De Verano A Verano

12: EL VERANO PASADO

EL VERANO PASADO

— ¿Has visto a Joseph? —le pregunto a Colt, quien está sentado sobre la arena con la mirada en su teléfono.

Ni siquiera me voltea a ver. —No y no me importa.

Joseph y yo estábamos en el festival de la playa no muy lejos de aquí pero él me avisó que iría rápidamente al baño. Le recordé que había unos baños cerca pero él me recordó que odia usar los baños públicos.

No era cierto, Joseph ha entrado a muchos baños públicos pero por algún motivo, no le señalé nada de eso. Simplemente dejé que regresara y luego de veinte minutos sin aparecerse, decidí ir por él.

Pero no está en la casa y el único por aquí es Colt.

—Colt —me siento a su lado—. ¿Dónde está tú hermano?

Puso los ojos en blanco y dejó el teléfono sobre la arena, con la pantalla volteada. —No soy el niñero de nadie, búscalo tú.

Cerré los ojos unos minutos dejando que las olas me arrullaran. Esperé por Joseph, imaginando que se había distraído con alguien en la playa y que estaría por acercarse aquí pronto.

De nuevo, no sucedió.

— ¿Qué haces aquí, Brittany? —preguntó Colt obligándome a abrir mis ojos.

Levanté las rodillas y recosté mi cabeza sobre ellas. —Esperando a Joseph, me dijo que iría al baño.

—Joseph no ha pasado por aquí —afirmó con un tono plano—. Así que ya te puedes ir, quiero estar solo.

Bufé. —Siempre has querido estar solo —y tomé la oportunidad para molestarlo—. Excepto cuando hay una chica cerca, ahí ya no quieres soledad, ¿no?

Con su pie descalzo pateó un poco de arena hacia mí. — ¿Qué hay de ti? ¿Ya tienes novio, no?

Mis ojos se abrieron y mi corazón se detuvo unos segundos. —Um, ¿qué?

—Sales mucho —afirma—. Más que nunca.

Arrugué mi frente. —Siempre que estoy aquí salgo a divertirme con Joseph, no es nada raro.

—Joseph —repitió su nombre mientras sus ojos se clavaban en el atardecer—. Es él, ¿verdad? Te gusta.

No supe que responderle, sé que Joseph lo había mantenido en secreto y no me molestaba. Entendía lo raro que podía convertirse todo dentro de la casa que compartíamos si supieran qué estaba pasando entre nosotros.

Antes que pudiera ordenar mis pensamientos, Drew y Nico se acercaron a nosotros. Estos dos chicos son los hijos de una familia a tres casas de aquí, han visitado esta playa desde hace dos veranos y aunque yo no les hablaba mucho sí los conocía.

Drew es alto y siempre lo veía sin camiseta, rubio como su hermano Nico, que usa el cabello hasta los hombros. Ambos practican surf y su imagen encajaba perfectamente con el estereotipo de surfista.

—Hola Colt —estira la mano Nico para saludarlo—. ¿Qué hay?

Colt le devuelve el saludo y hace lo mismo con Nico.

Luego los ojos de Drew se mueven hacia mí y se sentó a cuclillas. —Hola Brittany —recorrió mis piernas con sus ojos—. ¿Ya aceptaras mi oferta para enseñarte a surfear?

Negué. —No gracias, no es lo mío —miré a Colt—. Voy a ir a la casa, quizás Joseph esté por ahí y no la has visto.

Drew se cruzó de brazos, estaba sudando y su rostro brillaba. — ¿Joseph? Lo vi atrás, en la casa de al lado.

Junté mis cejas. — ¿Al lado?

La casa de Madeleine y su papá pero ellos aún no habían llegado a la playa.

—Tal vez fue a dar una ronda —Colt me dijo—. Ya sabes, Jared le pide eso a veces.

Jared es el padre de Madeleine y el dueño de la casa de al lado. —Quizás —susurré, con mis ojos a esa dirección.

—Entonces —Nico aclaró su garganta—. Britt, ¿Me das un tour por la playa?

Colt movió sus brazos hacia atrás y recostó su peso contra sus manos. —Si quieres yo te llevo, mi chica está ocupada.

Giré a verlo al mismo tiempo que Nico y Drew soltaron unas carcajadas. —Al fin —Drew le dijo a Colt—. No me sorprende.

Yo fulminé con la mirada a Colt. —No soy tu chica.

Él se movió más cerca de mí y recostó su cabeza en mi hombro. —Claro que lo eres y yo soy tu chico.

Nico bufó. —Que cursis —se levantó y colocó sus manos sobre sus caderas—. En ese caso, nos vemos después.

Drew se inclinó para darle un empujón suave en el hombro a Colt. —Te veo en la fiesta, amigo.

Ambos siguieron su camino sobre la arena y cuando ya estaban unos metros lejos de nosotros, empujé a Colt para que se quitara de mí. —Siempre haces eso.

Colt dejó salir una carcajada. —No voy a dejar que roben tu corazoncito, Britty.

Le di un empujón con mi cuerpo. —No necesito de tu ayuda para nada, si quiero hablar con chicos lo haré.

—Sé que no necesitas que nadie te cuide —levantó el codo y me enseñó la cicatriz pequeña—. Soy prueba viviente que sabes cómo defenderte.

Señalé mi rodilla, donde yo también tengo una pequeña cicatriz. —Tú empezabas.

—Yo jamás empezaba y estas cicatrices fueron tu culpa —afirmó—. Nos empujaste sobre esa colina.

Y rodamos hasta golpearnos contra una cerca.

—Me tiraste del cabello —le reclamé.

—No, Brittany —levantó un dedo—. Te avisé que tenías una rama pero te moviste y tu cabello se enredó en mis dedos, tú misma te tiraste el cabello.

—Sí, claro —dije, luego mi mente me recordó sobre lo que me dijo Drew—. Um, ¿Crees que Joseph esté allá?

Negó. —Seguro que no, tal vez solo querían que los acompañaras para robarte un beso o algo así.

—Nadie puede robarme un beso —me crucé de brazos.

Colt soltó una risita y su teléfono avisó que había recibido un mensaje. Lo tomó y sonrió, movió sus dedos como si estuviera escribiendo aun manteniendo esa expresión.

— ¿Tu nueva chica? —tenía un poco de curiosidad.

Me dio una mirada. —Es mi amigo.

Resoplé. —No tienes amigos, eres un engreído.

Hasta ese punto había estudiado en la misma escuela que Colt y Joseph. Claro, Colt va un año después qué yo pero siempre lo veía por ahí. Era lo suficientemente popular para tener siempre personas a su alrededor pero nunca lo vi con algún mejor amigo sino únicamente con personas que convivía por un tiempo muy corto.




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