Encuentro fatal

Alexa.
Anteriormente
Un rayo de sol atraviesa mi ventana, el sol impacta en mi cara y al fin despierto. Mi pelo está desordenado, recibo una llamada e inmediatamente cojo el teléfono.
—¿Qué sucede?—le preguntó a Paula. Levantándome de la cama, soy muy dormilona y odio que me molesten.
—Me dijiste que querías distraerte hoy, no — pregunta algo rara.
—Sí, pero a esta hora, Paula, por favor, habla rápido qué quieres —ella sabe que soy muy dormilona.

—Es que no sabía a quién decírselo, tú eres mi mejor amiga, no tengo a nadie más — Paula es mi representante y es como una hermana para mí. Nos conocemos hace años.
—Está bien, cuéntame, no me dejes intrigada, sabes que soy chismosa— las dos reímos.
—¡No puede ser, ¡joder!— ¡Chilló!
—¿Qué sucede? —Hoy quedé de ver a Marcos, es mi novio, llevamos dos años juntos y la verdad es muy tóxico.
— Ya son las 9:00 y hoy tengo una cita con Marcos y es a las 10 de la mañana me va a matar, te tengo que dejar luego me cuentas qué pasó con tu vida — comentó alterada y cuelgo el teléfono, cojo de mi armario el vestido más sexy y escotado que encuentro, a Marcos le gusta que me ponga sexy para él y bueno no quiero que se moleste por qué voy supertarde, arranco mi coche y voy al centro comercial que es donde tendremos nuestro desayuno en uno de los restaurantes más caros del país en el restaurante Jeans, dejo mi coche en el estacionamiento cuando una pequeña niña choca conmigo lanzándome encima un vaso con agua
—Estúpida— me alteró por completo el odio a los niños. Desde que tengo una hermana pequeña, me pasa esto con ellos. La niña se va llorando, creo que me pasé un poco, pero bueno, ella es la tonta, ahora no podré ver a mi novio. Me llega una invitación a mi teléfono me la ha enviado Paula dice que en la mansión Barat abra una fiesta, he oído ese apellido antes esa familia es muy poderosa y multimillonaria, la invitación es para las 11:00 de la noche, creo que iré necesito aliados con que se asocien en mi empresa, bueno voy a la empresa a dar algunas órdenes y luego me preparó con Paula para asistir a la fiesta
—Alexa viste por fin a Marcos —pregunta.
—No, una pequeña insolente me tiró un vaso de agua arriba y no pude verlo por qué preguntas, lo viste hoy, dónde dime —agrego.
—No solo sé que él también fue invitado a la fiesta, me lo comentó Luis, no sé qué tiene que ver Marcos con los Barat — sonríe.
—¿Qué tiene que ver Luis en todo esto?— Luis es mi fotógrafo personal y Paula está muerta por él.
—No sé la verdad, hoy me llamó y me invitó a la fiesta, dice que uno de los dueños de esa familia es muy amigo suyo, creo que esto lo hace para acercarse a mí —vuelve a sonreír y a sonrojarse un poco.
Bueno, a fin nos alistamos, vamos en mi coche, llegamos a fiesta y está prendida, hay varias personas, esto está lleno, el jacuzzi está impresionante, está rodeado de prostitutas. Menuda fiesta no está hecha para mí y menos comparada con mi nivel de fiestas, pero buenos socios son socios.
Cristian (antes de la fiesta)

Llamó a Luis, me debe varios favores, le he prestado dinero varias veces.
—Luis, tienes que darle esta invitación a tu jefa, entiendes, no sé cómo le harás, pero Alexa En tiene que venir hoy a mi fiesta— lo amenazó y cortó la llamada.
En la fiesta
Cómo lo planeé veo a Alexa bajarse con otra chica de su coche, en persona es más chula que en fotos, su cabello es negro y rizado, su piel está muy bien cuidada se ve que no sale casi la princesa, sus ojos son color café y muy penetrantes, su vestido es sexy y muy escotado en serio sí que parece una princesa debo admitir que me encanta esta chica, me acercó a ella y le ofrezco la bebida con cocaína, ella me mira confundida y me pregunta
— ¿Quién eres?— pregunta y me quita la bebida de la mano, es más rápida de lo que yo creía.
—Soy el dueño de esta fiesta, soy Cristian, Barat mucho gusto — se toma la bebida de un sorbo, en pocos segundos se ve cansada, y pálida, me grita como una loca.
— Maldito que me diste a beber — la droga hace efecto rápido en ella, me vomita encima, mi saco está lleno de vómito de esta mujer.
—Ven, te mostraré un lugar — la llevo a la habitación. La pobre está muy mal, cae en la cama y se duerme completamente, luego Cristopher va para la habitación.
—Bueno, está más chula en persona — comenta el pervertido de mi hermano. Le quitó el vestido, se lo quitó con delicadeza y con mucho gusto. La verdad es que mi hermano abre los ojos como platos.
—Está riquísima, hermano, ¿no vamos a quitarle la ropa interior, por favor, vamos a hacerlo?— opina.
—No Cristopher con esto basta, pienso por unos segundos, aunque tienes razón mis ojos quisieran ver qué hay detrás de ese sujetador— los dos reímos, nos quitamos la ropa y nos quedamos desnudos al igual que ella nos lanzamos encima de la chica y grabamos y tiramos fotos, le damos un par de besos y Cristopher le toca un pezón lo fulminó con la mirada al hacer esto, lo que estoy haciendo por mi hija nunca imaginé que pudiera hacer tal cosa, terminamos de tirar las fotos y llamamos a Luis para que le diga a su amiga y la lleve a su casa, luego la dejamos en la habitación y nos marchamos a atender a los invitados, a lo lejos veo a su novio al tal Marcos está coqueteando con una mujer no merece a la mujer que tiene, mi hija corre hacia mí de repente
—Sofi, qué haces aquí, te dije que no salieras de la habitación con tu abuela — le exijo.
—Es que me dijeron que Alexa venía y tenía ganas de conocerla en persona, lo siento, papi — pone cara de inocencia. Alexa nos pasa por el lado, su amiga la lleva cargada, Sofi corre hacia ella, yo la sigo.
—Alexa, soy tu fan número uno, de grande quiero ser de famosa como tú — agrega Sofi.
Alexa, al verme, se pone estérica, me golpea una y otra vez y mi hija se queda en shock. Creo que está algo cuerda, después de todo, en uno de sus golpes se acerca a mí y me grita.
—Maldito, grita una y otra vez —maldito loco —. Su amiga la lleva casi arrastres porque, si es por ella, se quedaba allí gritándome. Maldito loco, ¿en qué lío me he metido? Menuda loca he conocido. Veo cómo su novio la sigue y la ayuda a entrar en su coche. Luis se acerca a mí y me ordena.
—¿Qué le hiciste a Alexa, imbécil? Vi cómo se la llevaban y también vi que la llevaste para tu habitación — su mirada es de amenaza, pero no me intimida para nada.
—No te metas en lo que no te incumbe. Si dices algo de lo que sucedió esta noche, me las pagarás y no te preocupes que no le hice nada, que ella no quisiera.