De Nuevo Tú

Capítulo 22

–Señor, necesita que lo lleve algún lugar –dijo Alberto al ver su jefe el señor Lucio colocándose el saco.

–No ve y recoge a mi esposa. Yo iré a ver a mi hija en la alcaldía –dijo saliendo de la oficina.

Camino por el pasillo del hotel en el piso de administración, encontrándose con Summer la secretaria de su hija con una montaña de carpetas sobre los brazos que al verlo lo llamo.

–Señor Lucio, espere. ¡Por favor!

–Si. ¿Qué sucede? –contesto.

–Le podría entregar estos documentos a la señorita Ana. Me dijo que iba a pasar todo el día en la alcaldía. Y como puede ver estoy al tope con estos documentos –dijo Summer. Extendiendo una carpeta.

–Claro –contesto tomando la documentación entrando al ascensor. En el estacionamiento, dejo la carpeta sobre el tablero saliendo del lugar.

Llego hasta la alcaldía e ingreso dentro y todos lo saludaron cortésmente, no uso el ascensor tomo las escaleras hasta la oficina de Ana y subiendo al sexto escalón. Miro a cierta persona que llamo su atención, no pudo verla bien debido que paso muy rápido y su mirada estaba en una carpeta que iba revisando.

Aquella persona llamo su atención por lo que se movió rápido llego al piso solo para verlo ingresar a la oficina del alcalde. Tenía cierta curiosidad, pero antes debía entregar la carpeta con los documentos que su hija debía ocuparse. Camino al otro lado del pasillo ingresando a la oficina, encontrando a su hija Ana sentada frente al ordenador y varios papeles sobre su escritorio.

–Hola hija –dijo.

Ana se levantó rápido, su padre la noto nerviosa su forma de reaccionar no era normal. No había razón para que reaccionara de esa forma.

–¿Papá? –dijo alarmada.

–¿Qué pasa hija? Vine a ver como estabas y traerte estos documentos, que me envió tu secretaria. –dijo su padre.

–¡Ah, no! Solo me sorprendiste. No te esperaba de esta forma –se levantó y saludo a su padre –gracias papá –tomo la carpeta. Volvió a su escritorio.

–Esa mesa es de tu compañero de trabajo –hablo mirando el escritorio con el ordenador –¿Te llevas bien con él? ¿Es competente en su trabajo? –pregunto.

Ana sintió un nudo en su cuello en el fondo agradecía al cielo que Derek se hubiera marchado a entregar esos informes de progreso del proyecto, porque si lo encontraba aquí de seguro se armaría un buen jaleo. Con el hombre que le robo a la mujer que amaba su padre, pero también estaba la posibilidad de que lo haya visto en el pasillo teniendo en cuenta la entrada de su padre.

–Es algo insoportable –dijo Ana cambio la expresión de su padre –, pero si es bueno en lo que hace.

Su padre centro su mirada –puede ser bueno, pero sino lo soportas dímelo y hablare con Ángel para que…

–No –dijo Ana rápido –no te preocupes papá sé cómo manejar la situación con él.

–Está bien hija –dijo su padre –déjame ver –se acercó mirando la pantalla del ordenador, mirando el trabajo de su hija –veo que te estas esforzando. Estoy orgulloso de ti. Sigue así y talvez considere ponerte a cargo con lo del crucero.

A Ana se le abrieron los ojos se levantó y abrazo a su padre, talvez no estaba diciendo que se lo entregaría, pero que la tenga en consideración la ilusionaba. Ese era el trabajo que deseaba y quería llevarlo a cabo.

–Gracias por considerarme papá –dijo Ana emocionada.

–No lo estoy asegurando, pero si continúas trabajando así considerare una junta para recomendarte para el trabajo –dijo su padre.

–Gracias papá. No te decepcionare.

–Bien hija. Te dejo trabajar voy a ir a casa –se despidió saliendo de la oficina. Ana se encontraba realmente emocionada con lo dicho por su padre.

La puerta se cerró, la sonrisa del señor Lucio se borró al verlo después de tanto tiempo –¿Qué le parece la sugerencia? –dijo Derek al alcalde.

–Me parece una buena idea, si ambos ya lo discutieron podemos llevarlo a cabo –dijo el alcalde mirando adelante encontrándose con su amigo Lucio, que no tenía una buena expresión –Lucio amigo –saludo. Los ojos de Derek se abrieron y el también miro en su dirección encontrándose con el hombre, que arruino su vida durante algún tiempo. Miro a su ex empleador y este lo miro de la misma forma de esa última noche. Se acercó a saludarlo –¡Que sorpresa! Estas de visita.

–Vine a ver a mi hija –contesto sin desviar la atención de Derek.

–A…, por cierto, este joven está trabajando con ella. Hacen un buen trabajo juntos. Él es…

–Se quién es –interrumpió el señor Lucio –jamás podría olvidar a un traidor como él –dijo con dureza llamando la atención de ciertas personas.

–¿Qué dices Lucio? Lo conoces –pregunto el alcalde.

–Ya te lo dije. Reconozco a los traidores –continúo afirmando el señor Lucio. Derek solo se limitó a sonreír, aunque en el fondo sus deseos de insultarlo y golpearlo por lo que hizo gritaban hacerlo. –Deberías buscar un reemplazo, porque te va a traicionar –afirmo el señor Lucio.

El alcalde miro a Derek que solo sonreía burlándose de lo dicho, además no parecía que Derek hiciera algo como aquello, en el tiempo que lo conoce le parece un joven integro. Además, tiene buenas recomendaciones y opiniones sobre él.




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