De Verano A Verano

17: Mensajes

COLT: estoy aburrido, dime algo interesante.

Miro el mensaje y luego, el que está arriba del de ahora. La última vez que me envió algo fue en navidad del año pasado, no era un saludo amigable o deseos festivos, eran tan solo un par de palabras y una pregunta que jamás respondí.

“Tengo que decirte algo, ¿si te llamo me contestarás?”

No la respondí porque estaba muy enojada con él y con Joseph y con todo el mundo. Solo quería que me dejaran en paz, que se olvidaran de mi existencia y que desaparecieran de mi vida.

Me envía un mensaje más, pero no son palabras, es una fotografía.

Es de hace dos años, él tenía el cabello un poco más corto y usaba esas gafas sin marco que lo hacían ver intelectual. Seguramente fue su mamá quien la capturó, estamos comienzo pizza sobre esa vieja mesa de madera que todos se rehúsan a cambiar pues representa cada conversación que han tenido ahí.

Yo estoy a su lado y en mi plato, hay dos rebanadas de pizza. Recuerdo lo que sucedió, nos la pasamos toda la comida quitándonos una rodaja del plato del otro pero lo que no recuerdo es quien ganó.

COLT: Mírate, siempre robándome mis cosas.

Sonrío y le contesto: Estoy segura que tú lo hiciste también, era imposible comer cerca de ti.

Colt envía una fotografía más, esta es de cuando éramos niños. Muy pequeños, tan pequeños que yo no tengo cabello y él se ve adorable con sus mejillas rojas y el cabello cortado recto al frente, como un fleco. Estoy a su lado recostada sobre su pequeño brazo y quizás él era demasiado inocente para comportarse como siempre pues está sonriendo, viéndome.

Levanto mis ojos a él, su rostro está adornado de una sonrisa amplia y mi corazón se salta un latido.

COLT: Te veías tan linda ahí, se acabó tu ternura muy pronto.

COLT: Esta es una de mis favoritas.

YO: ¿Por qué tienes esas fotografías?

COLT; Siempre las tengo en caso necesite molestarte.

Trago saliva y vuelto a verlo.

YO: Colt, quiero hablar del verano pasado.

YO: ¿Por qué, Colt?

Él no responde inmediatamente, se tarda casi un minuto.

COLT: Brittany, eso es algo que tenemos que hablarlo pero no por mensajes.

Hago una mueca, ¿está evitando el tema?

COLT: Quiero aclararlo todo pero no así, te prometo que hablaremos de eso.

Escribe algo y luego lo borra.

Me envía una fotografía más, es él sentado en un sofá que jamás he visto y esta con un traje formal. Creo que es en su casa, a la que se mudaron antes del verano pasado.

Está sentado con las piernas un poco abiertas y el cabello de lado, los ojos intensos enfocados al frente. Debo admitir que se ve bien, muy bien. Bueno, él siempre se ve bien y es por eso que muchas personas estaban obsesionadas con él pero, esta parece una de esas fotografías de algún actor de antes, de esas películas a blanco y negro.

No importa cuantas décadas pasen, él en esa fotografía seguiría luciendo atractivo.

YO: Bien, ¿y esta fotografía? ¿Es tu época de modelo?

COLT; No.

COLT: esa fue la noche de mi graduación.

COLT: Britt… yo quería que estuvieras ahí.

Mis ojos lo miran, él no voltea.

YO: ¿Qué? ¿Por qué?

COLT: Créelo o no, sí me hiciste mucha falta.

COLT: Envíe una invitación a casa de Adrien y pensé que estarías ahí.

Es cierto, la invitación llegó pero estaba convencida que la habían enviado sus padres por cortesía, no por las razones que Colt está diciendo. No entiendo por qué me está diciendo esto ahora.

Realmente no pensé que quería volver a verme tampoco.

Aunque logramos avanzar lo suficiente para llegar a Palm Green, aún faltaba mucho por recorrer y de nuevo, era hora del almuerzo. Aunque no nos atascamos como ayer el tráfico seguía pesado, es temporada de vacaciones así que muchas personas seguramente van a destinos que necesitan el mismo camino que nosotros y por eso no logramos terminar este viaje lo más pronto posible.

— ¿Dónde deberíamos comer? —pregunta Joseph a Colt.

Él responde: —Creo que en alguna plaza, quiero estirar un poco las piernas.

—Está bien, por allá hay una, ¿no? —señala al frente.

Joseph llega a un lugar con unos diez locales ubicados en secuencia, creando una letra L. frente a los lugares hay líneas amarillas marcadas para que se estacionen y al frente también. Solo hay seis autos ahora mismo y dos motocicletas, Joseph se estaciona frente a un local llamado “Remy’s burgers”

Subo mi ventana, desabrocho mi cinturón y me cruzo la bolsa por encima de mi cuello. Salgo del auto con la espalda húmeda por el sudor y la parte de atrás de mi cuello. Me acomodo el cabello y el vestido, espero a que todos salgan y camino detrás de ellos hasta el lugar.

Es pequeño, aquí hay como ocho mesas y al fondo unas escaleras con un cartel que avisa que hay más lugares disponibles arriba.

Una señora con gafas se acerca, nos sonríe. —Bienvenidos, ¿solo ustedes cuatro?

Asentimos y ella mueve su mano. —Pueden sentarse donde quieran.

Joseph va al fondo y se coloca en la silla cerca de la pared. La mesa solo tiene un florero al centro y una vela apagada, es de madera al igual que las sillas. Colt coloca a Connor a un lado de su hermano y se mueve al fondo del otro lado para sentarse.

Yo tomo el único asiento vacío.

—Aquí está el menú —coloca unas hojas plastificadas unidas por una espiral, al frente está el logotipo del lugar—. ¿Qué desean beber? Tenemos sodas, agua, café, lo que se les ocurra.

Joseph pasa la mano por su cabello. —Dos vasos de agua, por favor.

Connor levanta su mano. —Tres, yo también quiero agua.




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