De Verano A Verano

43: Por primera vez

Luego de comer con Jared, nos preparamos para irnos.

Jared me dijo que él llegará también, la próxima semana. Eso será interesante, ver como él y mi madre interactúan. No sé qué pensar sobe todo ello, en parte siento un poco de molestia pero al mismo tiempo me alegro extrañamente por ellos. Es como si lo estuviera viendo desde una perspectiva lejana y son solo dos personas que se quieren y que una de ellas siempre quiso a la otra.

No lo sé, el amor es extraño.

Connor está dormido en el asiento de atrás y Colt conduce tranquilamente, en ocasiones dándome vistazos y sonriéndome. Colt ha cambiado desde la última vez que lo vi, pero no en un mal sentido, en el mejor de los sentidos.

— ¿Has hablado con Woody? —su mejor amigo.

Asiente. —Siempre, le he estado enviando actualizaciones de nuestro viaje.

Sonrío. — ¿Entonces le contaste que yo te gustaba?

Colt rueda los ojos pero mantiene una sonrisa. —Sí, sí, Britt, le conté lo mucho que me gustabas.

Río. —Me alegro, digo, al final de todo siempre fuiste mi admirador secreto.

Bufa. —Esa eras tú, siempre buscando excusas para estar cerca de mí —iba a responder pero él continua hablando—. Algo que por cierto, me encanta.

Puedo sentir el calor en mis mejillas. —Lo imagino.

—Hay algo que todavía no entiendo —cambio de tema—. El verano pasado yo estaba en la cocina y Madeleine llegó para tomar agua, iba a seguir con su camino pero se volteó y me dijo que tú y ella se estaban volviendo más cercanos.

Colt frunce el ceño. — ¿Eso te dijo?

Niego. —Dijo algo así como, “Tu chico y yo estamos acercándonos más cada día”

Colt me mira por un instante, permanece serio y luego suelta unas carcajadas. No entiendo su reacción pero volteo a Connor asegurándome que no lo haya despertado.

—Shh —pido—. ¿Por qué te ríes?

Colt niega, aun riéndose pero más bajo esta vez. — ¿Por qué pensaste que hablaba de mí?

—Porque…

Colt levanta una ceja. — ¿Me considerabas tu chico?

Resoplo. —No, pero, digo… —tiene razón, ¿Por qué mi mente se fue con él? —. Es que tú y ella habían estado hablando más entonces eso pensé.

Asiente. —Claro, le hablaba porque era Madeleine, también la conocí siempre y para mí era como… una prima lejana o algo así.

—Entonces —lamo mis labios—, ¿Hablaba de Joseph?

Oh… ahora todo tiene sentido.

—Es probable —su expresión es más seria ahora—. Tal vez era su forma de confesarte lo que sea que estuviera pasando entre ellos.

Me recuesto en el asiento. —Ah, bueno, que mala forma.

Colt toma mi mano y la sube para darme un beso en los nudillos. —Me halaga que me consideraras tu chico.

Ruedo los ojos. —Por supuesto que sí.

Baja mi mano pero sigue sosteniéndola. —Hablo enserio, si hubiera sabido cómo te sentías por mí, te hubiera besado en tu decimosexto cumpleaños, te veías tan linda con tu vestido rosa.

Intento no lucir demasiado feliz. —Seguiré humillándome y confesaré que… siempre deseaba que lo hicieras, en mi cumpleaños, que confesaras lo que sentías por mí… si es que sentías algo.

—Sentía todo —afirma, luego me da un apretón en mi mano—. Siempre, ahora mismo lo siento todo.

Mi teléfono vibra y por un segundo pensé que era un mensaje de mi madre pero no, en realidad es de mi padre. Mi padre a quien no sé con qué otro llamar porque después de lo que hizo, decirle “papá” no suena justo.

Lo leo:

“Britt, ¿Estás bien? Te extraño”

Ese tipo de mensajes los recibo ocasionalmente y como siempre, no contesto ninguno. Sé que mi hermano sí habla con él y sé que le habla de mí para mantenerlo actualizado pero yo… no estoy lista para verlo.

Creo que nunca lo estaré.

Otro mensaje, eso nunca sucede, normalmente solo envía uno y ya está.

“Te quiero, siempre lo haré”

No puedo evitar que las lágrimas se acumulen en mis ojos. ¿Por qué sigo reaccionando de esta forma? ¿Por qué no puedo odiarlo? ¿Por qué no puedo evitar querer abrazarlo y sentir a mi padre de nuevo?

Las lágrimas se deslizan y una de ellas cae sobre la pantalla del teléfono, no la limpio, se queda ahí como evidencia de una respuesta que quisiera enviar pero no puedo.

Sí, yo también lo quiero y siempre lo voy a querer. Ahora mismo no quiero quererlo pero si hubo un tiempo donde él era mi papá, mi persona favorita y quien siempre quería abrazar.

Respiro profundo y dejo que la pantalla se apague sola, luego veo fuera de la ventana preguntándome donde estará ahora.

No sé si Colt notó mis lágrimas pero sube su mano a mi hombro y con la punta de su dedo acaricia mi mentón. Eso me hace sonreír y también se siente como si Colt y sus pequeños gestos conmigo fueran pegamento para todas las piezas de mi corazón.

Lo veo mientras él conduce, no sé qué será de nosotros realmente. No puedo asegurar que lo nuestro durará por mucho tiempo como sus padres o si algo malo ocurrirá y dejemos de estar juntos pero ahora creo que eso no importa.

Al comienzo de este viaje no quería venir, no quería ver a Joseph y tampoco a Colt, solamente Connor no me molestaba. Ahora es como si con cada kilómetro recorrido, he dejado algo atrás. Partes de mí que no creo que sean necesarias. Rencor, dolor, soledad. Poco a poco, no completamente pero me siento diferente.

Colt se detiene un segundo y me sonríe de nuevo, es como si ha guardado tantas sonrisas para mí que desde ahora las mostrará siempre.

—Te quiero —le digo, por primera vez sabiendo que está bien que lo diga porque él siente lo mismo que yo.

Me da un guiño. —Te quiero.

No queda mucho para que lleguemos, para que vea a mamá de nuevo y para que afronte todo lo que he evitado. Me aterra pero con él a mi lado, sé que puedo seguir, que puedo con esto.

Por primera vez siento que realmente no estoy sola.




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