Me di cuenta que la idea de reforzar mi conocimiento la estaba tomando muy enserio cuando llegué a estudiar toda una semana e incluso más de dos horas junto a Lily, ha sido de mucha ayuda y me divierto muchísimo, hasta ahora sé más que mi prima Nancy, tiene seis años y es una cerebrito, al parecer todos los que me rodean tienen un nivel más alto en base a mí, los exámenes se acercan y estoy un poco emocionada para saber mi calificación en este parcial, pienso que me superaré por mucho, he practicado los ejercicios que mi amiga me ha dado para agilizar mi mente, busqué trucos en internet y he mejorado en mi retención de información.
He pasado tanto tiempo fuera de casa que estoy a una salida de quedar castigada, no les he contado a mis padres sobre mi plan de ser una estudiante prodigio o al menos es lo que pienso que seré, ellos piensan que salgo con Joe, no les conté lo mal que nos fue en nuestra primera, única y última cita, se veía ofendido, tal vez todas las chicas con las que él ha salido son inteligentes y no necesitan de absurdas palabras tatuadas con pluma negra en su brazo, decidí ir a la biblioteca por placer, es la primera vez que despierto con ganas de leer otra cosa que no sea el libro que me prestó Lily.
Salí de mi habitación y dejé una nota en la mesa cuadrada de madera oscura, salí por la puerta y me encontré a papá regando el jardín que comenzaba a tomar forma.
-¿A dónde vas señorita?
-A la biblioteca
-No te creo, si estás poniendo esa excusa para ir a ver a...
-No papá, no voy a ver a Joe, ni hoy ni nunca
-¿Pasó algo malo entre ustedes?
-Nunca fue un nosotros. Solo fue una salida casual y ya, no todo es chicos en mi vida papá.
Dicho eso caminé por la acera de la calle en donde hace un par de semanas había caído y sangrado mi rodilla, caminando libremente y sin preocupaciones cuidando de no pisar la raya poco marcada que dividía un cuadro de asfalto con otro seguí en mi camino, con la mirada en alto y luciendo el atuendo perfecto para demostrar todo lo que hay en mí. Llegué hasta el mismo edificio que visitaba tan a menudo que era como mi tercer hogar, al notar que apenas estaba abierto decidí entrar cautelosamente para que el guardia de seguridad no me mirara, en veinte minutos era la hora de inicio en la jornada de alguien en este lugar tan calmado y relajante, me apresuré y subí un par de escalones hasta llegar al segundo piso en donde estaban las novelas, nunca he leído un libro completo sobre alguna historia o información así que tal vez le podría dar una oportunidad a que un libro entre en mi memoria y me haga adicta a él como lo hizo la ropa hace ya hace un par de años, no puedo creer lo que era yo, una desalineada chica de trece años, con los atuendos más coloridos y sin combinación de colores, era como si mis manos tomara la mitad del conjunto de mi abuela y la otra de algún zoológico, era una combinación tan rara que si caminaba por las calles la gente pensaría que soy una indigente. Hice una mueca al pensar en que si Danny no me hubiera conocido aún sería esa chica tímida resguardada bajo un enorme suéter que usaba los domingos en una noche de películas y con dos botes de helado, sería un desastre, un desastre de la moda.
Con mi dedo índice acaricié la parte de al lado de los libros en la que estaban los títulos, recorría el margen de una que otra letra hasta llegar a uno que me llamó la atención Su nombre era una combinación perfecta, “Eleanor y Park”, leí la sinopsis y me pareció muy interesante, quería leer una novela así que la tomé entre mis manos y observé la portada blanca, nunca se había sentido tan bien tener un libro en mis manos, comencé a caminar con él , pasé por el área de trabajo de Lily en el segundo piso y llegué hasta donde siempre estudiamos, era un lugar tan calmado, podías pasar horas metido ahí, solo oliendo el fresco aroma de los libros, viendo los colores que formaban los cientos de ellos que posaban en los estantes, los diferente grosores y el increíble silencio, me senté en mi sillón y hojeé el libro, comencé a leer y leer hasta no darme cuenta de que las horas pasaban .Era increíble como podías adentrarte a mundos que jamás pensarías estar, era como si en ese preciso momento vivieras, sintieras y observaras lo que el libro describía tan detalladamente, sentía como mi mente procesaba cada palabra y la convertía en una imagen viva, conmigo en ella, era como si mis sentimientos se mezclaran y se escribieran en cada página que leía, cada mirada, refunfuño o sonrisa mis facciones involuntariamente lo hacían y tal vez se veía demasiado extraño pero ahora siento porque a todos les parece extraordinario.
-¿Julie?-Alcé mi vista y me encontré con mi mejor amiga, me paré rápido y me acerqué a ella sin cerrar el libro.
-Esto es tan, hermoso... Extraño... y genial que no puedo parar, Pobre Eleanor, odio a su padrastro. Ya lo quiero terminar. Voy a llorar
-Bienvenida a mi mundo
-¿Eso quiere decir que soy una nerd ahora?
-Vamos a ver, te haré preguntas y tú me las contestarás, si son correctas es que ya estas convirtiéndote-Soltó una risita y rodó los ojos.