Entré a casa decepcionada. Liam no aparecía por ningún lugar, provocando que no pudiera encontrarme con él de ninguna manera. Caminé por el pasillo hasta llegar a la sala de estar encontrándome con Ashley, quien estaba sentada en el sofá con una expresión de aflicción en su rostro.
Lentamente me siento a su lado y sonrió dándole seguridad, pero aquello provocó que unas lágrimas recorrieran las mejillas de mi hermana menor.
—Oye, ¿Por qué lloras? —pregunto preocupada, Ashley me mira y respira hondo.
—Sé que no debería llorar por esto, pero no tengo amigos. Pensé que este año iba a tenerlos, pero nadie me habla, es como si me tuvieran miedo. Como si fuera una especie de otro planeta que todos temen en acercarse. Este año todos tienen pareja para ir al baile de graduación—dice secándose sus lágrimas con su mano—No me importa ese maldito baile, pero me encantaría ir porque quiero hacer algo diferente, pero claro. Nadie invita al fenómeno de Ashley.
—Cariño, no deberías sentirte triste por aquello. Mira—digo tomando sus manos—Tendrás amigos a su tiempo y no necesitas de ninguna pareja para ir al baile de graduación, puedo ir contigo—me ofrezco con una sonrisa, pero Ashley cortó los ojos y se levantó.
—No comprendes lo que me sucede porque en la preparatoria tuviste a un montón de amigas y una larga fila de chicos que morían por salir contigo—dice caminando hacia la salida de mi apartamento.
Miré por un instante mis manos. Ashley no tenía amigos desde hace años, siempre se había mantenido con la esperanza de que cada año nuevo escolar pudiera encontrar a un grupo de amigas donde la aceptasen como es y formaran una excelente amistad. Pero aquello nunca pasaba y cada año nadie le dirigía la palabra. Me levanté del sofá decidida a ir hacia donde la única persona que estaba encargada de ayudarla con ese problema.
Bajé las escaleras rápidamente tras haber cerrado la puerta de mi casa. Con el llavero de mi auto le quito la alarma y entro al auto. Lo enciendo y conduzco hacia el centro de la ciudad. El trayecto se demoró un poco por el terrible tráfico, pero finalmente llegué hacia el edificio de apartamentos. Subí las escaleras hasta llegar al 5to piso, sin aliento, di 2 toques a la puerta que tenía en frente.
Unos segundos después la puerta se abre y veo a una joven mujer mirándome con asombro. Era verdaderamente hermosa, unos potentes ojos azules me miraban fijamente, su pelo era verdaderamente rojo anaranjado.
—Hola... bueno ¿Trevor se encuentra? —pregunto tímidamente, ella sonríe demostrándome sus alineados y blancos dientes.
—Si, puedes pasar. Sé que se va a poner feliz cuando te vea—dice echándose un lado para que pueda entrar. La hermana de Trevor no se parecía mucho en él. Sus ojos eran iguales, puedo admitirlo, pero en cuanto el rosto no diría lo mismo.
Entré lentamente, entonces caminamos por un corto pasillo hasta llegar a la sala de estar, a la derecha se encontraba la cocina y la izquierda estaba la sala de estar, en el fondo había una mesa con cuatro sillas indicándome que el comedor estaba allí y había unas cuantas puertas suponiendo que eran las habitaciones.
—Él vendrá en unos minutos, está en su habitación. Tú debes de ser Hayley. Un gusto, mi nombre es Taylor York, hermana de Trevor—se presenta con una sonrisa. Oh... ella es la famosa Taylor.
—Mucho gusto en conocerte, he escuchado mucho de ti—digo sonriendo.
—Trevor puede ser un poco presumido conmigo—dice un poco avergonzada, lo que me causa gracia porque no es Trevor quien hablaba tanto de ella.
—No precisamente Trevor hablaba de ti. Digamos que Liam no dejaba de mencionar lo increíble que eres, siento que hasta te conozco más de lo que puedes imaginar por sus descripciones—ella me mira con asombro.
—No me lo esperaba.
Entonces, vimos a Trevor salir de una puerta y de pronto se queda pasmado mirándome. Sonríe al verlo, él estaba verdaderamente apuesto. Se acercó a mí y de pronto siento un gran abrazo provocando un gran rubor en mis mejillas.
—Hola—dice separándose de mí—Jamás en mi vida me esperaba esta visita. Bienvenida a mi hogar.
—Gracias, es que necesitaba hablar contigo sobre algunas cuentas cosas.
Antes de haber tenido algún tipo de conversación, primero decidimos que comeríamos, lo que optamos por preparar algo en casa, lo que implicaba cocinar. Taylor se había desaparecido en la habitación de Trevor dejándonos a los dos completamente solos en la cocina. Ambos íbamos a preparar hamburguesas con batido de banana. Yo me encargaba de sazonar la carne mientras Trevor cortaría el pan y los vegétales.