La señora Gaby se despertó temprano caminando hasta la habitación de las niñas y sus ojos se abrieron ante la sorpresa de encontrarse con aquella escena. Eva y Sofía estaban acurrucadas cómodamente, con Ana.
–Cariño. Buenos días –José Miguel llego.
–Shhh… mira –dijo la señora Gaby a su esposo.
José Miguel observo aquello y también se sorprendió por lo que observaba –esto no se ve todos los días.
–¿Qué no se ve todos los días? –llego Derek sorprendiéndolos.
–Nada deja que descansen un poco más –dijo la señora Gaby cerrando la puerta.
Derek la miro confundido –bueno, pero… mejor las despierto tienen escuela hoy –intento entrar dentro de la habitación.
José Miguel lo detuvo –mejor vete a bañar apestas. No quiero que mis niñas inicien mal el día.
–¡Que gracioso! –dijo Derek retirándose.
Los dejaron descansar un momento más, la señora Gaby preparo el desayuno hasta que volvió para despertarlas y en eso encontró a Derek en la entrada de la habitación de pie sin moverse.
–Derek ¿Qué haces ahí? –dijo la señora Gaby acercándose encontrando a Ana levantada junto a las niñas que seguían dormidas.
–Permiso –dijo Derek retirándose de la habitación.
La señora Gaby entro –¿Qué sucedió? –pregunto.
–Me encontró mirando a las niñas dormir –contesto.
La señora Gaby miro en dirección por donde se fue Derek –pues parecía que haya visto algo raro.
Ana solo estaba mirando a las niñas con mucho cariño como si fueran suyas, en sus ojos había un brillo especial por ellas y de alguna forma deseo que ellas fueran suyas. Las hijas que no pudo tener.
–Niñas hora de levantarse. Tienen escuela –continuo la señora Gaby –niñas –las sacudió un poco logrando despertarlas.
Ambas se levantaron iguales alzando sus brazos soltaron un bostezo –buenos días abuelita. Buenos días Ana –dijeron juntas frotándose los ojos con el dorso de la mano.
–Buenos días –respondieron las mujeres adultas.
–¡Ah! Ana si dormiste bien con nosotras –dijo Eva feliz.
–Lo siento si me moví un poquito –dijo Sofía sonriente.
Ana recordó. Ambas niñas se movieron un poco en la noche, pero termino durmiendo de manera cómoda con ellas.
–Claro que sí. Fue la mejor noche que he tenido –contesto.
Ambas niñas se levantaron –nos ayudas a cambiarnos para la escuela –dijo Sofía –vamos ayúdanos –tomo su mano.
–Aa… –dijo Ana.
–¡Por favor! Hoy le toca a papá y es muy malo, cuando trata de peinarnos el cabello –dijo Eva.
–De acuerdo. Yo las ayudo –respondió Ana.
Las niñas sonrieron alegres. La señora Gaby salió de la habitación encontrándose con Derek en el pasillo –con que soy muy malo para peinarlas –se quejó.
–No hagas escándalo y vamos a desayunar. Quieres terminar esto rápido cierto –la señora Gaby se lo llevo.
Al cabo de un rato Ana bajo junto a las niñas bien arregladas, con sus mochilas para ir a la escuela los tres integrantes estaban en la mesa desayunando y Eva habla.
–Papá mira. Ana nos ayudó.
–Si ya veo, que no les gusta que las peine yo –dijo llevando la taza de café a su boca.
Ambas niñas desviaron la mirada, con sonrisas divertidas mientras Ana no pudo evitar soltar una risa suave. Tomaron asiento, la señora Gaby la invito a desayunar con ellos. Esto era una familia completa por lo acontecido, desayunaron tranquilamente las niñas le insistieron a Ana que las acompañe hasta su escuela junto la señora Gaby. Acepto.
Al momento de salir de casa tuvieron una sorpresa nada agradable para Derek, esto era el colmo del descaro, comprendió que la señora Carlota este ahí presente. Después de todo es la abuela biológica de sus hijas, pero ¿Qué hacía Lucio ahí? Y sobre todo con esa misma cínica cara.
–Derek cálmate. Recuerda que están las niñas –intervino José Miguel.
–Su cara de cinismo, me hierve la sangre –contesto Derek.
–Lo sé. Y créeme que tengo los mismos deseos, pero contrólate –continuo José Miguel.
–Mis niñas –la señora Carlota ingreso dentro –holas mis niñas.
–Eh… hola –dijeron ambas.
–Hola pequeñas –dijo Lucio con su típica sonrisa.
–Hmm… –ambas pequeñas se escondieron detrás de Ana.
–¿Pasa algo? –dijo la señora Gaby.
La señora Carlota ignoro a la señora Gaby y respondió –quería dejar a mis nietas en su escuela. Por eso estoy aquí.
–Niñas no quieren ir en ese coche de ahí –dijo Lucio señalando el auto.
–No lo permitiré –intervino Derek.
–¡Papá! –dijeron las niñas.
–Son mis nietas y quiero que estén conmigo –dijo la señora Carlota.
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Editado: 03.08.2023