Quien me atormenta

Mientras ambas seguían con su conservación, Río llego al invernadero esperando el momento para poder acercarse. El hecho de que su hermana le pidiera protegerla lo hacía sentir con un nuevo propósito

Poco a poco se acercó con ella, pues quería platicar con Lydia.

—Hola chicas.

—Hola Río —saludo Kara.

—Oye Kara podrías ir con Winn un momento, necesito hablar con Lydia —el la vio para asegurarse de que estuviera de acuerdo —, ¿Te parece bien?

—Si esta bien —respondió ella.

Kara los dejo solos en el invernadero. Río le pidio a Lydia sentarse en unas sillas que tenían ahí en el invernadero para poder conversar con más tranquilidad.

—¿Qué te parece este lugar?

—Es lindo.

—Sabes a mi hermanita le gustaba este lugar, ella planto unas rosas por ahí —estaba recordando aquellos tiempos cuando todos estaban juntos.

—¿Y donde esta ella? —preguntó ella.

—Ella...se fue, pero de vez en cuando vengo aquí a regar las rosas para recordarla.

—¿Murió?

Río clavó su mirada fijamente hacía las rosas —Es algo de lo no me gusta hablar.

—Lo siento —un lo siento demasiado sincero.

Río realmente quería ayudarla, quería saber como se sentía, porqué muy en el fondo el se sentía igual que ella, totalmente roto. Y quería que ella supiera que la entendía.

—Sabes desde que ella ya no esta conmigo...me he sentido medio muerto —frunció el ceño con tristeza —, fue como si me arrebataran un pedazo de mi, logre enterrarlo por un momento.

—¿Cómo hiciste eso?

—Me enfoque en otras cosas, me aísle de todos y hubo un momento en que dejé de medir mis golpes — en ese momento lo veía correcto, pero ahora estaba seguro de que no era lo ideal —, pero ahora se que no estuvo bien, y eso me está atormentando.

Lydia recordó lo ocurrido hace dos años, cuando los muertos regresaron, quería saber si el pudo ver a su hermana de nuevo.

—¿Ella volvió hace dos años?

Río no pudo ocultar su tristeza, su frustración, por que realmente ella no regreso, ni los Blodstone, y mucho menos los otros miembros de la Dead Patrol original.

—No...y eso me atormenta, algo en mi me dice que no quiso verme —las lagrimas comenzaron a resbalar entre sus mejillas —, por que no pude salvarla, ella confío en que yo siempre la salvaría.

Lydia por un momento vio en Río a alguien que se sentía como ella, y entendió por que Sebastian la trajo con ellos, porqué apesar de estar rotos decidían ayudar a otros.

—Mi papá siempre me decía: Se valiente, se fuerte y se alegre no importa que tan nublado esté el día.

—Suena a que tu papá era superman.

—Si... —de vuelta los recuerdos de aquel día regresaron —, los extraño mucho, teníamos planes para Halloween sabes, pero ahora ellos ya no están.

Río la vio con una mirada dulce, pero que transmitía esa esperanza que le hacía mucha falta a ella.

—Me hubiera gustado conocerlos, pero apesar de que ya no está debes honrarlos.

—¿Cómo hago eso?

—Honralos con el hecho de que tu corazón no deje de latir, y si tu corazón deja de latir busca la forma de que no sea en vano.

Río se puso de pie al igual que ella, el abrió sus brazos para ofrecerle un abrazo y ella lo abrazo fuertemente llorando desconsoladamente, por primera vez desde la muerte de su familia. Después Río la llevó al lugar donde ella dormiría, su cuarto temporal.

Antes de que Río se retirara del lugar. Lydia le dijo algo que lo hizo detenerse en seco.

—Tiene nombre.

Río regreso su mirada hacia ella, confundido por no saber a que se refería.

—¿Qué dijiste?.

—No se de donde viene, o por que se intereso en mi, pero el me dice que yo soy especial.

—¿Quién es el? —se cruzó de brazos, e inclinó la cabeza —,¿Sabes quien es?

—Si...el me dijo que lo podía llamar amigo —ella comenzó a frotar su brazo en la parte donde tenía la quemadura, aquel recuerdo de la masacre de su familia —, su nombre es...Wendell Ross.