De mi Muerte.

Sin ningún propósito.

Muy tranquilo en mi casa, como si nada hubiese hecho, sabiendo que sigo siendo asqueroso y mentiroso. Nadie nota que las cosas que digo están tan preparadas para no mostrar lo malo que soy. Pero bueno, siento que soy lo peor, o ¿quizás no?

Me contradigo tanto diciendo que soy lo peor, pero creo que he sido tan sincero que todos piensan que nunca pude procesar los problemas para poder cambiar y ser una buena persona. No saben que no me importa perder la vida por ser diferente al resto. Y ves, eso es lo que te digo, me contradigo. Paso de un tema a otro, explicando que he sanado todo lo que ya está roto.

No tengo ningún propósito más que mostrarte que hasta mi alma te podría entregar solo por tener una pizca de amor. Y no, no exagero cuando te digo que yo puedo ser lo que tú deseas. No te miento si te digo que hasta te puedo entregar incluso mis entrañas. ¿Lo quieres todo? Pues todo te lo doy. Mi propósito es tan vacío, sin sentido alguno.

A veces me paso caminando, reflexionando sobre qué puedo hacer para cambiar por completo mi futuro, y me invento un montón de alternativas donde todas son más felices que la realidad. Sigo caminando, buscando un propósito en mi vida sin sentido, sin ganas de comer, de beber, ni de respirar. Sin ganas de hacer todas las cosas que hacemos cuando estamos bien o mal.

Este escrito no tiene sentido alguno más que mostrar que a veces tenemos pequeñas lagunas que no deseamos sacar por miedo a que la gente pueda juzgar, en lugar de ayudar con el problema o apoyarte con la cruz que cargas en tus hombros. Siendo un hombre sin propósito, desearía que la muerte me sorprendiera y de verdad me llevara, dejando como recuerdo una sola vela para alumbrar el camino de la gente que, como yo, no tiene propósito para vivir.

Y repito, este escrito no es para gente que solo lee por leer. Este escrito es para aquellos que encuentran grandes significados en palabras que parecen tontas. Para las personas que aman la idea de ver cómo debemos morir, y aunque no quieras morir, muy en el fondo sabemos que anhelas sufrir.

Tontos, yo les digo, a las personas que no pueden notar la belleza de las cosas que parecen insignificantes. Tontos, yo les digo, a los que creen que todo debe tener sentido o seguir reglas y rimas lineales. Tontos, yo les digo, a los que no saben que hasta las cosas más pequeñas tienen un propósito.

Tonto me digo yo por complicarme tanto la vida. Tonto me digo yo por no disfrutar mi juventud como debí hacerlo. Tonto me digo yo por no haber empezado a escribir antes. Tonto me digo yo por hacerme sufrir. Tonto me digo yo por darte las herramientas para destruirme. Tonto me llamo yo.



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En el texto hay: entre la vida y la muerte

Editado: 21.01.2025

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