Llegaron a casa de Ana donde no pudo aguantar el enojo contenido en ella y de manera violenta lanzo la carpeta contra el mueble.
–Ana ¿Qué ocurre? –pregunto Subaro.
–Es un irresponsable. Eso es lo que ocurre –dijo molesta.
–Llego en mal momento –apareció Jenny –hola amor –saludo a Subaro.
La beso –no. Solo que, Derek decidió abandonar el proyecto de la alcaldía.
–No puedo creerlo. Derek hizo eso. No se parece en nada al Derek que yo conocía –contesto Jenny.
–Claro que no. Es el mismo de siempre, un irresponsable que huye de todo. Y si cree que con esto se liberara de todo está muy equivocado –tomo la carpeta del mueble.
–Ana espera –detuvo a su hermana –no te entiendo, deberías estar feliz. Después de todo tendrás lo que querías que se marche y no verlo nunca más.
Ana no sabía que decir, guardo silencio intentando pensar una respuesta –esto lo hizo sin mí –dijo al fin agitando la carpeta –no me involucro, para hacer esto –se dio la vuelta saliendo de la casa.
–Ana –no escucho el llamado de Subaro, subiéndose al auto dirigiéndose a casa de Derek.
Llego hecha una furia hasta la residencia de Derek llamando a la puerta, siendo abierta por la señora Gaby –señorita Ana. ¿Qué hace aquí? –dijo amable como siempre.
–¿Dónde está ese idiota desertor? –dijo ingresando a la casa.
–Se refiere a Derek –contesto la señora Gaby.
–Si. No conozco a otro a parte de él –dijo molesta.
A pesar de la actitud de Ana que molesto un poco a la señora Gaby, no pudo evitar sentir un grado de admiración por ella. Su personalidad y carácter le parecían divertidos y agradables.
–Esta dentro del despacho, espéreme un momento…
–No, iré personalmente. Seguramente intentara escaparse de mi –interrumpió Ana dándose la vuelta y a los dos pasos se detuvo al escuchar unas voces.
–Ana –las gemelas llegaron de la puerta del jardín de la casa ambas corrieron y la abrazaron.
–Ana que haces aquí. ¿has venido a jugar con nosotras? –dijo Eva contenta.
–Ven con nosotras –hablo Sofía tomando su mano y del mismo modo lo hizo Eva.
Ambas pequeñas la jalaron, pero Ana puso un poco de resistencia a lo que las niñas no desistieron –ahora no puedo niñas. Necesito hablar con su padre –dijo liberándose.
–Con papi. Es importante –dijo Sofía.
–Niñas vengan conmigo –intervino la señora Gaby –permitan que hable con su papá.
Las niñas compartieron miradas –está bien, pero después juegas con nosotras –hablo Eva.
La señora Gaby se llevó a las niñas y Ana entro hecha una furia al despacho encontrándose con Derek sentado en tras su escritorio, con unos documentos en sobre el escritorio.
–¿Qué haces aquí? –dijo suave.
Ana camino hasta el escritorio y aventó la carpeta sobre los demás documentos. Derek miro la carpeta y luego a ella. –No estoy de acuerdo con nada de esto –dijo tomando asiento.
Derek cruzo los brazos y se reclino sobre el espaldar de la silla –está aprobado por toda la mesa directiva de la alcaldía. No hay nada…
–Pues yo no estoy de acuerdo con esto –interrumpió Ana.
–¿Qué paso contigo Ana? –Derek se inclinó hacia el frente –¿Por qué te ofendes? Después de todo ya no tendrás que trabajar conmigo. No era lo que más querías.
–No me ofende. Me molesta que no me hayas consultado para esto y trabajas para mí –dijo Ana.
Derek soltó una leve risa –no trabajo para ti Ana. Trabajaba para la alcaldía…
–Pero mi empresa es la que financia parte de los recursos para este proyecto. No lo sabias –dijo Ana. Derek la miro con una sonrisa amarga. –Entonces. Tendrás que hacerlo de nuevo en frente de mí, si quieres que esto se apruebe –sentencio Ana cruzando los brazos.
Derek tenía una expresión molesta y apoyando sus manos sobre el escritorio se levantó y dijo –no lo hare, aunque te arda.
–Pues mientras yo no lo apruebe. Seguirás trabajando para mí –contesto Ana con la misma posición de Derek mirándose directo a los ojos.
Ellos parecían matarse con sus miradas, que se atraían como si fueran imanes sin cortar la mirada el uno del otro, pero la infantil voz de Sofía ingresando los corto –papi… –dijo al ver la cercanía de ellos.
–Hija –dijo Derek cortando la conexión entre ellos –¿Qué pasa?
–El abuelo, me pidió llamarte. Dijo que tenía buenas noticias. ¿Qué hacían ustedes? –hablo Sofía.
–Nada princesa. Ahora voy –dijo saliendo detrás de su escritorio saliendo del despacho.
–Ana ve –Sofí la sujeto de la mano y se la llevo con ella.
En la sala estaban todos reunidos –en serio abuelito –dijo Eva contenta y al mirar su gemela corrió a ella sujetando sus manos le dijo –vamos a volver a la hacienda Sofí.
–En serio –dijo Sofía sorprendida –Es cierto abuelito –se dirigió a José Miguel y este asintió –sí. Vamos a volver a ver a Julieta y a su bebé –dijo dando saltos junto a su hermana.
#363 en Joven Adulto
#5089 en Novela romántica
nuevo comienzos y nuevos amores, amor familia drama dolor, odio rencor obsesión
Editado: 03.08.2023