De Nuevo Tú

Capítulo 35

Jenny miraba extraño a su hermana no entendía el comportamiento de Ana –¿Qué sucede Ana? Fuiste efusiva con ellas –recalco Jenny.

Subaro también la miraba de forma extraña, pero se mantuvo en silencio sin entender del porque se comportó de esa forma con aquellas gemelas.

–Jenny. Debes mantenerte alejada de ellas, no te las acerques. Yo también hare lo mismo –dijo Ana con la voz tenue llena de culpa y tristeza.

–Eh… ¿Por qué dices esos?

–Solo hazlo –intervino Ana –no debemos estar cerca de ellas. Debemos alejarnos de ellas.

Subaro corto su silencio –Ana ¿Acaso sabes algo que nosotros no? Dinos, talvez podamos hacer algo.

Ana guardo silencio, pero recordó las palabras de revelación de su padre, confesando su crimen. Recordó a las pequeñas gemelas felices y que todavía eran más felices cuando estaban con su madre y pensar que su padre destruyo esa felicidad hizo que su corazón se estrujara sintiendo gran culpa. Empezando a llorar.

–Ana –dijo Jenny acercándose sin entender el motivo de sus lágrimas –¿Qué sucede?

Ana siguió llorando cuando la puerta de su habitación se abrió dejando, ingresar a su padre por la puerta con semblante preocupado se acercó –¿Hija estas bien? –dijo preocupado.

–No te acerques –dijo a la defensiva Ana –aléjate.

Nadie de los presentes entendía el porqué de sus palabras –Ana, es papá. Solo esta…

–No quiero verlo. Que se retire –dijo Ana abrazando fuerte a su hermana.

Subaro al ver la situación se acercó al señor Lucio –señor, será mejor que se retire. Ana no se encuentra bien. Venga más tarde a visitarla.

Lucio salió de la habitación sin entender el comportamiento de su hija. No entendía porque se comportó de esa manera con él, como si temiera de él regreso a mirar la habitación donde se encontraba su hija y volvió alejarse de ella llegando hasta la cafetería del hospital pidiendo un expreso, encontrándose con las gemelas acercándose hasta la vitrina de los postres.

Sonrió. Acercándose a ellas –hola pequeñas –dijo amigable sorprendiendo a las pequeñas hermanas.

Las pequeñas se mantuvieron en silencio, observando esa extraña mirada de Lucio sobre ellas –hola –dijeron juntas con la voz tenue. Sentía al de miedo al estar cerca de Lucio.  

–¿Les gusta los postres? Les puedo comprar el que quieran –dijo amable Lucio. –Señorita deme unos…

–No lo queremos –dijo Eva –vámonos Sofí –tomo la mano de su hermana para marcharse.

–¿Por qué? –pregunto Lucio –solo quiero comprarles un postre.

–No lo conocemos, nos han enseñado a no aceptar nada de extraños –dijo Sofía. Y avanzo junto a su hermana.

–Me conocen estoy casado, con la madre de su mamá y deben saber que yo…

–No lo conocemos. Usted no es nada para nosotras –dijo Eva.

–No le respondan a su padre –dijo furioso levantando la voz Lucio.

Las gemelas se quedaron con los ojos abiertos y Eva hablo –usted no es nuestro papá.

–Si. Nuestro papá es más guapo –hablo Sofía.

–Niñas mal educadas –dijo furioso y levanto su mano sin importarle la presencia de os demás presentes.

–No se atreva –la señora Gaby llego las gemelas corrieron detrás de ella y le sacaron la lengua.

–Niñas malcriadas –dio unos pasos firmes en su dirección.

–Aléjate de ellas papá –Ana apareció junto a su hermana y Subaro –no te vuelvas acercarte a ellas.

–Ana apártate. Esas niñas son…

–Hijas de Derek y Nora. Déjalas en paz y vete de aquí –dijo Ana con seriedad, sin temor, sin respeto, pues lo perdió al escuchar lo que su padre confeso.

Lucio furioso y sin entender nada salió de la cafetería encontrándose con Derek y José Miguel en la salida mirándolo de manera asesina y al estar a la altura Derek hablo severo.

–Vuélvete acercar a mis hijas. Tócales un cabello y hare que te arrepientas toda tu vida –dijo Derek.

Lucio miro con desprecio a Derek y sin decir palabra salió de la cafetería se acercó junto a sus hijas que salieron detrás de la señora Gaby –gracias Ana –dijeron juntas sonrientes.

Ana no se volteó para mirarlas solo asintió y se acercó hasta la vitrina de la cafetería pidiendo un café expreso.

–¿Te gustaron las galletas? –pregunto Sofía.

Ella sin responder, sin mirarlas continuo su camino siendo detenida por Derek –mañana en la oficina para revisar esos puntos que no parecen gustarte –no dijo nada y continuo.

–Está molesta –dijo Eva.

–Tranquilas –intervino Jenny –me encargare de que como las galletas en casa. Ya verán que les gustara –camino junto a Subaro.

–¿Qué le sucede a Ana? –pregunto Derek a Jenny –está algo rara.

–No lo sé, pero lo voy averiguar –dijo Jenny marchándose.




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