Dead Patrol

El peso de estar vivo

Sherry estaba en el salón principal, de pie, con la mirada perdida y las manos apretadas contra las sienes. Desde que sus poderes habían regresado, el murmullo constante de las voces de los muertos se había convertido en su sombra diaria… pero esa noche era diferente.
El bullicio había disminuido.
No era silencio, no… pero muchas de las voces habían desaparecido, como si de pronto hubieran abandonado el otro lado.

Entre susurros rotos, una palabra se repetía con insistencia:
"Tú…"
"Tú…"
"Tú…"

Sherry apretó los dientes, intentando bloquearlas, pero las voces se aferraban como uñas en la carne. Sabía que no hablaban por casualidad. Sabía que la señal iba dirigida a ella.

En la sala de reuniones

La Patrulla estaba reunida frente a un mapa de la ciudad. En él, pequeños pines rojos marcaban los lugares donde habían aparecido cuerpos revividos, con un patrón que formaba un círculo amplio. Río trazaba líneas entre ellos.

—El rastro es claro… y apunta hacia el, los túneles —dijo, señalando la zona marcada—. Si vamos, tal vez encontraremos al Clan Rojo.

Milo estaba dándole instrucciones a Winn y Kara, Maggie limpiaba su arma y Nick, sentado al fondo, no parecía estar prestando atención. Su mirada estaba fija en la ventana, como si allá afuera hubiera algo más importante que la reunión.

Allegra lo notó. Esperó y, mientras los demás discutían, se acercó a Nick y lo sacó discretamente al pasillo.

—No estás aquí —dijo en voz baja, cruzándose de brazos—. Estás en cualquier otra parte menos en esta misión.

Nick la miró con una sonrisa forzada.
—Solo estoy… procesando.

—Se que todo esto no es fácil para ti —continuó ella, con tono más suave—. No puedo imaginar lo que es ver a tanta gente regresar… y saber que tú también estuviste muerto.

Nick se apoyó contra la pared, con la mirada baja.
—Si arreglamos todo esto… si cerramos la puerta que está trayendo a todos de vuelta… —hizo una pausa, trago saliva—. Entonces yo también me iré.

Allegra frunció el ceño.
—No lo sabes.

—Sí lo sé —replicó él, con una frialdad triste—. Vine con un boleto de ida y vuelta. Estoy aquí por algo que no entiendo… y si todo vuelve a la normalidad, eso significa que… la normalidad es que yo esté muerto.

Allegra no respondió de inmediato. Lo miró como si quisiera decirle que estaba equivocado, pero no encontró las palabras. En el fondo, ella también sabía que podía ser verdad.

—Entonces —dijo finalmente—, más vale que encontremos una forma de ganar… sin perderte otra vez.

Nick la miró y sonrió con amargura.
—Eso es lo que me da miedo… que esa forma no exista.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.