De repente llegaste a mí

Formalizar lo nuestro

Hayley y yo habíamos decidido cenar en un restaurante lejos de nuestras casas para poder estar en otro tipo de ambiente. El restaurante era elegante, con una música instrumental en vivo de fondo, me sentía a gusto por estar acompañado de Hayley esta noche. Ambos nos sentamos y mirábamos el menú, era alrededor de las 10 pm, por lo que íbamos a cenar bastante tarde.

—¿Has venido aquí antes? —pregunta Hayley dejando de mirar su menú para dedicarme una sonrisa.

—No, es primera vez, pero Taylor me lo ha recomendado. Por lo que he visto hasta ahora considero que es genial—digo dejando el menú a un lado—¿Qué te ha parecido el baile?

—Fue increíble, aunque me hubiese gustado más que mi hermana ganara como reina del baile, eso sí sería épico—dice Hayley con una sonrisa soñadora.

—¿Alguna vez fuiste la reina del baile? —pregunto mientras le hago una seña discreta al mesero.

—2 veces consecutivas con reyes diferentes, digamos que fui la favorita de todos hace un tiempo en la preparatoria—dice Hayley orgullosamente—¿Y tú?

—Toda la preparatoria. Fui el chico que ninguna chica pudo tener. Digamos que era incansable para algunas y como nunca se me dio ser el chico con muchas novias preferí estar soltero por un largo tiempo en la preparatoria—dije mirándola, Hayley había puesto una mirada de asombro por mi confesión.

Entonces el mesero llegó hacia nosotros y tomó nuestra orden, opté esta vez por comer camarones a la salsa blanca de coco con un poco de arroz y papás al horno, Hayley había pedido lo mismo que yo dándome la sensación de que estaba un poco indecisa de lo que quería pedir, pero dándome tranquilidad de que se haya sentido segura de pedir lo mismo que yo. El mesero había abierto un vino para ambos diciendo que era cortesía de la casa, haciendo que ambos sonriéramos más... bebida romántica y gratis.

—Entonces... ¿no tuviste novias en la preparatoria? —pregunta Hayley dándole un sorbo a su vino.

—Novias no, tuve un par de aventuras y eso lo admito, pero novias no tanto, solo tuve una a finales de año y esa fue Kendall, mi última ex...

—¿Y por qué terminaron? —pregunta atenta por saber por qué había sido mi ruptura con ella, algo que me causa un poco de dolor en mi pecho porque yo realmente había amado a Kendall.

—Cortó conmigo al darse cuenta de que ya no podía jugar fútbol americano y también me había enterado de que me engañaba con mi compañero de equipo... fue tan desconsiderada porque lo hizo después de una semana de mi accidente—embocé una sonrisa—La amé mucho y cuando me dejó había roto mi corazón. Desde entonces no había tenido otro tipo de relación con nadie porque ninguna mujer había puesto interés en mí.

—Pero la profesora de arte que conocí hoy parecía que si estaba verdaderamente interesada en ti—comenta mirando su copa.

—Lo sé, pero ella no me llamó mucha la atención... no lo sé... quería conocer a alguien como tú, alguien que siento que verdaderamente sea importante y que me escuche de verdad. Eres tan diferente a las demás y...—pero fui interrumpido por el ligero y suave tacto de sus manos sobre las mías.

—En serio... quiero decirte tantas cosas, pero son tantas que no sé por dónde iniciar. No creo que me alcancen las palabras para describir lo maravilloso que eres—sus ojos se cristalizan haciendo que mi pecho se llenara de amor, ella es tan especial, tan única y perfecta para mí.

La cena había continuado con conversaciones interesantes, ambos conversábamos de cualquier cosa que se nos ocurriera, incluso hablamos de nuestra infancia. Luego de la cena había decidido llevar a Hayley a casa, algo que se me hacía un poco triste porque la noche realmente era muy agradable cuando estaba con ella.

Ella estaba usando su celular mientras yo conducía con dirección hacia su casa. La miré de reojo y se veía muy entretenida con su celular, por lo que sonreí porque debo de admitir que se ve preciosa, ella levanta la mirada y me observa para luego embozar una sonrisa divertida.

—Oye, si sigues mirándome de esa manera harás que nos maten, recuerda que conduces—dice divertidamente mientras guarda su celular—Ashley ha llegado sana y salva a casa hace una hora. Drake ha sido todo un caballero con ella, que lastima de que sea su último año, ¿qué hará el equipo sin él?

—Seguir hacia adelante, supongo. Se irán muchos por ser su último año, eso hará que los demás tengan oportunidades de crecer en el equipo—digo deteniendo el auto frente a la casa de Hayley—Llegamos.



#5455 en Novela romántica
#1470 en Chick lit

En el texto hay: romance, amor, futbolamericano

Editado: 28.06.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.