Dead Patrol

A nuestra manera

El grupo de Río caminaba por los pasillos silenciosos de la mansión. Maggie iba detrás de él, cruzada de brazos. Milo, serio, observaba cada cuadro como si esperara que cobrara vida. Kara solo caminaba, con los brazos colgando, sin saber bien si estaba en el lugar correcto.

Cuando llegaron al salón de armas, Río se detuvo, apoyó las manos en una mesa oxidada y dejó escapar un suspiro.

—No puedo creer que Allegra armara ese show —dijo sin mirar a nadie.

—Tampoco es que mintiera —comentó Milo, seco—. Nick murió. Y tú dijiste que no haríamos nada.

—No dije eso —respondió Río, girándose—. Dije que no haríamos de esto una misión.

Kara frunció el ceño.

—¿Entonces… sí vamos a hacer algo?

Maggie ladeó la cabeza, ya entendiendo.

—Vas a hacerlo… pero a tu modo.

Río asintió.

—No pienso quedarme sin saber qué hacía Nick en Westheart. Él se quedó aquí cuando todos nos fuimos. Algo lo retuvo. Y no me trago que simplemente estaba “cansado”. Nick siempre tuvo secretos.

—¿Y planeabas decirnos cuándo? —preguntó Milo.

—Ahora mismo —dijo Río con una sonrisa torcida—. Felicidades, están invitados a romper las reglas conmigo.

—¿Por qué no decirle a Allegra? —preguntó Kara confundida.

—Ella solo quiere venganza, ni necesitamos eso ahora.

Kara sonrió un poco, aliviada. Maggie negó con la cabeza pero no con molestia.

—Eres un maldito terco —dijo ella.

—Y ustedes me quieren por eso.

Milo se cruzó de brazos.

—¿Cuál es el plan?

Río sacó un viejo mapa de la ciudad de Westheart, arrugado y lleno de marcas. Lo extendió sobre la mesa.

—Revise en la habitación de Nick, tenía una rutina. Aun cuando vivía solo. Ya revisé algunas cámaras del centro... y este lugar aparece en varias grabaciones.

Señaló una zona olvidada al sur de la ciudad. Viejos túneles del metro que nadie usaba desde hacía años.

—¿Queremos respuestas? Ahí es donde empezamos. Pero lo haremos bien. Sin llamar la atención. Sin alertar a Allegra y su banda.

Kara tragó saliva.

—¿Y si encontramos algo… peligroso?

—Entonces hacemos lo que siempre hacemos —dijo Maggie—. Sobrevivimos.

Milo miró a Río, ya más serio.

—No estás haciendo esto solo por Nick, ¿verdad?

Río lo miró fijamente. Su silencio fue respuesta suficiente.

—Es personal —dijo Milo, bajando la voz.

—Todo esto siempre lo ha sido —respondió Río —Pero siento que hay algo más, algo que pone en riesgo a esta ciudad.

—Entonces hay que ir a los túneles —dijo Maggie

—No —respondió Río rápidamente —Nick tiene un apartamento cerca de la calle Danton, hay que ir ahí.

Y así, mientras la ciudad dormía bajo el cielo opaco de Westheart, Dead Patrol se preparaba para lo inevitable.

Porque aunque ya no eran un equipo unido… seguían siendo una familia fracturada por una verdad que los perseguía.

Y Río… no pensaba quedarse sin encontrarla.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.