—Ya está todo listo niña—Dice Walter, entrando a mi despacho.
—Bien, solo sacar una documentación importante y salimos hacia el aeropuerto.
—La espero afuera niña.
Tal cómo lo planee, hoy salgo para Londres, viajaré sola, pero la nana y Walter me alcanzarán en unos días, cuando supieron que estaba embarazada se negaron a alejarse de mí y de mi bebé. Por su parte Tania, prometió visitarnos seguido y de Mario, después de nuestra conversación, no he sabido más nada.
Lloré mucho, pero luego decidí no hacerlo más, debo cuidarme física y emocionalmente, por el bienestar de este bebé que llevo en mi vientre. Tal vez la distancia, nos ayude a sanar, a entender, pero sobre todo a perdonar.
—Nos vemos e unos días mi niña—Dice mi nana.
—Los espero allá, tendré todo listo para cuando lleguen.
—Hágame el favor y se me cuida y también al frijolito—Dice seria.
—No pudiste haberle puesto, otro apodo más lindo—Protesto indignada.
—No, frijolito le queda perfecto—Responde la nana.
Subo al auto, donde ya me espera Walter, de Tania me despedí esta mañana, a mi amiga las despedidas le sientan muy mal, por lo que prefirió no ir al aeropuerto y pues a Mario, preferí enviarle una carta, tal vez así sea más fácil explicarle lo que siento.
Hay una ambivalencia de emociones en mi pecho, estoy triste por marcharme, por alejarme del hombre que amo, muy a pesar de que sé que él a mi no me ama, pero por otra lado estoy feliz, por esta oportunidad que me ha regalado la vida de ser madre, lo soñé por tanto tiempo siendo Sam y me fue imposible lograrlo, sin embargo siendo Hanna, la vida me regaló un bebé de Mario, sin buscarlo, podría decir que me arrepiento de lo que hice, pero sería una maldita hipócrita si lo hiciera.
Llegamos hasta el aeropuerto y bajo de auto, junto a Walter, que me acompaña para ayudarme con el equipaje.
—Buen viaje niña Hanna— Dice mientras me abraza.
—Gracias Walter, los veo en unos días.
Hago el check in y paso a la sala de espera, para esperar el tiempo de abordar, empiezo a revisar los documentos que necesito presentar, para el tema de la especialidad, intento ocupar mi mente en algo, a ver si así la espera no se hace tan larga.
Una voz por los parlantes, me alerta al escuchar a una mujer anunciar que es hora de abordar el vuelo 643 rumbo a Londrés.
Me pongo de pie y tomo mi bolso de mano, no sin antes, mirar hacia la entrada del área
de espera, la verdad tenía la esperanza de que viniera por mí, por nosotros, pero no fue así, no sucedió y estoy segura que no sucederá, pero está bien, trato de entender lo decepcionado que debe sentirse, tal vez algún día Mario, pueda perdonarme, al menos si no obtuve su amor, me conformo con obtener su perdón.
❤❤❤❤❤
Llegué a la oficina, temprano como siempre. Entré a mi despacho y me llamó poderosamente la atención encontrar un sobre, sobre mi escritorio, con mi nombre escrito afuera en letra cursiva. Lo tomo en mis manos y lo abro.
Hola Mario
Solo quería aprovechar esta nota, para dos cosas, la primera de ella es despedirme, sé que no quieres verme así que lo hago de esta manera, estaré dos años fuera en Londrés, te lo informo por el tema del bebé.
Te mantendré informado de los avances del embarazo y de la fecha probable del parto, solo por si deseas estar presente, apenas mi hijo nazca, pediré la prueba de ADN, pero será necesario que aportes tu muestra para el cotejo, le pediré a Tania, que se comunique contigo, para evitar molestarte con mis llamadas o chats, también por medio de ella, te informaré, de los avances del embarazo.
Lo siento Mario, siento mucho todo esto, no lo planee y tampoco fue mi intención, pero mentiría, si te digo que me arrepiento de algo. El sueño de toda mujer, es tener un hijo del hombre que ama y a mí ese sueño se me hizo realidad, así que no voy a pecar de hipócrita, diciendo que estoy arrepentida, este bebé es un regalo y así lo acepto yo. Tal vez algún día te cuente desde cuando te amo, claro si es que te llega a interesar saberlo. Por lo pronto sé feliz, te lo mereces, la vida te ha quitado mucho y ya es tiempo de que empiece a devolvértelo. Te deseo lo mejor, vive, sueña, deja ir a Sam y enamórate, eso querría ella, estoy segura. En su tiempo y en su momento, nos volveremos a ver; espero que cuando eso suceda ya no me odies, gracias por procrear conmigo a Frijolito, así le dice la nana, sé que hoy no estás seguro de que sea tu hijo y entiendo las razones, no hay ningún reproche de mi parte por eso. Todo será en el tiempo que tú decidas y en la forma que tú decidas, solo te pido por favor, que no prives a mi frijolito, de tener un papá.
Te deseo lo mejor, Mario.
Hasta que la vida, nos vuelva a poner frente a frente, con amor.
Hanna Marshall
Termino de leer la carta y la estrujo con rabia en mi mano, ojalá que sea así Hanna y cuando volvamos a vernos, ya haya podido perdonarte, porque hoy solo siento rencor por tí.