El sol comenzaba a caer sobre la ciudad, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y violetas. Río, Maggie, Milo, Winn y Kara caminaban lentamente entre lápidas, llegando al cementerio Blodstone. Allí, se detuvieron frente a las tumbas de Nick, Allegra y Jeremiah.
Cada uno dejó flores sobre las lápidas, en silencio por un instante, recordando a quienes habían perdido y honrando su memoria.
—Siempre estarán con nosotros —dijo Río, colocando una flor sobre la tumba de Nick.
—Y nos recordarán por qué hacemos esto —agregó Maggie, mirando a Allegra y Jeremiah.
Después de un momento solemne, la conversación cambió a un tono más ligero.
—Saben estuve pensando —dijo Milo.
—¿Ah si? Desde cuando piensas —, dice burlándose Río.
—Vete a la mierda...pense que deberíamos buscar más reclutas —dijo Milo con una sonrisa traviesa, como si planease expandir la patrulla.
—Ah no lo se...por ahora así estamos bien —respondió Río, cruzándose de brazos.
—¡Vamos! —insistió Milo—. ¡Cuantos más, mejor!
Maggie lo miró con un gesto que mezclaba paciencia y exasperación.
—No seas necio, Milo. Por ahora estamos bien así, además eso de tener más nunca sale bien.
Todos rieron ante la pequeña discusión, y el ambiente se volvió cómico, un respiro en medio de todo lo que habían pasado.
De repente, los gritos y sirenas de la ciudad llegaron hasta ellos. La acción no esperaba a nadie.
—Bueno… parece que el trabajo nunca termina —comentó Kara, ya poniéndose en posición.
—Esto de ser héroes otra vez es cansado —, responde Winn recargandose sobre Kara.
Río se volvió hacia Milo con una sonrisa retadora.
—¿Qué te parece una competencia amistosa? El que atrape al malo primero gana.
—Pero háganlo interesante —les dice Maggie.
Así que Río pensó hasta encontrar algo justo.
—Si Milo gana buscamos más reclutas...pero si alguien más gana, así nos quedamos.
—Acepto —dijo Milo, con su habitual aire de confianza—. Y no perderé.
—¡Esto será divertido! —exclamó Maggie, mientras todos se preparaban.
En un instante, el equipo corrió hacia la ciudad, cada uno con una energía renovada, listos para enfrentar cualquier amenaza. Risas, bromas y desafíos amistosos se mezclaban con su determinación, demostrando que, aunque la ciudad era un lugar peligroso, ellos estaban juntos y preparados.
Y una cosa era segura, cuando la ciudad llamara por ayuda el equipo estaría listo para la acción, siempre listos para salvar el día y seguir siendo más que héroes: una verdadera familia.