Capitulo 5

- ¡Si! tu eres un pequeño principiante- acariciaron la cabeza de Jimin, Jimin estaba en pánico no sabía qué hacer, si se lo preguntaban… NO, no iba a besar a nadie, porque no sería una buena solución. –Si, si… tengo que ir al baño… no he ido desde ayer- Dijo Jimin -claro… ¿sabes dónde está?- Le pregunto uno de los chicos –No… no se en dónde está, pueden… alguno de ustedes… ¿guiarme?- Jimin no conocía al pueblo del todo, era tímido, y a la vez fuerte. –Está bien, espérennos-

AL LLEGAR A UN BAÑO.

-Gracias por guiarme- Agradeció Jimin en uno de los baños, el eco se escuchó, no había nadie en ese lugar, solo ellos dos. –De nada Jimin, no es para agradecer de esa manera- respondió arreglando su cabello. –No en serio, gracias Félix- Jimin salió del baño y se lavó las manos en el lavabo que estaba al lado de Félix. Félix dio una pequeña risa y miro de reojo al menor, Jimin hizo lo mismo con él, con una media sonrisa. –Bien, vamos- Dijo Félix con una sonrisa.

Jimin otra vez entro en pánico al acercarse más al punto de encuentro de los chicos para ir a recoger las frutas, -Oye, ¡las canastas! - grito Félix golpeando sus manos en forma de aplauso captando la atención de Jimin. –Claro- “Gracias por salvarme tierra” Félix agarro de Jimin de la mano y se lo llevo corriendo hacia su pequeña cabaña que estaba un poco lejos del pueblo.

-¿Por qué vives tan… casi lejos del pueblo?- pregunto Jimin soltando la mano de Félix, se sentía incómodo a su lado.

-Mucho ruido, además… esta casa le perteneció a mi padre- Félix agarro dos canastas que estaban guardadas en un baúl, y acaricio una de las columnas de la pequeña cabaña –Entiendo- Jimin comprendió ¿a quién le gusta el ruido? -Y… ¿Qué paso con tu padre? – Jimin también se interesó en eso, sin saber lo que Félix iba a responder. –Lo asesinaron, tiraron su cuerpo al río- Félix cerro el baúl con fuerza y se levantó dejando a Jimin atónito - Sucedió cuando yo tenía 4 años- termino de informar, miro a Jimin y Jimin lo miro a él. –Pero… no es de preocuparse Jimin, ya estoy acostumbrado a vivir solo, como dice el dicho… nacemos solos y morimos solos- Félix ofreció su mano para levantar a Jimin y este la recibió con gusto -Tal vez… por tu forma de ser, no te gusta que sientan compasión por ti- Dijo Jimin saliendo de la cabaña con Félix –Tienes buen ojo, Jimin- Félix termino de cerrar la puerta con una llave y caminaron de nuevo, Jimin no podía negarlo, tenía algo de pena por Félix, entonces… ¿ha vivido solo toda su vida? –he prometido…- susurro Félix, pero era audible el susurro, Jimin le presto toda su atención -Asesinar a los que… me hicieron esto-

Jimin quedo anonado con las palabras de Félix - ¿Cómo?, Oye… eso es un delito, además… podrías pagar en la cárcel o en el infierno-  Jimin puso su mano en el hombro de Félix angustiado –No pienses así- Félix dio una carcajada - ¿Infierno? ¿cárcel? Jimin… en serio ¿me estas jodiendo? Yo no creo en eso – Jimin no soportaba ese comportamiento en Félix, probablemente todos los humanos pensaban de esa manera, eso le fastidiaba a el - ¿Jodiendo? ¡Dios se encargará de castigar a esos desgraciados! ¡Además no deberías hablarme así! ¿no sabes quién soy? ¡soy el futuro de toda esta tierra, llena de insolentes que solo piensan en maldad! - informo Jimin gritando, los que estaban a su alrededor pusieron toda su atención en aquella personita insignificante - ¿Qué? – pregunto Félix un poco asustado por el comportamiento de Jimin, los demás que lo estaban viendo empezaron a reir, trayendo a Jimin un pequeño recuerdo.

RECUERDO.

Las risas se escuchaban en todo el patio, aquellos deportistas estaban molestando a tal pequeño ser ¡que abusivos!

- ¡Por favor basta! – Grito el pequeño Jungkook que este se estaba retorciendo de dolor.

- ¡miren! ¡la pequeña galleta esta por llorar! ¡ah no! ¡ya está llorando! - sus burlas se hicieron re tumbaron en la cabeza de Jungkook. 

 - ¡OIGAN! – Alguien capto el cuidado de los demás. –No deberían tratar así a un pequeño Niño-

“Tenemos la misma edad, idiota”

- ¿ah sí? ¿y quién eres tú para impedir eso? – le preguntaron aquellos abusadores, quienes estos se estaban acercando muy lentamente al pequeño Taeh.

- ¡Miren! ¡las profesoras vienen para acá! –Grito Taeh señalando un árbol, pero ellos voltearon asustados, Taeh aprovechando eso, agarro a Jungkook y trato de llevárselo corriendo, pero atraparon a Taeh antes de hacerlo - ¿Tratas de… ¡¿BURLARTE DE NOSOTROS!? – Grito el líder y bueno… al final… después de unos minutos los abusadores terminaron de hacer su trabajo con Taehyung. 

- ¿Taeh?... ¿estás bien? – le pregunto Jungkook acariciando la mejilla de Taeh. 

-Si… ¿y tú? –le respondió y le devolvió la pregunta.

-Si tu estas bien… yo estoy mejor-

LOS DOS COMPARTIMOS EL DOLOR Y POR ESO… EL DOLOR SE HACE MENOS.

FIN DEL RECUERDO.

Jimin dio una Pequeña risa al recordar eso, pero… ¿Por qué?

- ¿Jimin? Creo que algo se te metió al cerebro- le dijo Félix agarrándole de la mejilla con su mano y Jimin rápidamente la agarra y dice como un macho alfa –Escúchame… si vuelves a pensar de esa manera, te castigare para que nunca más vuelvas a tener ese tipo de pensamientos… soy la mano derecha del todopoderoso, yo soy... el hijo de Dios y me encargare de que tú -Hizo una pequeña pausa - y los demás seres humanos repugnantes que piensen de esa manera, los que no creen en Dios, paguen por eso, no solo son simples palabras, sus desgracias son por culpa de sus palabras, por sus pensamientos… por su mala fe, si quieres vivir bien confía en Dios y veraz que él te ayudara, si lo alejas de tu vida, ¡te lanzare una maldición!- grito Jimin, soltando fuertemente la mano de Félix, yéndose con una cara enojada y seria, causando miedo a los demás, y hacer que vuelvan hacer lo que estaban haciendo antes ¿hablaba en serio?