–Debe venir a dar su declaración –dijo el detective a Derek. Este estaba pendiente, miraba a Ana al otro lado. –Hey, me escucho.
–Ah… quiero ver a mis hijas primero, luego iré a declarar –contesto.
Avanzaron hasta su auto y en eso el celular de José Miguel se escuchó y contesto. –Amor, estamos yendo… –su voz se cortó tensando todo su cuerpo. –¿¡QUE!? –dijo en tono alarmante llamando la atención de todos –Quédate tranquila amor. Vamos para allá.
–José Miguel. ¿Qué pasa? Estas, pálido –dijo Derek.
–Lucio. Lucio irrumpió en la casa y se llevó a las niñas –declaro José Miguel.
–¿¡QUE!? –dijo Derek.
–Mi papá hizo que –dijo Jenny que estaba cerca junto a su hermana y Subaro.
–Desgraciado. Vamos rápido –dijo Derek ingresando al auto.
Todos muy preocupados salieron tras de él hasta llegar a la casa donde encontraron la valla destruida, algunos vecinos observando, rápido salieron de los vehículos ingresando dentro de la casa encontrando a la señora Gaby siendo atendida por una joven que la estaba asistiendo.
–Gaby –dijo José Miguel llegando con ella, abrazándola.
–Cariño –dijo la señora Gaby.
–Señora Gaby. Mis hijas. ¿Dónde están mis hijas? ¿para donde se las llevo? –pregunto Derek desesperado.
–No lo sé. Ese hombre apareció destruyendo la valla de la puerta, por lo que me dio mala espina y me oculte junto las niñas en el closet bajo las escaleras. Pero nos encontró y cunado intente detenerlo me golpeo y quede inconsciente –explico la señora Gaby.
–Cariño. Escuchaste algo más hablo por teléfono. Cualquier dato es importante –hablo José Miguel.
Ella negó –lo siento tanto –dijo rompiendo en llanto.
–¡Bastardo infeliz! Voy a matarlo –dijo furioso Derek.
Ana miro la desesperación de Derek por sus hijas, su padre estaba pasando los límites y agregaba otro cargo más a sus crímenes. Involucrar a niñas inocentes, que no tienen nada que ver. Miro a su hermana y apartándose intentaron contactar a su padre llamándolo sin tener resultado. No se rindieron y continuaron, hasta que Jenny logro contactarse con su padre.
–Papá –dijo Jenny. –¿Papá dónde estás?
–Muy lejos. Junto a mis hijas –respondió Lucio.
–No somos tus hijas. Viejo feo –se escuchó las voces de las gemelas.
–Papá…
–Dámelo –intervino Ana tomando el celular –papá detente, estas cruzando los limites. Deja a las niñas no tienen nada que ver.
–Son mis hijas –grito con fuerza que hacia asustar a las gemelas junto a él –las amo, como ame a Nora. Son mías, ese bastardo no me las va a quitar de nuevo.
–Papá ellas no son tus hijas. Tus hijas somos Jenny y yo. Así que…
Derek apareció quitándole el celular a Ana y con la voz severa y llena de furia –hijo de perra. ¿A dónde te llevas a mis hijas?
–Tus hijas –rio con fuerza y luego cambio a una voz rabiosa –ellas no son nada tuyo. Ellas son mías, al igual que Nora. Y esta vez estaremos junto para siempre. Nunca nos vas a volver a separar.
–Estas enfermo. Cuando te encuentre voy a matarte con mis propias manos. Por la muerte de Nora y secuestrar a mis princesas –declaro Derek.
–Matarla. Yo no la mate. Fuiste tú. Tu eres el único responsable. Hasta nunca. Nunca volverás a ver a mis hijas –colgó.
–Desgraciado. Mil veces desgraciado –lleno de furia lanzo el celular contra el suelo.
–Derek –dijo Ana suave dio un paso, para acercarse, pero se detuvo.
–La señora Carlota. Talvez ella sepa algo –dijo Subaro.
Todos se voltearon a verlo y en eso llego el otro detective, que investigaba sobre el caso de Nora, pero rápido supo entender la situación ya todo estaba resuelto con respecto al asesinato de Nora y ahora tenían otro problema todavía más grande.
–Estas seguro –dijo Jenny.
–Talvez sepa algo, sobre esto. Ella también estaba deseosa, por tener a sus nietas junto a ella. –explico Subaro.
–Intente contactarla. Den la orden de bloquear todas las salidas de la ciudad y de las venideras. No podemos dejar que escape –dijo el detective. –No se preocupe lo atraparemos.
–Aunque lo hagan voy a matar a ese bastardo, si lo veo –dijo Derek.
–De igual forma –intervino José Miguel.
El detective y los oficiales salieron de la casa en busca de Lucio. El otro detective se quedó –tengo noticias sobre…
–Ya sabemos quién asesino a mi esposa –dijo Derek. –y cuando lo encuentre lo voy a matar. –Ana y su hermana permanecieron en silencio. ¿con que derecho podrían protestar? Su padre había asesinado a Nora, era traficante y ahora el secuestro –sino tiene algo más interesante que el nombre de Lucio Salvatierra puede irse.
Subaro había llamado a la señora Carlota confirmando que ella estaba, en la ciudad en el club y al parecer no sabía nada de lo sucedido. Pero cuando se enteró que Lucio había hecho aquello, se inquietó e intento llamar a su esposo.
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Editado: 03.08.2023