La silueta en el espejo, debió ser el reflejo de la novia más feliz y "afortunada" del mundo, pero odié el vestido que mi prima escogió y solo lo acepté porque a Nolan le gustó, pero eso era solo un detalle más dentro de todo lo que mi prima y Nolan escogieron por mí. Derroche de dinero sin medida, sin embargo, eso no me importaba; lo que realmente me hacía falta y me importaba en ese día era a mis padres, y ellos... ya no estaban.
Claro que, soñaba casarme con Nolan lo amaba. En ese momento aún era así. Fue mi sueño durante años, sin embargo no sabía que ese sueño me traería tanto dolor y se convertiría en una pesadilla.
Antes de que, mi mundo empezará a derrumbarse mis padres, ya habían decidió no acompañarme en la decisión de declararme a Nolan y aún con resquemor me acompañaron en la noche del compromiso que fue lo que definitivamente los convenció a no ser parte de "mi sueño."
Supongo que, se debió a la broma pesada que Nolan hizo durante la fiesta de compromiso y es que cuando le pedí que se casará conmigo dijo abiertamente frente a todos los invitados incluidos mis padres—No. Arrodíllate, y talvez así te acepte, ratona—Todos los presentes guardaron silencio incluso algunos de sus amigos que por años fueron mis acosadores en la secundaria parecían más avergonzados que él, quien se lo tomo con demasiado humor. Nunca fui capaz de decirlo, pero en ese momento mi corazón realmente se rompió ante su negativa y su destilante humillación. Nolan al ver que solo mi prima y él reían rápidamente cambio su expresión y se excusó—Es una broma, por Dios. Claro que acepto amo a mi ratoncita, esto es un compromiso —Hizo un puchero y beso mi sien. Tomó la caja del anillo. Se colocó el círculo dorado y lo mostró como si se tratara de un trofeo. Era la primera vez que lo veía realmente y la primera vez que mostró sus garras ante todo el mundo incluidos mis padres a quién fue directo a abrazar después de pavonearse con las personalidades más opulentas de la fiesta.
Mi padre como buen caballero sujeto su mano aunque se notaba qué lo que dijo antes no le había gustado en nada. Cuando llegó el turno de mi madre; está a diferencia de papá no disimuló su disgusto y evito su contacto, se acercó a mí y murmuró —No te apoyaré en esta locura, mereces amor, amor de verdad. Eres mi hija, mi mayor tesoro y el hombre que elijas debe considerarte una joya única de lo contrario no merece ni una mirada tuya y créeme Nolan no lo merece. Por muchos años lo creí y solo acepte ese noviazgo porque pensé que sería una tontería pasajera y porque creí que tarde o temprano entrarías en razón y te darías cuenta que Nolan Pryce no te haría feliz. Después de hoy no me cabe duda. Él no te hará feliz jamás. Dio media vuelta y su vestido de seda azul voló con ella. No se despidió de los presentes y al siguiente día voló de viaje a Grecia.
Me dejó una nota al estilo elegante y neutral de ella:
"No me quedaré a ver como arruinas tu vida, pero si decides dejar esa locura hay un tiquete en primera clase aguardando en tu mesa de noche para reunirte conmigo en Grecia.
Con amor, mamá."
Sí hubiese tenido el valor que ahora me sobraba. Si me hubiese decidido a dejar a Nolan en la fiesta quizás ella no se habría quedado esperándome eternamente. Porqué tristemente, el Jet tuvo una falla mecánica y estalló a minutos de haber despegado. Mi padre recibió la noticia de boca de mi tía política y la impresión le provocó un infarto fulminante. El mismo día había perdido a las únicas personas que me amaban realmente en este mundo. Mi sueño desencadenó una pesadilla que apenas comenzaba.
Me refugié en las cuatros paredes de mi solitaria habitación junto a mi querida gatita cocoa. Y sin embargo, la vida seguía avanzando sin mí, Nolan se hizo cargo de la dirección de la empresa. Y solo se acercaba a mí para firmar papeles de la empresa. Estaba tan sumida en mi tristeza que ni siquiera me tomaba la molestia en ver el título o lo que contenían; simple y sencillamente le estampaba mi firma y seguía ahí. Ahogada en mi dolor, enrollada en mi cobija, aferrada a la soledad y al frío que sentí en esos días. Porque no pude ni guardar el luto. Mi prima prácticamente me obligó a salir de la cama para terminar con los últimos detalles de la boda.
Durante mi encierro Gemma no detuvo los preparativos por el contrario tanto Nolan como ella aceleraron todo y la fecha de la boda ya estaba concertada para el 24 de diciembre. Apenas me había despedido de mis padres y ahora debía guardar mi dolor y sonreír frente a las cámaras que llevaban la nota exclusiva de mi boda. Fotos que por supuesto, Nolan y mi prima aceptaron vender sin mi consentimiento u opinión.
—Sonríe más, prima. Para que al menos así no te veas tan fatal al lado de Nolan. Eres una heredada Brown, talvez no tienes la belleza de mi tía o la inteligencia de mi tío, pero tienes su apellido, así que no los decepciones o de lo contrario se revolcaran en su tumbas al ver que trajeron a alguien tan débil al mundo. Sonríe y demuestra que mereces ese apellido y no que solo tuviste suerte de ser su hija—dijo fríamente y laceró mi corazón. Le di mi amor y comprensión sincera por la pérdida de su padre. Durante tanto años perdoné sus actitudes, sus gestos y palabras porque creí que era digna de indulgencia. Excusé todo porque creí que estaba herida por lo sucedido con su padre, pensé que aún le dolía y que esa era su forma de responder al dolor.
"como muchos otros que hieren porque sus corazones fueron heridos, sin embargo, tampoco es admisible porque de lo contrario todo sería justificable."
pero ahí me di cuenta. La vi como realmente era. No lo hacía porqué le doliera, simplemente así era ella y esa era su naturaleza. Mi prima era un témpano y los sentimientos para ella eran secundarios. La supremacía en su vida eran las apariencias. Eso era lo que realmente la llenaba de vida. La riqueza, la mezquindad y la opulencia. Solo se amaba así misma. Y los demás solo estábamos para cumplir sus caprichos y alimentar su ego.