De repente llegaste a mí

Abril

Abril

Estaba observando cada movimiento del equipo contrario, quienes estaban en la defensiva del juego. Drake, nuestro mariscal de campo corría con el ovoide con dirección hacia la zona de anotación, pero de un momento a otro, un jugador de la ofensiva lo derriba provocando la caída inminente de Drake. Aprieto mis manos formando un puño, me levanto y pido time out, por lo que el árbitro hace una seña indicándonos una pausa.

Los chicos corren hacia mí cansados y sudados, era un momento de tensión, puesto a que estábamos a 5 puntos por debajo del contrincante en el último cuarto del juego. Suspiro intentando mantener la calma.

—Esos malditos canadienses nos están ganando—dice Drake, quien se quita el casco—¿Qué debemos hacer?

—Primero que todo, no vuelvas a maldecirlos, sonó muy mal. Chicos, es evidente que ellos tienen una excelente resistencia y...

—¿Nos lo recordará ahora entrenador? Hicimos cada cosa que nos pidió, corrimos, levantamos pesas, hicimos sentadillas y nada de eso funcionó. Nos están partiendo el culo en el campo, en nuestro campo—dice Matt haciendo énfasis en nuestro campo.

—Chicos, solo son 5 puntos, debemos superarlo con un touchdown. Michael, vas por el balón, cuando lo tengas le haces un pase a Drake. Drake, cuando tengas el balón, tan pronto de sientas acorralado Matt estará a toda tu disposición. Matt, este es el partido de tu vida, corre a una distancia donde Drake pueda darte un pase completo. Los demás van a cubrirlos siempre y cuando no cometamos alguna falta. Estamos unidos en esto, así que ánimo y corran por la victoria, demostrémosle que somos de Nueva York.

Todos gritaron animados y se dirigieron al campo. Miré hacia las gradas y para mi sorpresa Hayley estaba mirando el partido junto a Ashley. Luego de medio mes sin volver a verla sentí que mi corazón iba a explotar de emoción al ver su bello rostro. Ella me miró y me hizo señas de que mirará el juego, hice de inmediato lo que me pidió y volví a concentrar mi mirada hacia el partido.

Por un pase incompleto del equipo defensivo, Michael logra obtener el balón y corre completando así una yarda más, por lo que el público enloqueció y comenzaron a animar a nuestro favor. Crucé mis dedos con ambas manos intentando controlar mi emoción. Michael le da un pase limpio y perfecto a Drake, provocando euforia del público... así se hace.

Drake corre a toda velocidad hacia la zona de anotación de la defensiva mientras Matt hacia lo mismo a una distancia considerable del mariscal de campo, pero accidentalmente, Matt choca con un jugador de la ofensiva provocando una caída para ambos. Ambos se quedan en el campo tumbados sin moverse... oh no.

El árbitro detuvo el juego de inmediato, corrí hacia Matt de inmediato preocupado por alguna lesión posible. Entonces al llegar a él, Matt solo se encontraba desorientado tumbado con la mirada hacia el cielo.

—¿Estás bien? ¿Te lastimaste? —pregunto con preocupación mientras le quito el casco.

—Me duele la espalda—dice en un susurro. Lo ayudo a levantarse, veo que el entrenador del otro equipo ayuda a su jugador, que parece haberse doblado el tobillo. Entonces el entrenador se acerca a Matt.

—Lo lamento, no fue mi intención chocar co...—pero Matt fue interrumpido por un puñetazo que el entrenador le había dado haciendo que callera inconsciente, acto que despertó mi lado primitivo.

—Maldito niño ¿no sabes jugar o qué? —pregunta el entrenador mirándolo con superioridad, el director Brown se acercó disculpándose con el entrenador. Pero qué diablos... me puse delante del director con mi mirada puesta en el entrenador.

—¿Cuál es su maldito problema? —pregunto dándole un empujón—Métase con alguien de su tamaño, infeliz.

El director tomó mi brazo agarrándolo con fuerza, pero solté el agarre y seguí con mi discusión, el árbitro había sancionado al entrenador del equipo contrario con una descalificación por agresión, pero no era suficiente para mí. Entonces en el mismo lugar él y yo nos dedicábamos a discutir, el entrenador me dio un empujón haciéndome caer al suelo.

Me levanté de inmediato y justo cuando me iba a dirigir hacia él para darle un puño justo en la boca, los chicos me detuvieron.

—Entrenador, déjelo así. No se rebaje a su nivel—dice Drake, quien me toma por el brazo y me empuja para irme de allí. Mi mente entra en sí e intenta procesar la situación.

Todos nos vamos hacia el vestidor. Matt estaba en una camilla recién despertándose, entonces con mucha rabia le doy un puño a uno de los casilleros provocando un silencio profundo entre nosotros. El director entra con cara de perro rabioso y me pregunta ¿Qué fue esa estupidez que hiciste?



#5093 en Novela romántica
#1385 en Chick lit

En el texto hay: romance, amor, futbolamericano

Editado: 28.06.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.