De Verano A Verano

13: Sonrisa

 

Me di un baño pero el calor era sofocante.

Me vestí con una camiseta holgada y unos pantalones cortos de tela pues es lo único que tengo parecido a ropa para dormir. Normalmente usaría un camisón o una blusa de tirantes pero aquí con ellos, no me siento cómoda vestirme de esa manera.

No sé porque si no es nada raro que use esa ropa, quizás es todo sobre el hecho que estoy en una habitación con mi “ex algo” y el chico que solía gustarme.

Abanico mi rostro con la mano mientras veo el aire acondicionado. Joseph lo ajustó para que no estuviera tan frío como me gustaría. Dijo que Connor podría enfermarse y ni Colt ni yo intentamos discutirlo.

Connor también se ha bañado, tiene el cabello rubio peinado a un lado y su camiseta de un personaje animado que le gusta mucho. Está sentado en el medio de la cama del lado izquierdo, ocupado mientras escucha música.

Colt está recostado sobre la pared cerca del baño mientras envía mensajes a alguien. Hasta ahora me doy cuenta que quizás Colt tiene una novia y quizás ella es la razón por la que ha dejado la universidad.

¿Cómo será la novia de Colt Medal?

Sin duda es una chica hermosa, de esas que iluminan el lugar con su presencia y que siempre huelen bien. Muy al estilo de Madeleine.

Madeleine… ¿será ella? recuerdo el verano pasado y como Madeleine hablaba más con él, intentaba pasar tiempo a su lado y se notaba que algo había cambiado.

Joseph se aclara la garganta. —Bueno, acuéstate Connor —le habla—. Vamos a apagar la luz, ¿está bien?

Connor se mueve para recostarse sobre las almohadas. Queda justo en medio y yo intento calcular si es posible que Joseph y Colt quepan a su lado pero no lo creo, además, Connor realmente se mueve mucho cuando duerme.

Miro la otra cama vacía y decido que lo mejor es que ellos la tomen. De todas formas yo puedo dormir en el auto cuando sigamos con nuestro camino pero ellos no. Joseph conduce y Colt lo dirige. Soy terrible con las direcciones, no podría guiarlo a ninguna parte y pues, bueno, no nos hablamos.

—Voy a dar una vuelta —aviso bajando un poco el tono de mi voz—. Deberían dormir.

Joseph usa un tono filoso cuando suelta: —No.

Junto mis cejas retándolo con la mirada. Nunca imaginé que estaría en esta posición con Joseph, quien fue mi mejor amigo desde siempre. Nunca me ha hablado de esa forma y yo jamás lo he visto así.

¿Qué rayos nos pasó?

Bueno, lo sé muy bien y él también. Él me besó, me mantuvo cerca durante el verano solo para que todo se arruinara en la última semana y luego me ignorara por cualquier medio.

Joseph se fue de mi vida sin anuncio ni advertencia, en el peor momento de todos.

—Lo haré —contesto—. No estoy pidiendo permiso.

Joseph toma una sábana blanca y la coloca sobre Connor pues quizás es el comienzo del verano pero Connor no puede dormir sin nada cubriéndolo. Connor se acomoda varias veces dando saltos sobre la cama y estira su mano hacia él, toma su brazo y tira hacia adelante.

Connor le da un abrazo y Joseph le corresponde con unas palmadas en la espalda. —Tranquilo, ya puedes dormir.

Colt se acerca a mí. —Descansa Brittany, esa cama es tuya.

Niego. —No tengo sueño —lo cual no es totalmente cierto, la cabeza la siento muy pesada y deseo tanto tirarme sobre el colchón y cerrar los ojos.

—Apagaré la luz —avisa Joseph, de espaldas hacia mí. Se acerca al interruptor del baño y lo enciende, luego va al de la habitación y lo apaga.

— ¿Dónde dormirás? —le pregunto a Colt viéndolo a través de la oscuridad, aun puedo distinguirlo gracias a la rendija que se formó de la puerta levemente abierta del baño.

Se encoje de hombros. —Joseph y yo nos vamos a turnar para compartir la de Connor, estaremos bien.

—Voy por café —Joseph pasa a un lado de nosotros—. No abran la puerta si tocan y dejen de hablar, Connor necesita dormir.

¿Desde cuándo es tan mandón?

Me cruzo de brazos viéndolo cerrar la puerta y desapareciendo de mi vista.

—Ven —Colt me toma del brazo—. Duerme un poco.

Tira de mí y me mueve hasta la cama, nos quedamos de pie frente a ella. Connor se mueve dos veces, girando sobre su cuerpo y estirando sus brazos y piernas.

—No tengo sueño —repito.

Resopla y se sienta en el borde. —Si tienes sueño, parpadeas más rápido cuando quieres dormirte —susurra.

Me siento a su lado, asegurándome que su pierna y la mía no se toquen. —Tú actúas como si lo supieras todo de mí.

—Lo sé —contesta con el nivel más bajo de tono que puede—. Te conozco de toda mi vida, ¿no?

—Para mí desgracia, así ha sido —respondo.

Escucho que suelta aire por la nariz. — ¿Tan mal es coexistir conmigo?

—Es horrible —ni siquiera estoy segura si escuchó eso, intento no hablar muy fuerte para no molestar a Connor—. Colt, tu arruinabas todos mis cumpleaños.

Me da un empujón con su hombro. —Eso no es cierto, tú arruinabas todos mis cumpleaños y yo tenía que hacerte sentir lo que yo sentía.

—No —corrijo—. Tú siempre soplabas mis velas del pastel antes que yo y odiaba eso, pensaba que mis deseos no se cumplirían.

—Tú eras la que me empujaba la cara en el pastel y cuando obligué a Allan que te sostuviera, esperaste a que te soltara para llevar la crema del pastel hasta mi cara con tu mano —no recordaba eso.

Fue durante su cumpleaños doce.

—Fue divertido —más porque él invitó a una niña que estoy segura, le gustaba. Fue doblemente peor para Colt.

Colt se acerca a mi oreja, siento su respiración contra mi mejilla. —Eres mala, Brittany.

Un chispazo se alojó en mi pecho. —Ese eres tú —respondo, sabiendo que si esto estuviera sucediendo hace dos años, mi corazón se aceleraría.

—Siempre hueles a moras o fresas —permanece cerca de mí.

Al fin entro en razón y me aparto de él. Me levanto de la cama y la señalo. —Duerme ahí, me da igual.




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