De Nuevo Tú

Capítulo 2

Era de mañana el señor Lucio, despertó de un buen ánimo pues había soñado con Nora. Se levantó de su cama, yendo hasta su ventana recibiendo la luz del sol sobre él. Volvió hasta su cama tomando su celular. 

–Alberto…

–Buenos días señor

–Con respecto a las flores que te pedí…

–Si señor en este momento, estoy yendo a la floristería para comprarlas.

–Déjalas. Iré yo mismo.

–Si señor

Colgó la llamada. Bajando en pijama hasta la entrada de su gran mansión a recoger su periódico una actividad que siempre hacia cada mañana. Esa mañana se sentía renovado y la razón era obvia. Volvió dentro de su mansión tomando asiento en la sala se puso a leer.

–Buenos días papá –Jenny llego a la sala saludándolo.

–Buenos días hija. Ana no baja –bajo el periódico.

–Ya ha de bajar. Es domingo y siempre este día se despierta tarde.

–Tienes razón –continúo leyendo.

La empleada que trabajaba ahí los llamo a desayunar y en ese preciso momento, Ana bajo cambiada de ropa playera.

–Buenos días papá –beso su mejilla y también la de su hermana.

–Buenos días hija. ¿A dónde vas tan temprano? –pregunto su padre.

–A la playa Luis me invito hoy –respondió.

La expresión de su padre cambio. Aquel chico Luis no le agradaba para nada, por eso tenía alguien vigilándolo para saber qué clase de hombre era.

–Bueno siéntate a desayunar –dijo él.

–No gracias. Desayunare junto a Luis en el viaje a la playa. Los veo en la tarde –Ana se marchó.

Su padre junto a su hermana la miraron irse, tranquilamente mientras el señor Lucio enfoco de manera seria su mirada. Volviendo a centrarse en su desayuno acompañado de su hija Jenny.

–Yo también me voy papá. Iré con unas amigas al centro comercial –declaro ella.

–De acuerdo hija. Cuídate –dijo el padre.

Este se levantó de la mesa, yendo hasta su despacho tomando su celular llamo a Derek.

–Señor Lucio. Buenos días –saludo desde el otro lado de la línea.

–Derek ¿Dónde estás?

–Voy por mi novia, para irnos a la playa. ¿sucede algo señor? –declaro Derek.

El señor Lucio sonrió –eso es bueno –Derek confundido al otro lado de la línea –necesito que me ayudes con lo acordado.

–¿Quiere que vigile a Luis? El novio de su hija… pero…

–Si –lo corto –la está llevando a la playa y necesito que lo investigues de lejos. ¿podrás?

Derek se molestó un poco, pero debía cumplir además estaría lejos de ellos por lo cual podría disfrutar de la playa junto a Nora. Exhalo.

–De acuerdo. Lo vigilare de lejos –respondió.

–Gracias. Con respecto al informe sobre…

–Solo se lo dare cuando encuentre algo sospecho de él. Lo sé. –contesto.

–Bien. Lamento arruinar tu día libre con esto.

–Descuide señor –colgó.

El señor Lucio fue a cambiarse, para ir a comprar personalmente el ramo de flores para Nora con un problema de que no sabía dónde vivía eso le tomaría algo de tiempo. Sin embargo, tenía el poder, para descubrirlo en tanto solo minutos. Tomo su celular llamando a la universidad.

–Buenos días habla el señor Lucio Salvatierra. Quisiera pedir una información –hablo cortes.

–Buenos días señor Lucio. ¿En qué podemos ayudarlo? –dijo una mujer al otro lado de la línea.

–Sobre la chica que gano, el concurso de ayer. Me podría facilitar su dirección, quisiera llevarle un presente por su coronación.

–Lo siento señor, pero no puedo facilitarle esa información. Es política de la universidad –contesto la mujer.

–Entiendo señorita, pero por favor. Le agradecería que me ayudara con eso –uso tono más suave y seductor.

La mujer lo noto a pesar de que no podía hacerlo, entregar la información de un estudiante a terceros, conocía al señor Salvatierra un hombre que de seguro le traería problemas. Por lo que dijo.

–Un momento señor. Ahora le verifico –busco en el sistema de la universidad encontrando la información sobre Nora –aquí está su dirección es…

El señor Lucio apunto la dirección –gracias señorita. ¿Cómo puedo pagarle?

–Descuide señor Salvatierra. Tenga un buen día –la mujer colgó la llamada.

….

Derek llegaba en su moto a casa de Nora, para ir a la playa estaba a una cuadra de la casa de ella. Al llegar pito, anunciando su llegada. Bajo de la moto, caminando por pequeño y angosto camino de cemento. Llamo a la puerta.

–buenos días amor –Nora abrió la puerta.

Dentro de él se alegraba que no le abriera la puerta su madre y futura suegra, que lo mirada con su típica mirada desde la sala.




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