De Princesa a Reina

Una visita inesperada

La multitud de personas que han llegado a ver la presentación de mis pequeños hijos siguen gritando, aplaudiendo y diciendo varias frases que demuestran la alegría que sienten al ver a los futuros herederos de Nueva Erlanwood.

Cuando todos llegaron a saber que Kaleb, Valentina y Fionn habían nacido, no tardaron mucho todos los estatus en hacer fiestas en sus distintos distritos y puntos cardinales de las zonas en donde viven; fue sorprendente saber que el pueblo de Nueva Erlanwood se encuentra feliz por el nacimiento de los dos príncipes y de la princesa que hasta los presentes de muchas familias empezaron a llegar en la semana en que mis hijos nacieron.

Tuve que estar en la clínica durante tres días para recuperarme del parto de los trillizos y aunque esos días fueron los más crueles por comer nutritivamente y ser vigilada por guardias para que no intentará escaparme, las cosas también tuvieron una buena parte, lo digo por el hecho en que todo el día pude contemplar y acariciar el rostro de mis bebés, fue muy emocionante saber cómo cada uno de ellos se llega a comportar diferente cuando se encuentran despiertos y eso que al estar dormidos, me parece una ternura cuando cada quien tiene una diferente posición en su cuna.

Kaleb parece ser el más tranquilo de mis tres hijos, ya que siempre que le doy de comer, termina por quedarse dormido, además, no llega a moverse muchas veces o solo bosteza y da unas pequeñas pataditas. Valentina casi siempre toma su conejo de peluche para dormir, lo mejor de ver a mi pequeña princesa es que ella no suelta al muñeco que hasta puedo decir que parecen ser inseparables; y Fionn, el pequeño a veces suele darme un poco de guerra por las noches y eso sin decir que cuando me dieron el alta para salir de la clínica y ahora poder ir a descansar a la habitación de Xavier y mía, Fionn parece siempre querer tener la atención de sus padres y más por las noches que parece estar activo y no querer irse a dormir. Xavier intenta dormirlo unas cuantas veces pero el pequeño aunque le canten una canción o lo acunen en mi pecho o en el de su padre para dormir, parece no querer cerrar los ojos, en vez de eso Fionn, siempre admira todo lo que está en su alrededor, puedo decir que el pequeño es un gran curioso y más cuando se trata de irse a dormir.

—Hola campeón, parece que tu hora de dormir ha terminado—escuché que Xavier le dijo a Kaleb.

El pequeño achico los ojos unos segundos al ver la luz del sol, aún sus ojos no se han esclarecido tanto para descifrar que color son, si grises como los de su padre o azules como los míos, además Kaleb es quien parece disfrutar su estancia de dormir todo el día como un osito en hibernación mientras sus otros dos hermanos menores parecen volverse un poco más activos que él.

Xavier bajo un poco más la manta de franela azul suave que nuestro niño tiene encima de su boca para ver como él empezaba a hacer pucheros con sus labios provocándonos a su padre y a mí una inmensa ternura, Xavier atontado por amor a su hijo y el principal heredero al trono de Nueva Erlanwood, empezó a hablarle y a acariciarle cada uno de sus pequeños deditos, haciendo que Kaleb tuviera su atención y empezará a hacer unas burbujas de saliva muy pequeñas en su boca.

Miré a Fionn y observé como mi último hijo, aún sigue dormido y sin importar el ruido de las personas, él parece estar profundamente sumergido en su sueño; bese su frente y observé como se dio media vuelta para acercarse más a mi pecho donde su pequeña mano quedó puesta cerca de mi corazón. Por un lado sé que Fionn comienza a tener la tendencia de dormir como un búho, donde por las noches se encuentra activo mientras que en el día duerme y aunque no quiero molestarlo, esto provocará que tenga otra noche de desveló y por supuesto, Xavier es quien se querrá encargar en que su pequeño hijo menor se duerma como pueda.

Al lado mío se encuentra el padre de Xavier, el señor Arturo sostiene a Valentina, puedo ver como la pequeña princesa y consentida de la familia, mira a los lados a cada minuto mientras jugaba con un pequeño dije de su abuelo que cada vez que el señor Arturo agachaba su cabeza y el dije quedaba colgando y girando, Valentina intentaba tomarlo de sus manos para seguir jugando.

—Será mejor que entremos, el clima se pone cada vez más frío y no quiero que los niños se enfermen—dictó Xavier.

Asentí y solo se escuchó como un mayordomo grito una despedida para nosotros y para nuestros bebés para después entrar de nuevo al castillo después de estar una hora en el balcón real en donde todos por medio de cámaras en vivo observaron a los herederos de Nueva Erlanwood.

Por ahora, esto solo es el comienzo de nuestro día, ya que ahora pasaremos a un banquete el cual está organizado por todo el comité parlamentario del reino, además de que todos esos abuelos que estarán presentes en la fiesta, también se presentaran mi familia y la de Xavier.



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En el texto hay: principe, princesa, herederos

Editado: 21.04.2021

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