Getaway Car

Eduardo.

—¿Qué fue lo que exactamente le paso a Cody? —pregunto Iker estando en el pasillo que nos llevaría a la habitación donde este posiblemente estaba pasando un duelo muy difícil.

—Solamente me dijo que Baruc tomo sus cosas y se fue, no sabe nada sobre su paradero, fue todo lo que menciono—contesto Gonzalo, quedándose inmóvil al estar en medio de las dos habitaciones que habíamos reservado—¿en cuál esta?

—¿Sera esta que está medio abierta? —asome mi cabeza al interior de la habitación, notando varios vidrios en el suelo, así como una gota de sangre en la pared.

Al ver esto, Gonzalo e Iker entraron rápidamente a la habitación buscando algún rastro de su hermano, llevándose la decepción de no encontrar a nadie en aquel cuarto, solamente se podría apreciar el escenario donde anteriormente hubo una pelea, o quizás alguien se metió a robar, por que todo estaba desordenado. Estaba a punto de entrar a ayudar, pero la música que comenzó a sonar a mis espaldas me hizo dirigir la mirada a la puerta que aún se mantenía cerrada,

Me acerque a la puerta lentamente con las intenciones de abrirla, pero los murmullos de Gonzalo e Iker llamaban mi atención constantemente evitando que cumpliera con mi cometido. Al ver que ambos hermanos se acercaban a mí, decidí hacerme a un lado para que ellos vieran que era lo mejor ante la situación.

—Debe estar aquí, porque en el otro no está ni un alma—Iker se adelantó y abrió la puerta con desespero, entrando rápidamente a la habitación junto con Gonzalo, dando un golpe de un fuerte aroma a alcohol.

Antes de entrar, regrese al cuarto de alado para cerrar correctamente la puerta, ambos hermanos creían que seguían en casa para no asegurar la puerta y dejarlas a medio abrir. Volví a la segunda habitación donde estaba Gonzalo de cuclillas frente a Cody, quien se tapada el rostro con una mano, acompañado por la melodía de su llanto. Iker por otro lado estaba sentado en una silla frente a la mesa del comedor en la que había una botella vacía de vino.

No supe que hacer para intervenir, solamente se escuchaban varios murmullos por parte de Gonzalo y Cody movía la cabeza para responderle. No sé qué estaban hablando, la música que tenía Coda en ese momento no me permitía escuchar del todo la charla entre ambos.

—Está bien, solamente iré por algo de cenar y vuelvo, prométeme que no seguirás tomando, porque el olor me dice que no solo fue vino el que ingeriste…—menciono Gonzalo, poniéndose de pie frente a Cody, quien seguía en la misma posición—Vamos Iker, acompáñame para no ir solo—este acato la orden, saliendo rápidamente de la habitación esperando a que saliera Gonzalo—Eddy, por favor, te encargo a mi hermano, no dejes que siga bebiendo, solamente hazle compañía, no quiero que este solo—no conteste, solamente asentí con la cabeza, recibiendo un beso por parte de Gonzo como agradecimiento para después seguir el mismo camino que Iker, cerrando la puerta a su espalda dejándonos solos a Cody y a mí.

No sabía qué hacer, me quede de pie solamente observando con un poco de lastima a Cody quien no dejaba de llorar, en su mano derecha un vaso con bebida y con la otra se limpiaba sus lágrimas que no dejaban de brotar. El momento era incomodo, quería acercarme a él para darle mi apoyo, pero mis piernas no respondían, solamente estaba viendo como un amigo mío se desboronaba por amor.

—Cody…—comencé a acercarme lentamente notando como el aroma de alcohol se hacía más fuerte a cada paso, al parecer mi presencia no le molestaba, por fin levanto la mirada para que nuestras vistas se cruzaran, notando como la tristeza estaba en su máximo apogeo carcomiendo cada rincón del cuerpo de Coda. Los ojos rojos e hinchados, sus labios al rojo vivo por el vino y su frente llena de sudor, provocando que algunos cabellos se pegaran a esta me decían que dejarlo solo no era la mejor idea—¿Quieres hablar de ello? —pregunte esperando una respuesta por su parte, pero este solamente estaba observándome sin decir ni una sola palabra.

Su respiración era la única que acompañaba a la melodía que poco a poco se iba apagando, dando fin así al disco que se reproducía en la pequeña grabadora que tenía Cody encima del refrigerador.

—¿Hice algo mal? —pregunto Cody, rompiendo el silencio entre los dos—¿tanto me equivoque, como para que me pagara de esta manera? —volvió a preguntarme, dejándome desconcertado ante tales preguntas.

—No sé qué contestar por que no sé de qué me hablas—me senté a su lado ignorando el desagradable aroma que brotaba de su ser, pues el aroma del alcohol, para mí, es uno de los que más me genera nauseas.

—Te voy a contar un secreto, pero no quiero que se los digas a los otros dos…—asentí con la cabeza, dejándome caer de espaldas al respaldo para escuchar más cómodamente. Cody también se movió para mirarme a los ojos, los cuales se veían peor que antes. —Baruc nunca fue mudo, nunca tuvo una enfermedad…solo lo invente. —Esto me dejo atónito, no sabía que responderle. Por su parte, Cody solamente rio irónicamente perdiendo la vista en la venta que estaba a mis espaldas.

—¿Entonces? Los audífonos, la lengua de señas, todo… ¿todo fue un invento? —Cody comenzó a asentir con la cabeza mientras le daba otro sorbo a su vaso.

—Baruc necesitaba una operación en las cuerdas vocales, me dispuse a pagarla por amor… Trabaje día y noche para juntar el dinero a tiempo, pues mi amado estaba sufriendo mucho por la extraña enfermedad que no recuerdo como se llamaba. —esta revelación me hizo querer darle un zape, pero me contuve para poder escuchar el resto de la historia. —Solamente tenía un obstáculo, la tarjeta no era mía, pues nunca me ha gustado tenerlas, siempre las pierdo, así que le pedí la suya a mi madre diciéndole que le regresaría el pago en efectivo… No se negó, pero le tuve que mentir, le dije que eran unos audífonos para ayudar a la sordera de mi amigo, pues en ese tiempo, antes de que ustedes llegaran, tenía mucho miedo decirle que realmente era mi pareja. Al final fue un éxito, pero desde ahí Baruc se comportó raro, ya no me trato igual, siempre estaba enojado y nunca me quiso de nuevo a su lado como antes. —Cody bajo la mirada, deteniéndose por la voz entrecortada que terminaría en llanto nuevamente.