5 años después...
— ¡Aurora! Cuelga ya ese celular, necesito hablar con Tyler.
— ¡Usa tú celular!
— ¡Lo usará si Fionn no lo hubiera tirado de la ventana de mi habitación por haberlo acusado con papá y mamá!
—Es tu culpa por ser un mal hermano mayor.
No puedo creerlo… Con doce años de edad y han comenzado a pelear como si fueran adolescentes y eso sin decir que está solo es una de las pocas peleas que apenas han comenzado en la semana, sin contar la de la semana pasada, el del mes y de los primeros años.
Pero que se puede esperar, si son hermanos… Trillizos como conclusión. Y eso sin decir que entre los tres existen muchas diferencias pero también similitudes aunque verlos crecer ha sido difícil, porque como madre a veces no se llega a sentir el tiempo.
—Mamá… Hazlos callar. No puedo concentrarme en la lectura. —Protestó Fionn.
—Lo siento cariño, pero si no hubieras asesinado el celular de tu hermano, nadie estuviera disgustado ahora mismo. —Le reprendí al recordarle lo que hizo.
—Kaleb es el culpable. No debió de haberles mencionado nada. —Se volvió a molestar.
—Cariño, tu hermano solo quiere tu bien. —Lo mire.
Fionn quien no quiere dar su brazo a torcer porque sigue creyendo que sé hubiera salido con la suya si su propio hermano mayor no lo hubiera traicionado. Por un lado lo comprendo, porque ningún hermano o hermana quisiera que lo traicionaran, pero en esta ocasión no le puedo dar la razón a mi hijo menor. Así que debo de ser justa con lo que veo y escucho para así determinar mi decisión.
—Fionn… —Lo llamé pero no me contesto. —Hijo… —volvió a ignorarme. —Fionn Neron Ravenscroft Leaky. —Me dio una mirada de reojo.
¡Ah! Si Fionn no fuera mi hijo, diría que está imitando mis propios gestos cuando era una niña pero como llevamos la misma sangre, eso implica que él mantiene esa mirada enojada y seria de la cual me hace recordar cuando yo hacía lo mismo con mis padres en el momento en que no opinaban igual que yo o me regañaban porque le hacía una travesura a Johann que podía costarme horas de penitencia al quedarme en mi habitación sin poder salir.
—No le pediré perdón. —Balbuceó.
— ¿Seguirás enojado con él? —Me reí al ver su gesto.
—Se lo merece. —Se cruzó de brazos.
De nuevo intentó leer la obra de Hamlet mientras se cubría los oídos e intentaba permanecer concentrado leyendo su parte favorita en donde Hamlet y Ofelia se encuentran en la habitación del castillo.
Es curioso ver como Fionn ha crecido durante los últimos años en donde ha dejado a un lado los cuentos animados para interesarme más en la literatura clásica, eso sin decir que ha comenzado a convertirse en un sabelotodo sobre varias materias y eso es poco para decir, porque Fionn se ha convertido en el alumno favorito del profesor Hancel. Quien diariamente le deja varios ensayos de varias obras que cada vez se impresiona al ver como el menor de la familia mantiene un lenguaje poco habitual para tener doce.
Eso sin decir que cada tarde, nos la pasamos juntos una hora en la sala de té para leer o simplemente conversar, ya que Kaleb ha comenzado con una parte en sus obligaciones como futuro rey mientras que Valentina, se mantiene en su propio mundo disfrutando de ser princesa y a su vez, de ser una estudiante integral y participante de todos los eventos que hacemos su padre y yo.
— ¡Aurora! ¡Puedes callarte! —Esta vez Fionn comenzó a irritarse.
— ¡No! —Le gritó ella y volvió a hablar por el celular sin antes pedir disculpas por la interrupción de su hermano.
—No sé qué tanto hablas con April. —Refunfuñó Fionn.
—Cosas que no te interesan. —Ella le sacó la lengua a su hermano.
—Valentina… —reprendí a mi hija por decir eso.
—Lo siento mamá. —Sonrió con inocencia.
— ¡Niñas! ¡Son unas completas tontas! —Fionn agarro la obra y empezó a caminar a la salida de la sala.
Antes que Fionn llegará a abrir la puerta, apareció su padre quien al verlo que salió molesto y murmurando palabras incoherentes respecto a todos, no lo llego a detener, simplemente, Xavier ha comprendido que cuando Fionn se enfurece es mejor dejarlo solo un momento antes que explote y se encierre en su habitación con llave.
Mi querido esposo, dejó ir una risa para irse acercando a mí, apenas llegó cuando me tomó de la mano izquierda y me beso, pero luego sus labios fueron a la sortija y el anillo de casados.
—Papá, me prestas tu celular. —Le rogó Kaleb.
—Está bien, pero no te tardes en hablar con Tyler. Sabes que aún quedamos pendiente con tus estudios. —Le informó Xavier a nuestro hijo.
Xavier se sacó su celular del bolsillo de su pantalón, se lo dio a Kaleb y él pronto marco el celular de uno de sus mejores amigos del colegio. Al ver que la llamada pronto fue correspondida, Kaleb empezó a hacer planes con Tyler con respecto a reunirse un día en su casa para jugar, estudiar y comer bocadillos preparados por su madre, así que al verlo que salía de la sala; solo escuchamos la voz susurrante de Valentina, quien sigue hablando con April que a pesar que sea tres años menor que mi hija, ambas se entienden demasiado que son muy únicas y se tratan como hermanas.