De vuelta la Navidad

Juntos

-Hoy estoy libre, ¿Qué dices si llevamos a los niños al parque de atracciones?
-Si - acepta enseguida.
-¿Estás segura, no prefieres quedarte y trabajar en el artículo?
-No, además me llegará bien para el artículo.

Todo el parque es arreglado para la navidad. País de dulces, Papá Noel para tomar la foto, la nieve y las maquinas.
-Bueno, ¿A cuál vamos? - lo pregunto, dejando de mirar alrededor.
-Vamos a ese, es adapto+ para los niños - responde, apuntando a la tetera donde las tazas van en el círculo.
Después de eso se dedicaron a pasear con los niños en brazos, mirando las atracciones que los recuerdas a su propia infancia.
-¿Te acuerdas de ese? - pregunta, apuntando al más alto.
-Uy, sí. Me toco sentarme en primera fila, el viento me molesto tanto que tuve que cerrar los ojos.
-¡Qieyo a eso! - exclama Nora, enseñando hacia el gran carrusel de caballos.
-¡Yo no! - dice Gabriel, descontento.
-¿Por qué no? - lo pregunta Emilia.
-Polque es pala ninas.
-Son caballitos, tú los amas - le dice papá.
-Etot no - dice, cruzando los brazos.
-Mira que y papá irá y él es un niño mucho más grande que tú al que le debería dar vergüenza sentarse ahí - dice, intentando convencerlo teniéndolo en brazos.
-Entonces voy con él.
-Nos sentaremos unos a lado de otros - dice David, acercándose a ella para qué intercambian a los niños.
-¿Nos vamos aola? - pregunto con impaciencia.
Ambos asintieron caminando hacia el carrusel.
Como les dijo, han escogido los caballos que era a lado y apretaron los niños con sus manos.
Cuando termino el viaje se fueron a comer unos peritos calientes. El momento terminó interrumpido por el sonido del celular.
-Um - dice David, masticando. - Debemos irnos, me llego el mensaje que nos traen el árbol - explicó cuando trago.
-Vamos entonces - dice levantándose.

Llegaron justo a tiempo cuando descargaban el pino. Felices se apuraron adentro a decorarlo, usando todos los arreglos que compraron y tenían en casa. Llenando la casa con la música y las risas, cada uno con el gorro de santa en la cabeza. Varias veces las miradas de Emilia y David se encontraron y sostuvieron con la sonrisa.
Cuando todo terminaron, Emilia pregunto:
-¿Han hecho sus cartas para Santa?
Ambos niegan moviendo la cabeza en silencio.
-¡Aaa! Entonces los debemos hacer.
-Nototros no sabemos esclibil - dice el niño.
-No hay problema, su papá y yo podemos escribirlo para ustedes solo deben decirnos que desean. Y tenemos la vela de deseos, es como la de cumpleaños, con la diferencia de que tiras tu deseo en el fuego y no lo soplas. ¿Lo haremos? Ustedes lo dibujan y yo lo pongo en palabras.
Los niños asienten y Emilia saca a la mesa los papeles para que hagan sus dibujos y ella los puede traducir en la carta.
-Mientras yo nos haré un chocolate caliente - dice David, levantándose.
Trajo las tazas cuando Emilia pregunto:
-¿Terminaron?
Le empujaron los dibujos y ella les dio la vuelta para mirarlos.
-Que tenemos. ¿Es esto una niña? - pregunto mirando el papel de Gabriel donde está dibujada al que por líneas de cuerpo y pelo parece niña, tiene dedos y puntitos para los ojos con una sonrisa.
-¡Mamá! - exclama con las manos al aire.
-Ay, eso no será posible. Él que tiene que tomar esa decisión es papá.
-¿Pol qué? - pregunta sin entender.
-Es alguien que será a su lado y no en el de Santa.
-No entendió.
-Explícale, papá? - dice, inclinándose hacia él.
No sabiendo como explicarle, después de varios inútiles intentos abriendo la boca, es él quien se inclina hacia ella:
-Ayuda.
-¿Cómo pretendes que yo le explico? - viendo que la pregunta es inútil, se concentra. - Que vemos... Papá amo mucho a su mamá y no es listo para cambiarla, a pesar de que sabe que estaría fácil para él si tuviera ayuda, su corazón no está listo. Deberán esperar un poquito más - dice, haciendo el seño con los dedos. - ¿Tu amor, que pediste tú?
-Una bi - la niña es incapaz de pronunciarlo cuanto sé que se esfuerza. - Bi, bi...
Prestando la atención al dibujo, Emilia pronuncia:
-Bicicleta, ¿Una bici?
La niña se rinde, asintiendo.
-Está bien, vamos a escribirle así:

¡Querido, Santa!
Me gustaría tener una bicicleta. Rosa y con las ruedas auxiliarías, todavía soy pequeña y será mi primera bicicleta.
Con cariño, Nora.
-Ahora la tuya - dice a Gabriel, apuntándolo con la pluma.
¡Querido, Santa!
A mí me gustaría que el corazón de mi papá sane pronto y me pueda dar una mamá.
Con cariño, Gabriel.
-¿Qué te parece? - pregunta, mirando al Gabriel.
Sonriendo tímido, baja la cabeza y asiente.
-Gracias - le agradece, moviendo los labios sin la voz.
Ella parpadea aceptando sus gracias.



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En el texto hay: amigos, navidad, niños

Editado: 01.01.2023

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