Tú

Eduardo.

Después de tanto tiempo estando aquí, o mínimo ya lo siento así, tuve mi primera noche mala, no podía dormir por más vueltas que daba en la cama, incluso desperté en varias ocasiones a Gonzalo quien se comenzaba a molestar por las constantes interrupciones a su sueño.

Ni siquiera recuerdo a qué hora caí dormido, la última vez que revisé el teléfono para revisar la hora eran las cuatro de madrugada en punto, después de unos cuantos minutos pude conciliar el sueño por un rato, despertándome a las ocho de la mañana por los golpes tan constantes en el patio.

Cuando abrí los ojos, busqué a Gonzalo sin pegar suerte. Pesadamente me levante de la cama para poder ver que ocurría en el patio o por que los ruidos tan irritantes que no me dejaban dormir, baje rápidamente las escaleras y lentamente me acerque al ventanal, observando como Cody estaba martillando unas cuantas maderas que daban forma de una casita para perro…algo más grande que lo usual.

No tenía intenciones de interrumpir su trabajo, porque sabía perfectamente para quien era, así que solamente me dediqué a ver los arbustos que estaban hasta la fachada de la casa, los mismo donde ayer en la noche pude ver a alguien escondiéndose en estos.

—Eddy, adivina quién esta recientemente bañada —el gran grito que entro a la habitación me tomo por sorpresa total, sentí como por unos instantes mi presión se bajaba —pensé que seguirías dormido, perdón por el grito entonces… ¿Qué haces ahí parado? —pregunto Gonzalo soltando la correa de Luna, dejándola correr por toda la habitación a su antojo.

—Nada, solo que los ruidos que estaba haciendo Cody no me dejaban dormir, vine a ver qué estaba haciendo, pero ahora al darme cuenta que está haciendo no se me hace correcto decirle que le bajara al volumen —conteste perdiendo mi vista nuevamente en los arbustos.

—Si gustas puedo bajar a decirle que haga menos ruido o que de plano se detenga, de por si se nota que no tuviste una buena noche —reí un poco al escuchar el comentario de Gonzalo, dedicándole una mirada cansada.

—¿Se nota mucho?

—Las ojeras me lo dicen todo, y los recuerdos vagos que tengo de ti diciendo mamada y media por la falta de sueño… ¿Por qué no pudiste dormir? ¿Otra vez problemas con el insomnio? —pregunto Gonzalo acercándose a mi hasta que logro abrazarme.

—Creo que sí, no estoy seguro, pero de lo que si estoy seguro es que quiero descansar un rato más, pero con los ruidos de Cody no creo poder. Aun así, no me molesta, creo que el destino quiere que hoy madrugue…

—Creo que si porque te despertaste justo a tiempo —voltee a ver confundido a Gonzalo, quien comenzó a jugar con mi cabello —mi madre me pidió de favor que te venga a despertar para darte la noticia de que saldremos a un pequeño viaje familiar —nuevamente volví a ver confundido a Gonzalo.

—¿No se supone que iban a estar muy ocupado con la demanda?

—La siguiente “Junta” es en una semana, Cody y Valentina están de vacaciones, son los únicos que trabaja y Rubén dijo que estaba bien por él, por ello mi madre dice que quiere ir a un paseo con todos sus hijos, para salir de lo rutinario ¿entiendes? Pero si te molesta ir te entiendo.

—No para nada —contesté de prisa —solamente que pensé que estarían más ocupados con la demanda y eso que no me paso por la mente la idea de un viaje…

—Entonces toma una maleta y mete la ropa que necesites para una semana en la playa —al ver como Gonzalo estaba tan feliz de comentarme sobre el dichoso viaje, no pude negarme, aunque mis intenciones de ir a la playa estaban por el suelo, haría lo que sea para ver así de feliz Gonzalo.

—¿Luna ira con nosotros? —pregunte, haciendo que la sonrisa de Gonzalo se desapareciera.

—No leoncito, perdón. Mi madre dijo que no puede llevarla, si le mencione la idea de traerla con nosotros, pero dijo que era algo familiar y que no estaría cuidando un lobo solo porque nosotros queremos que vaya…me moleste cuando me lo dijo, pero la entiendo. Por ello Cody se ofreció en hacerle una casa de madera para que pueda estar más cómodamente en la casa, una persona vendrá a cuidarla en lo que nosotros no estamos y ella se encargara también de Luna, ¿Qué te parece? —al principio me molesto la idea, pero renegar en estos momentos no estaba en mis planes.

—Está bien Gonzo, entiendo a tu madre.

—Bueno leoncito, tengo que ir con mi madre a hacer unas cosas y regreso lo más rápido que pueda, no tardo nada. ¿Puedes hacer también mi maleta? Por favor, nos vamos a las doce en punto —Gonzalo desapareció detrás de la puerta sin esperarse a una respuesta de mi parte.

—¿Cómo lo ves Luna? —pregunte mirando como esta estaba acostada en el gran sillón de la planta de abajo —ahora que recuerdo, ya es la segunda persona que me dice que eres un lobo, ¿ser así? Porque para mí pareces un husky común y corriente, solo que algo grande… —al ver como Luna solamente me giraba la cabeza, caía en cuenta que me estaba volviendo loco —Creo que Eric tiene razón, puede que tenga esquizofrenia, por ello estoy hablando con un perro que nunca me va a contestar.

Subí las escaleras lentamente mientras el incómodo sonido de los martillazos que sonaban por todo el cuero, iban cesando poco a poco, al parecer Cody termino rápido y ahora si podía descansar mejor. Al llegar hasta la planta alta, la cama parecía que pegaba gritos para que fuera hacia ella, pero no era la única, la maleta que estaba casi a mi lado también imploraba para ser llenada…

—Creo que si me estoy volviendo loco por que la cama no grita ni tampoco las maletas hablan—talle mis ojos con cansancio y tome la maleta aventándola a la cama—mínimo así la maleta deja de hablar y la cama de gritar.

—¿Qué estás haciendo Eddy? —pregunto rápidamente Cody, quien estaba en las escaleras observando con algo de gracia la escena.

—Me espantaste—conteste alzando los puños y tratando de calmar mi respiración por la impresión—nada, solo que Gonzalo me pidió de favor que hiciera su maleta y estoy aprovechando para hacer la mía…Buenos días.