De Verano A Verano

3: HACE UN AÑO

HACE UN AÑO

Bajé del auto con mamá y lo primero que vi, fue a ellos.

Los chicos Medal, tan impresionantes como siempre. Allan estaba ocupado lavando su auto, con una camiseta de manga cortas y unos pantalones cortos de un anaranjado muy brillante. Joseph, con el cabello hacia atrás, una camiseta gris y unos pantalones rojos que seguramente son impermeables. Connor, jugando con una pelota de colores, dándole vueltas sobre el pasto y Colt, quien miraba en mi dirección.

— ¡Chicos! —mamá extendió sus brazos y ellos comenzaron a acercarse.

—Corín —Joseph sacudió la mano mientras sonreía.

El primero en abrazarla fue Allan, unos veinte centímetros más alto que ella. —Hola pequeño —nunca dejó de decirle así.

Joseph se acercó a mí, me abrazó por la cintura y me levantó del suelo. —Britty —su apodo para mí, uno que no he escuchado por muchos meses—. Te he extrañado.

Mamá ahora abraza a Connor, quien sonríe. —Hola, Coco, ¿Me extrañaste?

Elevó las comisuras de sus labios mientras volvió a abrazarla.

—La princesa Britt —Allan se acerca y me abraza—. ¿Qué hay, su alteza?

Le devuelvo el abrazo recordando todas esas tardes cuando él me defendía de Adrien, aunque entre risas le decía que a la princesa Britt no se le debe molestar. Ese era el momento perfecto para que Adrien siempre agregara: o sino, llora.

Allan y mi hermano tuvieron la suerte de tener la misma edad y de ser los primeros hijos de las dos familias, eso los unió desde su nacimiento. No recuerdo haberlos visto separados, ni siquiera a la hora de salir con chicas, se las arreglaban para tener citas dobles.

Allan es igual de atractivo que sus hermanos pero nunca sentí nada por él. Es varios años mayor que yo y mi atención prefería irse en otro de los hermanos Medal.

En él.

—Brittany —Colt se acercó, con una expresión más sería—. ¿Dónde dejaste tu espejo? No te has visto en él por más de un minuto.

Lo fulminé con la mirada. —Se me olvidaba que tú existes también.

Connor se acercó y me abrazó. —Cuidado Connor, es agresiva —Colt advirtió.

Apreté mis dientes. No era ni soy agresiva, únicamente con Colt. Colt siempre me ha molestado, nunca me ha dado una tregua. —Solo lastimo a quien lo merece.

Connor me soltó y se fue con Allan, le dio un abrazo mientras su hermano hablaba con mamá y se ponían al día.

— ¿Yo lo merezco? —elevó una ceja.

Me giré con Joseph. — ¿Seguro que están relacionados? Colt es tan opuesto a esta maravillosa familia.

Joseph me rodeó los hombros con su brazo y pude sentir una mezcla entre desodorante de chicos, de ese que intenta imitar el aroma de las colonias de marca y a protector solar. —Colt solo está irritado porque Kylie lo dejó.

Colt lo fulminó con la mirada. — ¿Por qué no te metes en tus asuntos?

—Oh, ¿Cuánto duraron? —pregunté, viéndolo.

Él se encogió de hombros. —Como cinco meses.

Negué, fingiendo tristeza. —Lo lamento tanto —sus ojos parecían creerme por un segundo, hasta que continué—: por ella. ¿Cómo pudo aguantarte cinco meses? Qué horror.

Me mostró una sonrisa. — ¿Y sigues soltera, Britty? —usaba mi apodo cuando quería burlarse de mí.

Abrí la boca pero Heidi se apareció finalmente. — ¡Hola, chicas! —Elevó las manos—. Finalmente, mujeres cerca de mí.

Colt me dio una mirada. —Yo solo veo a Corín.

Joseph me acarició el cabello. —No le hagas caso, eres la chica más linda de todas.

Joseph siempre me decía estas cosas, pero nunca se sentía como si estuviera coqueteando conmigo. No es que fuera despistada y no pudiera ver las señales, era que realmente no le interesaba. Joseph había sido mi mejor amigo desde siempre, crecimos juntos casi toda mi vida hasta que tuve que mudarme pero nuestra amistad siguió y nos veíamos ocasionalmente el resto del año.

Sin embargo estar de regreso durante verano era como si el tiempo regresara pues pasaríamos esas semanas libres de escuela, en esta casa.

Heidi se acercó a nosotras y nos abrazó al mismo tiempo. —Ya me hacían mucha falta.

Mamá sonrió como solía hacerlo. Últimamente ha estado desanimada, un poco irritable y estresada. Seguramente tiene que ver con su trabajo pero yo solo contaba los días hacia atrás para que llegara el verano y con ello, este viaje. Es automático el cambio de mi madre cuando está aquí, es como si finalmente pausara su actitud de mamá todo el tiempo y me diera un respiro.

—Niños, muévanse y ayuden a las chicas —Heidi siempre nos llama a ambas de esa forma.

Allan fue el primero en moverse. Mamá abrió la cajuela y luego de levantarla, él quería llevarse tres maletas al mismo tiempo pero casi se le caía una. Joseph se acercó y lo ayudó, luego sigue Connor.

Colt permanece a mi lado, únicamente como espectador. No me sorprende que no levante ni un dedo.

—¿Tus manos no sirven, Colt? —lo molesté.

Colt elevó una ceja y procedió a tomar mi mano. —La tuya nunca ha lavado ni un plato, ¿no?

Le arrenqué mi mano. —Callate.

Me guiñó el ojo y una mezcla de molestia y nerviosismo me golpeó en el estómago. Colt es detestable cuando quiere pero eso no elimina lo guapo que es y que aunque no sea de la mejor manera, me gusta su atención.

Claro, jamás saldría con él ni él conmigo. Lo mío es como esos casos cuando ves a un chico demasiado guapo pero luego abre la boca y todo se arruina. Eso es todo. Colt siempre ha fastidiado mi existencia con la suya y si llegáramos a salir (algo que nunca ocurriría pues él ha dejado más que claro que no le gusto en lo más mínimo) romperíamos ese mismo día.

—Britty —Joseph me habló mientras lleva mi maleta rosa—. ¿Vamos a dejarla?

Sonreí y dejé ahí a Colt para acercarme a Joseph.

Él y yo entramos a la casa mientras hablábamos de cuanto queríamos ir a nadar al mar. Ese verano estaba muy emocionada porque por primera vez en toda mi vida, Madeleine no iba a estar, únicamente por dos semanas al final de las vacaciones.




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