De Nuevo Tú

Capítulo 36

Fueron trasladados hasta un lugar recóndito alejado de la ciudad, y para evitar que más complicaciones les vendaron los ojos siendo que les constaría reconocer por donde los trajeron. La camioneta se detuvo y aquellos sujetos los bajaron llevándolos, al interior de una vieja casa abandonada en el interior de un bosque. Los ataron a unas sillas espalada con espalda.

–Muy bien, hay que esperar –dijo uno de los captores. Todos se retiraron.

–¿Qué hiciste esta vez Ana? –pregunto Derek.

–Crees que tengo que ver con esto –recalco Ana.

–Pues… cuando me secuestraste, unos sujetos te querían asesinar. Y lo hubieran hecho, si yo no estuviera ahí.

–Entonces debería darte las gracias –dijo con ironía Ana.

–Me dispararon gracias a ti. Si lo has olvidado –continuo Derek.

Hubo silencio, Ana no respondió nada. Solo sabía una cosa la razón por la que estaba aquí era por su padre, por los negocios que alguna vez hizo con el tal Alejandro y su traición. Ahora entendía las cosas. El intento de asesinato en la isla, lo de su hermana Jenny incluso, incluso el robo del equipo de paneles solares, todo estaba relacionado con ese hombre.

–Ana –intervino Derek cortando el silencio –estoy seguro de que sabes algo sobre esto. Y la verdad me estoy formulando varias ideas, respecto a esto. ¿Me dirás que ocurre? –Ana guardo silencio. –lo sabré de todas formas, cuando el jefe ingrese por esa puerta. Así dime. ¿Qué sucede? 

Ella lo sabía, cuando el tal Alejandro ingrese por esa puerta se desvelaría todo. Probablemente conociera muchas cosas de su padre, podría revelar si ve a Derek ahí junto a ella. Sin tener otra opción le diría lo que ocurría. Le diría todo lo que había descubierto recientemente.

–No es sencillo, lo que te voy a contar –dijo Ana con la voz baja. 

–Nunca es sencillo solo dime –continuo Derek.

Hacerle prometer que no intente nada contra su padre era inútil. Cuando se entere que fue su padre quien asesino a Nora, perdería los estribos y sería capaz de matarlo el mismo.

–Escucha lo que te voy a decir, pero ¡por favor! Quiero que entiendas algo –dijo Ana.

–Suenas como si tuvieras miedo descontrolado… –hablo Derek.

–Solo quiero, que entiendas que yo lo sabía hace a poco y… –las palabras de Ana fueron cortadas por el ingreso del jefe.

La señora Gaby recibió una llamada de la policía, donde le pedía ir a la comisaria por un asunto de suma importancia. Le informo a José Miguel y juntos fueron hasta la comisaria en lo que solo José Miguel ingreso a la oficina del detective, encontrándose con cierta persona. Lucio Salvatierra, también estaba presente.

La señora Gaby al ver al hombre salió de ahí, seguida de la señora Carlota se alejaron hasta un área donde estuvieron ellas dos con las gemelas.

–¿Qué sucede oficial? –pregunto José Miguel.

–Soy un hombre ocupado detective, será mejor que se dé prisa –dijo Lucio.

El detective movió la pantalla de su computadora –miren la pantalla –dijo y lo hicieron en ella aparecían Ana y Derek y al poco tiempo los sujetos que los secuestraron –ocurrió hace poco, los guardias del edificio nos notificaron.

–¿Qué ocurrió con mi hija? ¿Dónde está? –dijo Lucio levantando la voz.

–Estamos investigando, pero como fue reciente no tenemos nada. y por eso queremos saber si usted como el empresario que es tiene algún enemigo –indago el detective.

Lucio se mantuvo en silencio, pues tenía muchos enemigos y solo uno de ellos se las tenía juradas estaba sobre él –no –dijo Lucio.

–Mi hijo tampoco tiene enemigos, hace poco que llegamos a esta ciudad –intervino José Miguel. –solo estaba en el lugar equivocado.

–Yo no lo creo así –intervino Lucio. –¿Quién dice que no es él cerebro de todo esto?

José Miguel sabía muy bien por donde iba Lucio, por lo que no entraría en su juego –si hay alguna noticia. ¡por favor! Infórmeme detective –dijo levantándose.

Salió de la oficina acercándose hasta la salida donde miro a la señora Gaby sus nietas y la señora Carlota juntas, no parecían estar peleando o solo era que la señora Carlota no quería armar un alboroto dentro de la comisaria y retroceder unos pasos con el cariño de sus nietas.

–Gaby vámonos –dijo llegando.

Ella asintió y se fueron las gemelas se dieron la vuelta agitando sus manos se dirigieron a la señora Carlota –adiós –con una sonrisa.

Al llegar a casa enviaron a las niñas a jugar al jardín de atrás de la casa mientras José Miguel le explicaba lo sucedió a la señora Gaby, quien se asustó ante lo mencionado. Ahora debían estar atentos y no revelar nada las niñas para no preocuparlas, pero sería complicado mantenerla la mentira si la situación se alargaba más tiempo.

Lucio estaba furioso por lo acontecido sabía exactamente quién era el responsable, por lo que le pidió a Alberto encargarse junto a unos hombres de confianza. Ocuparse de Alejandro y de paso como un extra más deshacerse de Derek sacándose a dos estorbos de su camino.




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