendo notar el interés y desinterés que siento en algunos momentos.
Sonrisa y dientes: a pesar de lo malo que sea el momento y lo jodido que esté mi día, siempre tengo una sonrisa entre dientes. Esa sonrisa que muestra toda mi dentadura y luego desaparece para volver a como estaba antes.
Boca, lengua y oídos: escucho cómo todos hablan de lo increíble que fue su día, pero de mi boca no sale nada, literalmente nada. Mi lengua no puede moverse para contar lo pésimos que son mis días, y lo peor es que siempre siento que no me escuchan.
Corazón: mi corazón bombea la sangre por todo mi cuerpo, y se acelera cuando la miro. Se aceleró aún más cuando ella no supo qué decir cuando le confesé que me gustaba. Se detuvo un segundo, y luego comenzó a latir rápido de nuevo, solo por ese momento.
Alma: si mi alma se estresa ahora es porque empiezo a odiarme otra vez por ser quien soy, por actuar como Luis. Y mi pregunta es: ¿estoy mal por actuar como yo, o debería hacerlo de otra manera?.
Cada parte de mí, cada detalle de mí, es una clara descripción de lo que significa ser miserable, siempre creyéndote superior cuando no lo eres. Me duele mucho que, en el fondo, las palabras que dicen en broma sí me hieren, aunque yo diga que no. Mentiría si te dijera que no hay días en los que no puedo parar de llorar, y créeme que no es por nadie más. Es por mí, por mi propia persona. Nadie debería sentirse tan decepcionado de mí como lo estoy yo mismo. Ahora me pregunto: ¿debería seguir viviendo?.
Luego de pasar por dicho bajón este chico decidió realizar otro escrito donde contaba su historia de vida lo mal que lo paso en dicho escrito plasma todo lo malo que pasó durante cuatros años y las últimas semanas de este año y el escrito decía así.
Y pensar que hace tres años quería morir.
Y pensar que hace dos años quería morir.
Y pensar que hace un año quería morir.
Y pensar que hace seis meses quería morir.
Y pensar que hace una semana quería morir.
Y pensar que hace una noche quería morir.
Hace tres años no tenía con quién hablar. Lo pasé muy mal, y lo peor fue que busqué ayuda, pero con la gente equivocada, lo que me hundió aún más, al punto de dejar de comer y llorar cada vez que lo necesitaba. Lloraba todas las noches hasta quedarme dormido.
Hace dos años, todo fue peor. Lo que pensé que emocionaría a los demás fue un fiasco. Me hicieron sentir que todo por lo que había luchado no tenía sentido y que no valía la pena. Hace un año fue aún peor; fue cuando decidí que no quería seguir viviendo e intenté suicidarme en tres ocasiones, todo por no tener con quién hablar.
Hace un año pensé que todo iba mejor, o al menos eso quiero creer. Entré a la universidad y decidí estudiar psicología. Parecía un nuevo comienzo, pero, a pesar de todo, yo seguía con ganas de morir. Ya no quería estar en este mundo porque vivir se me hacía demasiado difícil. Sin embargo, ese año, por fin recibí la ayuda que tanto necesitaba. Comencé a trabajar en mí mismo y a luchar por estar vivo y alcanzar lo que tanto anhelaba.Aun así, hubo bajones en los que sentía que no podía seguir y deseaba morir, pero decidí quedarme.
Hace seis meses volví a mi antigua casa y recordé todo lo que tuve que pasar. Recordé todo lo malo, las veces que lloré solo hasta quedarme dormido. También recordé cuando pedí ayuda y todos se rieron o no quisieron ayudarme. No pude pasar un día más en esa casa sin que el vacío me afectara nuevamente, haciéndome sentir que todo lo que había luchado no valía la pena. Empecé a nublarme, viendo solo lo malo que he hecho, sin reconocer lo bueno que he logrado. Ese día quería morir, quería quitarme la vida. Pero esta vez tenía con quién hablar. Conocí a personas que realmente querían escucharme y que se preocupaban por mi bienestar. Justo ese día no dejé que el sentimiento me ganara, y luché una vez más.
Hace una semana sucedieron cosas de las que prefiero no hablar, y volví a caer. De nuevo tuve ganas de morir. No quise hablar con nadie y me hundí solo, volviendo emocionalmente a hace tres años, Ilorando hasta dormir.
Hace una noche quería morir, y esta vez, de verdad. El impulso de querer acabar con todo era más fuerte; sentía cómo mi corazón palpitaba cada vez que pensaba en cómo hacerlo. Ya lo tenía todo planeado, pero decidí escribir algo y luego mostrárselo a alguien, a mis amigos. Ellos me dijeron que no, que viera todo lo bueno que he hecho, las razones por las que decidí quedarme hace tres años, hace dos años, hace un año, hace seis meses, hace una semana. Esa noche decidí quedarme, por ellos (por los que no me apoyaron, por los que sí lo hicieron, por el voleibol, por las personas a las que sí les importo y, lo más importante, por mi carrera).
Este chico a pesar de estudiar psicología,tener amigos, practicar un deporte el cual ama, apesar de por fin encontrar a una chica quien desea que esté bien el se seguía sintiendo solo y anhelaba la muerte.