Miré a mi padre, quien estaba de brazos cruzados sentado mientras esperábamos a la familia de Trevor. Mi madre y Ashley estaban sentadas a su lado, Ashley usando su celular y Mamá mirando el menú. Entonces veo como Trevor entra al restaurante con sus padres y supuse que ese señor mayor era su abuelo.
Ellos caminan hacia a mí y Trevor me da un beso en la mejilla en forma de saludo, estaba verdaderamente guapo, llevaba una camisa de color rojo vino, un pantalón negro y sus zapatos por igual. Sus padres me saludaron junto a su abuelo y se sentaron.
Trevor presentó a nuestras familias, mi padre los saludó tajantemente mientras Ashley y mamá los saludaron cortésmente. Un mesero se acercó a nosotros y tomó nuestra orden. Pero entonces un gran silencio de apoderó de la cena haciendo que todos se sintieran incomodos.
—Debo de admitir que la novia de mi nieto es verdaderamente hermosa. Me alegra mucho que mi nieto haya encontrado a alguien tan hermosa como tú—me dice el abuelo de Trevor haciéndome sentir un ardor en las mejillas que hasta llegó a mis orejas.
—Muchas gracias, señor York—digo dedicándole una sonrisa.
—Entonces, ¿son de Manhattan? —pregunta Clark, el padre de Trevor.
—Si, siempre hemos vivido aquí ¿no es así, papá? —miro a mi padre, este levantó la mirada hacia nosotros y dio un suspiro.
—Así es. Mi familia se mudó aquí después de la muerte de mi abuelo tras la guerra de Vietnam en 1965 —dice mi padre mirando a Clark.
—La guerra de Vietnam. ¿Cómo se llamaba tu abuelo? —pregunta el abuelo de Trevor.
—Dave Stone. Mi padre me puso su nombre en su honor.
—Como no olvidar a Dave. Mira, yo también fui a la guerra de Vietnam, soy un soldado retirado. Conocí a tu abuelo, era una gran persona, muy mayor para estar en la guerra, yo apenas era un jovenzuelo de 23 años, pero él era alguien quien tenía una gran experiencia. Murió tras un infarto en batalla, pero murió enseñándonos que íbamos a salir adelante, de esto estaba claro en ese entonces. —dice el abuelo de Trevor sonriente... con que nuestras familias han estado conectadas y no lo sabíamos.
Entonces dos meseros iniciaron a entregarnos nuestras cenas. Trevor me miró y sonrió, él se inclina hacia a mí y acerca sus labios en mi oído derecho.
—Estás hermosa y la cena está marchando de maravilla—me susurra, ahora me acerco a su oído y le respondo.
—Y es ahora donde está iniciando la cena. Tengo una sorpresita que te va a encantar—le digo con una sonrisa.
—¿La familia York han ido a la guerra? —pregunta mi padre. Josh, el abuelo de Trevor lo miró y sonrió.
—Así es, todo comenzó cuando mi bisabuelo fue a la primera guerra mundial. Desde ese entonces los Yorks se habían enlistado en el ejército de Estados Unidos. —dice Josh cortando la carne.
—Hasta yo me enlisté en el ejército. —dice Clark, lo miré sorprendida porque no sabía que el padre de Trevor fuera un exsoldado—Pero entonces me enteré de que iba a ser papá. Hice mi última labor como soldado en todo el embarazo de mi primer hijo y lo dejé para dedicarme a mi familia. Mi primer hijo, Thomás York se había enlistado y fue a Siria.
—¿Y qué pasó? —preguntó mi padre.
—Se atrasó su llegada, era algo raro porque siempre se comunicaba con nosotros sobre aquello y cuando no recibimos respuestas, llegó la noticia de que le habían disparado justo en la frente... son de esas noticias que no quieres escuchar y desde ese entonces todo cambió. Trevor pensaba enlistarse, pero luego le dieron la oportunidad de estudiar en una buena universidad y se convirtió en un grandioso jugador de fútbol americano, creo que fue aquello que lo hizo cambiar de opinión. —Clark mira a Trevor con una sonrisa—Este muchacho siempre nos ha mantenido orgullosos, es un gran hombre y les aseguro que él será muy respetuoso con su hija.
Miro a Trevor y tomo su mano entrelazando nuestros dedos. La cena continuó y las conversaciones se hacían más interesantes. Mi madre y la madre de Trevor estaban conversando animadamente, mi padre y Ashley seguían escuchando historias del abuelo de Trevor y de Clark.
Me levanté para poder ir al balcón exterior, extendí mi mano hacia Trevor, este la tomó y también se levantó, los dos caminamos hacia llegar al balcón. La noche estaba despejada y hacía un poco de frío. Trevor llevó su mano a mi hombro acercándose más a mí y abrazándome. Apoyé mi cabeza en su pecho y seguí mirando los edificios de la ciudad.