1 año después…
Nos encontramos en una cena que se ha llegado a hacer en Polonia; varios reyes y reinas con sus hijos se encuentran presentes escuchando la melodía instrumental de un grupo que ha empezado a tocar desde que nos llevaron la cena, sinceramente, el evento ha sido para hacer alianzas entre otros países y aunque esta semana Xavier se encuentra lleno de trabajo, casi estaba segura que no viajaríamos para ir a tal lugar, pero luego, los del parlamento, le dieron la petición, bueno, no, sino más bien lo consideraron como una obligación que debía de cumplir para que fuera a ver si uno de los países europeos junto con los asiáticos, podía llegar a obtener otra alianza en donde mantuviera el país en mejores condiciones de las que ya se encuentra.
Realmente no me gustaba la idea de tener que viajar cuando últimamente Kaleb se ha estado enfermando constantemente, casi estuve a punto de convencer a Xavier de que me quedaría con Kaleb en casa cuando mi propio hijo fue quien intervino en mi idea al decirme que era necesario ir a Polonia para acompañar a su padre y hacerle ver a su abuelo, que él puede manejar su propia trabajo sin ayuda de nadie y que tampoco una enfermedad lo alejara de su deber como príncipe.
Me preocupaba la condición en que Kaleb se encuentra con su abuelo Arturo, aunque yo no quiero pero no puedo evitarlo, es que ya varias veces los he escuchado pelear, en donde no tengo la menor o mayor idea de la razón por la cual siempre el padre de Xavier, compara a Kaleb con Fionn, sé que ambos de mis hijos tienen su forma diferente de trabajar y adecuarse a sus deberes reales, pero el problema no se trata de mi opinión, sino lo que opina el ex rey de Nueva Erlanwood, quien no deja de mencionar que Fionn tiene más destreza de verse como futuro rey que él.
Sinceramente odio escuchar eso de parte de mi suegro, porque yo misma he visto todo el esfuerzo que Kaleb ha hecho por ayudar al país como también de lo mucho que se entrega a su trabajo. Lo cual, también Xavier lo sabe y muchas veces se lo ha dejado ver a su padre, pero él sigue sin cambiar de opinión.
Le doy una mirada a Kaleb quien parece estarse durmiendo al escuchar la música clásica, recuerdo como él día de ayer llego a dormirse tarde debido que tenía que entregar unas cartas de petición a todos los alcaldes del país, lo cual cada carta tenía diferente redacción y receptor. Esto hizo que el pobre, gastara parte de sus energías y hoy en la mañana presentara de nuevo síntomas de fiebre.
— ¿Te encuentras bien? —le pregunté de cerca sin que su padre nos escuchará.
—Sí, solo estoy un poco aburrido, tengo ganas de llegar al hotel y dormir. —Mencionó cansado.
Xavier giro su rostro y no tardó mucho en darnos una mirada de inspección pero al ver que Kaleb se recomponía de su silla y le mostraba un rostro falso de felicidad, al final su padre con una media sonrisa, se volvió a dar la vuelta para seguir mirando al pianista quien parecía tocar con pasión una canción de Claude Debbusy.
—Mamá, no permitas que mi padre se dé cuenta que he empezado a enfermarme, sino, culpara al abuelo por presionarme más de la cuenta y no quiero volver a discutir con él con respeto a mis deberes como príncipe. —Suspiré cansada al escuchar de ese tema que hasta a mí me tiene agobiada.
—Bien, pero intenta no mostrarte desanimado, sino las cosas empeoraran. —Asintió disgustado.
Hubo un momento en que de nuevo apreciamos el sonido de la música al quedarnos callados, no sabía cuánto tiempo va a aguantar Kaleb estar así sin tener que tomar un medicamento, lo peor de ello, es que sus mejillas han empezado a ponerse rojas y sus ojos, cristalizados. Sé que por un lado es por el cambio de clima, ya que al llegar a Polonia, nos encontramos con un clima caluroso de la temporada y ahora al estar aquí, el ambiente se ha vuelto frío, gracias al aire acondicionado del salón, eso ha hecho que el estado corporal de Kaleb cambie a cada momento.
Debí de haber seguido mi intuición como madre sobre que este viaje no le haría nada bien a Kaleb pero como siempre, preferí tomar otras decisiones en vez de la correcta.
El sonido de la música cambio para ser la composición de canciones instrumentales de cualquier género de música en la actualidad, así que mientras tomaba un té de menta, observé como varios príncipes y princesas salen a bailar en pareja, en donde también, varios reyes tomaron a sus esposas para bailar al compás de la música.
—Ay no... —Le di una mirada a Fionn.
Observé como él se asustó pronto al ver como varias princesas se levantaron y lo miraron a él como una posible pareja de baile; eso sin decir que escuché varias maldiciones también por parte de Kaleb al imaginarse que él también es una opción entre varias princesas que se encuentran sin pareja.
—Vamos Aurora —Fionn tomó a su hermana del brazo.
—Pero… ¿qué? —ella soltó la cuchara con la cual estaba batiendo el café que había ordenado.
Antes que Fionn llegará a escapar con Aurora, observé como una princesa ya se había acercado a la mesa en donde la familia Ravenscroft se encontraba, lo peor de todo esto, es que ni siquiera puedo mencionar la felicidad y el nerviosismo que la chica presenta al ver a Fionn como opción de pareja de baile; mientras tanto mi hijo, solo desea huir de aquel lugar para no pasar de chica en chica todo lo que resta de la noche para bailar.