Leonor

              Camina por suelos de mármol blanco, habitaciones majestuosas cubiertas por bonitas cortinas rosas con encajes. En todas ellas, figuras ricamente vestidas y con máscaras blancas de animales la observan atentamente susurrando entre ellos. Alguno hace amago de acercarse a ella o tocarla, pero sus acompañantes de inmediato los hacen desistir negando con la cabeza, saben que si le hacen daño, su "Big daddy" asignado a ella vendrá para protegerla con su magnifica y brillante armadura.

             Todo a su alrededor es iluminado por una luz irreal. Mientras camina, en su mente solamente existe una idea: despertar a los ángeles dormidos.

             De pronto, oye un tintineo como de campanillas y tras un maravilloso rastro de pétalos de rosa puede verlos, allí tendidos, enormemente bellos, con sus alas a la espalda y algunas mariposas volando a su alrededor. La jeringa con boquilla de biberón extraíble le pesa en los brazos, solamente tiene cinco años, es una niñita, pero tiene una misión importante: despertar a los ángeles, sacarles su esencia con su jeringa y tomarla para si misma.

            Al acercarse, huele el maravilloso perfume que emana de ellos, siente como siempre que la excitación llena su corazón y sin más dilación, clava la aguja en sus estómagos, sube la cánula y después, cuando esta llena, bebe de aquel manjar a través del biberón.

           Pero mientras se encuentra medio en trance, sentada junto a tan bellísimos seres, con los ojos cerrados en éxtasis, oye un caminar pesado a su espalda y lo ve, aterrador y gigante. Sin darle tiempo a escapar por el conducto de ventilación, aquel ser la agarra por un brazo, le clava una aguja en el cuello y un liquido extraño comienza a apoderarse de su ser y ella chilla, chilla, retorciéndose furiosamente, deseando de pronto atacarle, saltarle a la cara con garras y dientes para defenderse.

           Pero tras unos instantes de desorientación, sacude la cabeza respirando agitadamente y de pronto ocurre: Aquella luz irreal desaparece sumiéndola en la penumbra, solamente rota por la leve luminiscencia verde que sale de unas lamparillas en las paredes. De golpe siente una gran paz que inunda su cuerpecillo y su mente. Pero ¿dónde se encuentra exactamente? Mira a su alrededor y el suelo ahora es de un gris metalizado y cubierto por... ¡Ah! Los pétalos de rosas se han transformado en un líquido rojo y pegajoso que le mancha el vestido y las medias... ¡Aggg es sangre! a su lado hay unas figuras tendidas en el suelo.

          Se acerca a gatas para observarlas sin hacer caso a la figura ataviada con un traje como de buzo que, después de "liberarla" le tiende una mano enguantada diciéndole algo con voz amable. Los "ángeles dormidos" no son ángeles ni están dormidos. Todos presentan posturas antinaturales, tienen horribles heridas en cabeza y cuerpo, la mayoría presentan graves signos de descomposición... Ugggg, huelen terriblemente mal, ademas... están aquellas asquerosas moscas zumbando a su alrededor, alimentándose de los cadáveres.

         Entonces escucha unas voces siniestras y alguna que otra risa, decenas de figuras se ocultan en las sombras, éstas ya no llevan máscaras ni visten ropajes majestuosos. Son horribles criaturas con rostros deformes, la mayoría hinchados, con protuberancias que les salen de la cabeza, a alguno le falta un ojo.... Ella misma se oye chillar horrorizada, tapándose el rostro con sus manitas.

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          Al despertar de aquella horrible pesadilla, Leo se sienta en la cama de su apartamento todavía sudorosa y desorientada. Mira a su lado y ve a su esposo pacíficamente dormido, sin ser consciente de sus terrores nocturnos.

          Se tapa el rostro con ambas manos sintiendo unas terribles ganas de llorar. Volvía a estar en Rapture, la inquietante ciudad submarina y ella solamente era una victima, igual que sus hermanas. Su nombre Leonor, una Little sister y vagaba por los pasillos con un único afán: cosechar ADAM* de los cientos de cadáveres que yacían tirados por sus pasillos, antes de ser liberada por él, por Delta.

*ADAM: substancia que solamente se encuentra en una especie de babosa marina y que es injertada en los estómagos de las Little sisters donde vive y las provee de su esencia. Lo descubrió accidentalmente la Dra. Tenenbaum, superviviente del Holocausto por colaborar con los nazis en sus poco éticos experimentos con sus compañeros judíos. Esta substancia permite reescribir el ADN humano, proporcionándoles superpoderes, pero a cambio corrompiéndoles la mente y el cuerpo. La doctora y un científico coreano aprovechan eso para hacer negocio. Las niñas se encargarán de recuperar ese ADAM sobrante de los cuerpos de los muertos para ingerirlo, la babosa que tienen en su interior lo procesa y lo incrementa en treinta veces su cantidad. Cuando están lo suficientemente llenas, las "receptoras" lo regurgitan y los científicos solamente tienen que recogerlo y venderlo. Las niñas viven por y para eso, esa substancia que corre por sus venas las mantiene en un estado hipnótico que les hace vivir en un mundo irreal. Fin