Epílogo

En un lugar desconocido, oculto entre penumbras y ecos de antiguas estructuras, el miembro del Clan Rojo que la patrulla había capturado y que luego escapó se encontraba junto al resto del Clan. La oscuridad parecía extenderse sin límites, y la sensación de peligro era palpable: no eran unos pocos, eran miles.

Los líderes del Clan se acercaron, flotando ligeramente sobre el suelo, envueltos en una aura que imponía respeto y temor. Uno de ellos habló primero:
—¿Lo conseguiste?

El cautivo inclinó la cabeza y respondió con voz firme:
—Los Blodstone nunca la tuvieron en la mansión… pero sí encontré algo.

—¿Qué cosa? —preguntó otro líder, impaciente.

—Un mapa… un mapa para encontrar la piedra —dijo, mostrando el pergamino enrollado y ligeramente desgastado.

Uno de los líderes alzó el mapa con gestos levitando y lo tomó en sus manos, inspeccionándolo con detalle.
—Bien hecho. Tu trabajo servirá mucho para su regreso… pero pedimos la piedra, no un mapa.

—No, no esperen —comenzaba a suplicar, sabiendo lo que le esperaba.

Un silencio pesado llenó la habitación. De repente, la atmósfera cambió: una presencia imponente y silenciosa se acercaba. La sombra de alguien más grande, más temible, se hizo sentir. Era el Verdugo, aquel que Nick había perseguido tantas veces. Su sola presencia hacía que el aire se tensara y que un escalofrío recorriera a todos los presentes.

—Puedo ayudar más, lo que sea por ustedes —continuaba suplicando.

Pero luego el lo interrumpió.

—Qué privilegio el tuyo —dijo el Verdugo con voz profunda y amenazante— que tu muerte contribuya a su retorno.

Con un movimiento rápido y definitivo, terminó con la vida del cautivo ante la mirada impotente de los líderes y los ojos sin expresiones del resto del Clan.

—Debemos apurarnos… —dijo uno de los líderes con urgencia—. Ya desaprovechamos una oportunidad. Ahora, busca otra para nosotros.

—Sí, mis señores —respondió el Verdugo, inclinando la cabeza con respeto, pero dejando claro que su poder y amenaza eran inmensos.

El Clan se dispersó entre las sombras, y todo se definía entres cosas el mapa, la piedra y la sensación de que algo terrible y monumental estaba a punto de suceder.

Aunque la Dead Patrol había sobrevivido y reconstruido la ciudad, la amenaza del Clan Rojo y del Verdugo apenas comenzaba.