Ya entró septiembre y lastimosamente las responsabilidades iban a iniciar. Las clases van a comenzar en pocos días, Hayley se irá de viaje, Taylor sigue sin hablarme y yo simplemente me quedaré con Liam y sus estupideces.
Me encontraba en el aeropuerto junto a Hayley mientras esperábamos que llamaran a todos para abordar dicho avión. En estos días había notado la melancolía y tristeza de ella, incluso al hacer el amor se notaba que estaba triste. La miré de reojo y esta estaba mirando sus uñas, me había explicado que no podía recibir visitas hasta llegar el tiempo de hospedarse en Los Ángeles, por lo que también empeoraba las cosas.
Estábamos callados, intentaba animar las cosas, pero Hayley estaba deprimida por dejarnos por un largo tiempo... esta vez no se trataba de un simple viaje de 15 días como los anteriores, sino que se trataba de 3 meses y medio fuera de casa, entonces se escucha que están llamando a los pasajeros para que aborden el avión, Hayley me miró entristecida, me acerco a ella y junto nuestros labios sintiendo la suavidad de los de ella. Me separo lentamente y le sonrío.
—Recuerda que esta es tu gran oportunidad para mostrar tu verdadero talento. Te visitaré el mes entrante y enséñales a todos que eres Hayley Stone, una gran publicista que sabe hacer su trabajo. —la animo, ella sonríe y me planta un beso profundo en mis labios.
Su lengua entra a mi boca y saborea cada espacio que tenía, ella lleva sus manos en mi cuello y profundiza más sus labios en los míos. Ella se separa lentamente y dio un suspiro.
—Te amo... —dice dejándome sorprendido, no esperaba aquella declaración en este momento. Me quedé sin habla y era incapaz de responderle. Estaba totalmente sorprendido. Ella me miró y estalla a carcajadas al ver mi expresión. —Supongo que también me amas por aquella expresión de sorpresa.
—Claro que te amo, es que no esperaba aquella declaración ahora mismo. Yo... sabes que te amo y.... yo... —siento un fuerte ardor en mi rostro completo y siento gotas de sudor caer por detrás de mi cuello.
—Claro que me amas, solo mira cómo te has puesto—me dice riendo—Eres muy tierno, nos vemos en un mes y medio. Cuídate mucho, que tengas un lindo inicio de clases. Te llamo cuando llegue...
—Que tengas un buen vuelo... hablamos más tarde, hasta luego—digo para darle un beso rápido en sus labios, ella se despide de mi agitando su mano de un lado a otro para luego alejarse de mí.
Me quedo un rato mirando como se va, doy un suspiro y camino hacia la salida.
El día ha trascurrido verdaderamente aburrido, me había dedicado en ir a escuela para buscar los nuevos uniformes para las clases, fui al barbero y me deshice de mi barba por completo, me corté el pelo y me hice un facial para verme mejor. Mañana iba a volver otra vez a dar clases y este año se inicia como en 0. Perdí a una gran cantidad de excelentes jugadores y ahora tengo que volver a formar el equipo entrando a chicos nuevos, dándole promoción para los que no están animados en formar parte del equipo.
Entré a mi apartamento y me encuentro con Liam, quien se estaba terminando de poner una camisa de cuadros azules, este se acercó a mí y me miró de pies a cabeza.
—Te vez como el Trevor que veía antes, se nota que las clases se acercan. Pero en fin ¿quieres acompañarme a un bar que está cerca? Estás muy solo aquí y sería buena idea salir conmigo. Tenemos mucho tiempo que no compartimos una salida—dice Liam animándome.
—Bueno, dame unos minutos. Me daré una ducha—camino rápidamente dirigiéndome hacia mi habitación.
Estaba en un bar cerca del lado oeste del Central Park, Liam había pedido cervezas con la intención de invitarme. Debo de admitir que económicamente Liam está mucho mejor que yo y no lo digo porque se acueste con sus clientas, sino porque es un excelente mánager donde muchas señoritas han logrado alcanzar a ser modelos e incluso actrices, aunque al final deciden despedir a Liam, este logra contactar a cualquier otra señorita para hacerla alcanzar la fama. También trabaja como agente publicitario al igual que Hayley en una agencia, pero la gran diferencia es que mi amigo gasta su dinero en alcohol, drogas y señoritas con quien pasar la noche. Un desperdicio de dinero diría yo.
—Oye, ¿Qué harías si la chica con quien sales quiere formalizar mucho más las cosas? Ya sabes de lo que hablo... quiere el anillo en el dedo—dice Liam dándole un sorbo a su botella de cerveza.
—¿Estás saliendo formalmente con una de tus clientas? ¿es la italiana? —pregunto tomando la botella de mi cerveza.
—No, con quien en serio se llama Judie McCartney. Es una mujer excepcional, una buena cantante y muy pronto sacará su primer álbum gracias a mí, estoy apostándolo todo por ella. Ella quiere el anillo y estoy dispuesto a dárselo—dice soñador, me removí incomodo de mi asiento.