Los recuerdos a menudo salen cuando vas a dormir. Es allí donde recapitulas todo lo que ha pasado en un día entero, incluso surgen recuerdos que jamás quisiste recordar. Oh esos malos recuerdos vienen cuando estamos en paz.
Estaba en mi cama, específicamente acostada mirando el techo blanco con una bombilla apagada en el centro. La noche era fresca, ni tan fría, pero ni caliente. Él día estuvo con mucho movimiento, puesto a que era viernes y todos sabemos que los viernes son para festejar y hacer trabajos a última hora.
Pero fuera de eso, mis pensamientos estaban llenos de recuerdos. Recuerdos que por más que quiera olvidar siempre aparecían antes de dormir. Pero ¿Qué recuerdos eran esos? Oh, pues todo inicia desde el día que conocí a Liam Parker.
Era mi primer año en la universidad, tímida y sonriente, caminaba por el pasillo de la universidad, entonces apareció aquel chico simpático con una gran melea al estilo mop top. Un chico considerablemente alto, con un cuerpo fornido, lo que más destacaba de él eran sus potentes ojos. No sabía si eran negros o marrón oscuro, entonces desde ese momento nos conocimos y nos hicimos grandísimos amigos.
Nunca me había dado cuenta de sus verdaderos sentimientos, digamos que soy un poquitín torpe como para darme cuenta de ello si no me dan ninguna insinuación. Además, Liam siempre me hablada de una chica, hablada de ella como si se tratase de alguien especial y me lo dejaba en claro siempre... Veamos ¿cómo se llamaba la chica? ya recuerdo "Taylor"
Liam siempre hablaba de una chica llamada Taylor, me enternecía mucho escuchar su historia de amor con ella, aunque siempre me había dicho que lo que tenían se había acabado, pero en su forma de hablar me decía lo contrario, entonces pasó... caminando de las tantas veces en el pasillo de la universidad me topé con Liam otra vez, pero no estaba solo, sino que estaba acompañado de un chico verdaderamente guapo e inocentemente nos presentó.
Al inicio les conté en que se embazó la historia de amor conmigo y Richard, había dicho que fue mero y crudo cliché... tuvimos clases juntos, en esas clases siempre competíamos por las mejores notas, siempre tuvimos una supuesta rivalidad. Siempre discutíamos, nunca estábamos de acuerdo con algo, éramos simplemente agua y aceite, polos opuesto, pero ya conocen esa ley de los polos opuestos.
Al final ambos terminamos locamente enamorados y con una relación discreta hasta que una noche Liam nos vio besándonos, considero que había sido un golpe muy duro para Liam. Se había peleado con su primo y al final terminó declarando su amor por mí, pero estaba tan enamorada de Richard que tuve que decírselo y créanme que Liam no se lo tomó bien... desde ese entonces Liam sigue detrás de mí "locamente enamorado"
Nunca estuvo en mis planes ser abandonada en el altar, nunca estuvo en mis planes haber conocido a Trevor, aquel hombre con un gran corazón que irradiaba amor puro, un hombre verdaderamente atractivo y muy simpático. Entonces, si los dos nos llevamos tan bien ¿por qué deberíamos dejar de tener algo?
Me removí de la cama para finalmente quedar en una posición cómoda, pero aun así no podía conciliar el sueño. Gruño frustrada y cansada, era como si quisiera dormir, pero a la vez no podía. Escucho como alguien abre la puerta de mi cuarto, levanto mi rostro y veo a Ashley, quien tenía su pijama puesta.
—¿Quieres que duerma contigo? —pregunta con su almohada en las manos, asentí para luego sentarme en la cama. Ashley entró lentamente, se sentó a mi lado y suspiró.
—Si tanto quieres a mi entrenador deberías hablar con él y decirle como te sientes. ¿Es que acaso los problemas no se solucionan hablando? —dice mirándome tiernamente.
—No sé cómo iniciar.
—Ve a su casa, tonta. Mira, por la experiencia que tengo en observar a parejas discutiendo y toda esa mierda, sé que si ninguno de los dos hace nada al final tendrán una relación que nunca se dio. Te enamorarás de otro hombre, te casarás, tendrás hijos, pero nunca olvidarías a tu verdadero amor, ¿entiendes? Vamos, habla con él y solucionen esto juntos. Liam tiene que comprender que si no lo amas es que no lo amas y si no entiende eso lo siento pero que se vaya a la mierda. No puedes dejar de ser feliz con alguien solo porque otro no esté de acuerdo—dice tomando mis manos—Y siendo tu hermana me preocupo viéndote triste.
—¿Qué haría sin mi hermanita? —digo abrazándola con fuerza—Mañana voy a solucionar todo este asunto, te lo prometo.
Al amanecer, muy decidida y segura de mí misma. Llevo puesto un vestido con corte intermedio de color azul. Mi pelo estaba liso y sedoso. Coloqué una ligera capa de maquillaje, tomé mi bolso y salí de mi cuarto. Ashley, quien estaba en la sala de estar me miró de pies a cabeza y achinó los ojos.