Pensé que ser diferente era fácil, pero ahora veo lo complicado que fue tomar este camino. Es tan difícil como poner a un niño de tres años a resolver ecuaciones diferenciales parciales... ¿o será que eso es fácil?
No sé cómo he sobrevivido tanto tiempo, incluso después de caer, golpearme fuertemente el estómago, y llorar sin parar por el dolor causado por ese golpe. Lo que sí sé es que fui feliz a pesar de casi morir en accidentes provocados por las travesuras de un niño que solo buscaba la felicidad. Ese niño anhelaba crecer, pero ahora que ha crecido, quiere volver a serlo.
No sé cómo sigo vivo después de haber sido picado múltiples veces por avispas venenosas. Lo que sí sé es que no tenía miedo de jugar en esos campos llenos de avispas, porque ahí encontraba mi felicidad.
No sé cómo odiaba escribir cuando estaba en la primaria. Incluso en secundaria me parecía tan aburrido estar escribiendo; eso pensaba entonces. Pero ahora sé que amo escribir, y saber que hay personas a quienes les gustan mis textos me llena de alegría. Trato de escribir siempre, porque amo hacerlo, aunque no sea el mejor escritor.
No sé cómo llegué a odiar la música rap cuando era adolescente, pensando que ser un "maliante" era la única forma de destacar en la sociedad. Ahora sé que gracias al rap aprendí mucho sobre la realidad que vivimos. A mi edad, según los niños de ahora, debería estar fumando o bebiendo para "disfrutar la vida". Pero les digo que no. Yo disfruto mi vida siendo sano y escribiendo sobre las vivencias de mi niñez, mi adolescencia y mi adultez. No sé cómo odiaba la música cuando era niño; ahora sé que la música es lo más hermoso que se pudo crear. La música fue lo que me mantuvo cuerdo cuando sentía que perdía la cordura.
Dicen que a veces suelo exagerar, pero yo no exagero: solo cuento lo que he vivido. Yo cuento la felicidad, la tristeza, la confianza y la desconfianza. Cuento los buenos y los malos ratos. Solo quiero hacerte entender que existen personas que pasan por situaciones idénticas a las tuyas. Eso significa que no estás solo, porque siempre llegará alguien a salvarte.
No sé cómo escribo estas cosas; lo que sí sé es que nacen desde lo más profundo de mi corazón. No sé si sé lo que sé, pero sé que estas palabras son un reflejo de lo que siento.