REAL COMO LA VIDA MISMA

Pedro estaba emocionado abriendo los regalos bajo el árbol de Navidad, dejó caer uno "por casualidad" varias veces y esperaba que sus padres cogieran la indirecta... El ansiado día, lo primero que observó fue el tamaño de los paquetes. Quedando decepcionado al no reconocer ninguno del tamaño adecuado.

- Parece que no estás satisfecho con lo que te han traído los Reyes Magos, ¿es que falta algo? –preguntó su madre.

- Están casi todos los que pedí en la carta, tampoco me puedo quejar.

Respondió cuando se sonreían entre ellos, de forma un tanto extraña sin que los viera.

Después de todo, saber que sois vosotros en realidad, tampoco es que me haya servido de mucho como me dijo el compañero de clase... Pensó terminando de abrir el último. Se trataba de una mochila que al correr la cremallera, se le iluminaron los ojos, sacó lo que había y desempaqueto a toda prisa.

- ¡Se han acordado de lo más importante! –exclamó emocionado.

El niño de once años corrió a la televisión del salón para conectar poner el juego en la consola de realidad virtual, se trata de Vamlutropia, uno nuevo que arrasaba al sumergir al jugador en un conflicto entre vampiros y licántropos en una dimensión alterna.

Ya inmerso en la acción y en la piel de un vampiro, despacho a placer a cuanto hombre lobo se le ponía por delante al defender el castillo. Hasta que aumentó la dificultad se incrementó y fue derrotado por varios que le atacaron a la vez, perdiendo esa primera partida.

- Supongo que mejoraré con la práctica –comentó al quitarse las gafas de los ojos.

Aunque sintió como si flotara en el aire y al mirar hacia abajo, vio su cuerpo sin vida. Al que sus padres intentaron reanimar sin el menor éxito.

Sonó el despertador y se despertó, por fin era el Día de Reyes. La extraña pesadilla se hizo realidad y para sorpresa de sus padres, dejó el último paquete del interior de la mochila sin abrir con recelo a un lado y disfruto del resto.

FIN

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